Cuatro empleados de Banco Azteca de San
Francisco del Rincón y León, fueron obligados a viajar a la Ciudad de México
supuestamente para tomar unos cursos. Al llegar a la capital, personal de la
empresa los despojó de sus dispositivos móviles para después entregarlos a
policías acusándolos de un fraude de 4 millones de pesos. En un lapso de 11
horas, los cuatro fueron recluidos por “robo calificado en pandilla”, las
víctimas ni siquiera se conocían. A los familiares no les fue notificado el
arresto, por lo que comenzaron a buscar a sus hijos. Las autoridades de
Guanajuato, tanto la Procuraduría como la Comisión de Derechos Humanos, se
negaron a atraer el caso a pesar de que el supuesto fraude se cometió en ese
estado. De acuerdo con los afectados, la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN) tiene conocimiento de casos similares en los que la empresa de Ricardo
Salinas Pliego involucra a sus empleados para cobrar un seguro por robo.
La empresa de Ricardo Salinas Pliego
involucra a sus empleados para cobrar un seguro por robo. Foto: Cuartoscuro.
Ciudad de México, 12 de julio
(SinEmbargo/Zona Franca).- Tras pasar por un calvario de año y medio en
prisión, parte de la cual transcurrió en la Ciudad de México, cuatro jóvenes
empleados bancarios de Guanajuato acusados falsamente de un desfalco de 4
millones de pesos, lograron derrotar a una maquinaria legal y empresarial
encabezada por los abogados del Grupo Salinas y de la que formaron parte las
procuradurías capitalina y de Guanajuato, así como el Poder Judicial de la
Ciudad de México.
Hoy, tras haber logrado ganar
su caso en todas las instancias legales y con la certeza de que han limpiado su
nombre, estas víctimas de las deficiencias que persisten en nuestro sistema de
justicia y del influyentismo de los poderes fácticos, se deciden a hacer
pública su historia.
En una entrevista de una hora
que se transmitirá a partir de hoy en el noticiero Revista de la Una de Zona
Franca, se dan a conocer los entretelones de una historia que llegó a un final
distinto del que se preveía, gracias a una muestra de imparcialidad por parte
del Poder Judicial de Guanajuato.
LA MAQUINACIÓN
Cuatro empleados
guanajuatenses del Banco Azteca fueron retenidos y detenidos en la Ciudad de
México de manera ilegal tras una supuesta capacitación que terminó en una acusación
por el delito de “robo calificado en pandilla” en julio de 2013. Los hechos
derivaron en un viacrucis para detenidos y familiares de un año y medio en
prisión, de los cuales fueron tres meses en la capital del país y 15 meses en
Guanajuato.
De la detención, sus familias
ni siquiera fueron informadas, al no permitirle a los detenidos hacer llamadas
telefónicas. Tras denunciar su desaparición y luego de una búsqueda intensa, la
madre de uno de los jóvenes, María del Refugio Alamilla, logró encontrar información
de que su hijo estaba detenido, de forma casual en una bitácora del Ministerio
Público de Coyoacán.
La madre de uno de los afectados, María
del Refugio Alamilla. Foto: Zona Franca.
Lo que a la postre se
evidenció como una maniobra legal de la empresa propiedad de Ricardo Salinas
Pliego, uno de los empresarios más poderosos de México, y un abuso de poder de
las autoridades ministeriales y judiciales de la Ciudad de México, así como de
la Procuraduría de Guanajuato, fue derrotado por la tenacidad de las víctimas,
sus familias y el asesor legal que los acompañó a lo largo del proceso. Hoy han
sido exonerados por el Poder Judicial de la entidad.
La arbitrariedad y las
vicisitudes que pasaron en un principio por la acusación de un delito que nunca
cometieron, fue frenada en forma parcial por la intervención de la Comisión de
los Derechos Humanos capitalina (CDHDF). Sin embargo, la Procuraduría de los
Derechos Humanos de Guanajuato nunca accedió a intervenir.
Los hechos por los que fueron
culpados ocurrieron el 20 de junio de 2013 en la sucursal San Francisco del
Rincón de Banco Azteca. La detención fue el 3 de julio del mismo año en la
Ciudad de México y afectó a dos empleados de la oficina donde ocurrió el
presunto desfalco de 4 millones de pesos y dos más de la sucursal en León, que
ni siquiera conocían a sus colegas del Rincón.
El caso de estas cuatro personas
no es el único en el que Banco Azteca ha involucrado a sus trabajadores, pues
también hay casos similares en otros estados del país, según cuentan los
afectados, quienes tuvieron acceso a estas investigaciones mientras estuvieron
detenidos en la Ciudad de México. De acuerdo con el abogado que los asesoró,
las acusaciones se producen con la finalidad de que la institución financiera
cobre el seguro por robo, sin importar involucrar a posibles inocentes.
Los implicados en el caso
señalan particularmente la saña del apoderado legal de Banco Azteca, Oscar
Gustavo Pérez Villegas, quien fue el artífice de la detención en la Ciudad de
México, mientras acudían a un curso de capacitación. Tampoco olvidan al Juez
Trigésimo Segundo Penal del Tribunal Superior de Justicia de la capital, Jesús
Ubando López, quien dictó la formal prisión para luego declararse incompetente
por haber ocurrido el delito fuera de su jurisdicción. Los policías Erick
Geovanni Rodríguez Huerta, Mario Galicia Galán, Antelmo Guillén Amescua y
Jessica Rodríguez Juárez fueron quienes se prestaron a simular una detención
como si hubiese sido in fragantti.
“La intención de Banco Azteca
era agravar lo más que se pudiera, no iban por la figura del fraude y en el
momento que consignan fue tan exprés que cometieron exceso de irregularidades
que era para que el juez que conoció de la causa de inmediato los hubiera
liberado”, aseveró el abogado del caso,
José Asunción Granados.
“SI NO VAS DATE POR DESPEDIDO”
Los nombres de los testigos
se utilizarán de la siguiente manera: Brenda “N” víctima; la señora María
Refugio Alamilla, madre de Jesús , uno de los afectados; Carla Coronel, víctima
de la sucursal de León, y el abogado José Asunción Granados.
Carla Coronel, ex empleada de Banco
Azteca acusada de fraude. Foto: Zona Franca.
Carla:
Desde el 2 de julio de 2013,
el gerente Daniel –también involucrado–se acercó a ella y le dijo que tenía que
ir a una convocatoria de México para una capacitación con la finalidad de
conocer la nueva forma de pago. Aunque ella argumentó que ya sabía esto, le
enseñó un correo en el que decía que tenían que viajar el día 3 de julio para
el 4 recibir la capacitación.
Únicamente le mencionó que
irían otras 11 personas.
Brenda:
De igual manera, le mandaron
a hablar el día 2 de julio. “[El] gerente me llamó por teléfono y me dijo que
había un correo y que tenía que asistir a una capacitación que supuestamente
era para gerentes y para los de préstamos”. Ella era subgerente.
“Si no vas te corren, tienes
que ir”, le aseguraron.
Jesús:
Le dijeron que si no iba lo
podrían a correr. Él tenía que cubrir un evento el día de su descanso por el
cual no quería asistir a la capacitación e incluso, momentos antes irse, él
estaba renuente, pero le dijeron: “Si no vas, date por despedido”.
Carla:
El 4 de julio pasaron por
ellos en dos camionetas particulares para llevarlos a Elektra Luna–empresa de
Grupo Salinas–sin saber qué destino les depararía.
“Llega un joven, nunca se
identificó, delgado, cabello chino, y dijo ‘chicos, ¿ustedes son los que vienen
a la capacitación? Pásense de este lado’. Nos hace que salgamos por una puerta
lateral de Elektra Luna, cruzamos un estacionamiento y está el edificio del
Grupo Salinas. Nos piden identificación, toman foto y nos toman nuestras
huellas, nos hacen pasar por un detector de metal…las maletas las hace pasar el
guardia por un lado, nos llevan por las oficinas, nos instalan…”
Ese joven, junto con otro,
dijo que serían ellos quienes darían la capacitación, pero al momento en que
ella estaba escribiendo en su tableta uno de ellos le dice que si podía guardar
su aparato. En ese momento les pidió los celulares y les dijo que los guardaran
todos en una caja.
Posteriormente los llevó a su
hora para comer. Hasta ahí todo habían sido temas de capacitación, pero no les
entregaban los celulares.
“Nos pasan nuevamente al área
de capacitación y llegan unas 10 personas de traje y nos empiezan a amenazar,
llega una que se dice pasar por el apoderado legal nos avienta una libreta, nos
nombra a nosotros cuatro (dos hombres y dos mujeres) y les dijo a los demás que
ya se podían retirar, porque la capacitación ya había dado por terminada”.
Después de eso, cuestionó a
un hombre y les dijo a los cuatro: “Ustedes se quedan porque están implicados
en un fraude” y los amedrentaron.
“Mi shock fue temblar. Brenda
se puso muy alterada lloraba y decía que ella tenía un hijo chiquito que no
entendía qué estaba pasando”.
Brenda:
“Yo vivía de mi trabajo, yo
sacaba adelante a mi hijo de mi trabajo, entonces yo cuidaba mi trabajo…cuando
ellos nos hacen esto yo rogaba y suplicaba que por favor no me hicieran esto
que yo juraba por mi hijo [que] jamás había hecho eso… ellos más nos gritaban y
amedrentaban, nos tenían documentos y a mí me detenían la mano para firmar
documentos [la renuncia] pero con la presión nosotros jamás supimos qué
firmamos, yo realmente no hice la firma por la presión”.
Refirió que a uno de los
hombres lo forzaban con su familia, que si no se declaraba culpable del fraude
se irían contra su familia porque sabían dónde vivían. Le dijeron dónde estaban
ubicados en ese momento.
Cuando los hicieron firmar la
renuncia forzadamente llegó una oficial y esposó a las mujeres y las subió a
una patrulla
“Desde ahí dónde están
nuestros derechos, porque nunca había una orden de aprehensión”, reiteró
Brenda.
Ninguno tuvo un abogado ni
particular ni de oficio, les pusieron a una persona de confianza de Banco
Azteca.
EL PROCESO
El 5 de julio, la mamá Julio “N”
salió a México para buscar a su hijo porque estaba desaparecido. En Banco
Azteca no le daban informes, entonces le dijo a la persona que le contestó el
teléfono: “Yo ya voy para la Ciudad de México, si usted no me dice dónde está
mi hijo, yo voy a meter una denuncia por secuestro y voy a acusar a la empresa
por secuestro”.
En el Ministerio Público le
dijeron que ahí no estaban, pero de pronto en una pantalla salieron los nombres
de los muchachos, pero le señalaron que ya estaban en el reclusorio.
El abogado de las víctimas, José
Granados. Foto: Zona Franca.
El abogado refirió que son 48
horas lo que dura la averiguación, sin embargo, ellos entraron a las 19:00
horas al Ministerio y de pronto las mujeres ya estaban a las 5:00 de la mañana
en Santa Martha Acatitla.
Una vez que la señora María
Refugio fue a la la Suprema Corte de Justicia, quien la atendió fue la persona
que le dio el valor para levantar las denuncias porque cuando mencionó la
empresa Banco Azteca, le dijo: “Salinas Pliego otra vez”, dándole a entender
que ya sabía de más casos similares a los de su hijo.
Pese a que el expediente fue
enviado a Guanajuato, ellos seguían detenidos en la Ciudad de México. El
supuesto delito se cometió en esa entidad.
El abogado señaló que en la
Procuraduría del estado insistieron en la acusación a tal grado que se fueron
hasta la apelación.
Los que nunca se presentaron
ante Derechos Humanos y al juzgado fueron los policías capitalinos.
De la CDHDF los mandaron a la
Procuraduría de Derechos Humanos en Guanajuato, donde no les dieron seguimiento
al caso.
Actualmente el caso ya está
resuelto con libertad absolutoria.
DAÑOS COLATERALES
Las afectaciones para los
cuatro ex empleados de Banco Azteca fueron tanto económicos como psicológicos y
emocionales
“Tú como persona sabes que
eres inocente, pero hay personas muy crueles que suelen dañarte no a ti
directamente pero sí a tus hijos” expresó Brenda, quien aseguró que después de
casi dos años su hijo todavía no lo ha podido superar pese a estar en terapia.
Dijo que su hijo recibió burlas y maltratos de sus compañeros, por lo que tuvo
que cambiarlo a otra escuela porque era “mucho el sufrimiento”.
Por su parte, Carla
actualmente tiene un trabajo, pero no es el sueldo que ella estaba acostumbrada
a ganar, sus hijas de estar en escuelas particulares ahora están en escuelas
públicas y aseveró que no le alcanza para sus gastos.
“Rehacer lo que dejamos
atrás, pero al 100 por ciento no se puede, un daño colateral que no sólo te
daña a ti, sino a quienes te rodean”, reiteró Carla.
ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR
SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE Zona Franca.
(SIN EMBARGO.MX/ REDACCIÓN / JULIO 12,
2016 - 8:39 AM)
Debemos ir aprendiendo más temas como el de esta noticia que siempre nos ayudan.
ResponderEliminar