jueves, 10 de diciembre de 2015

PROSTITUCIÓN EN MEXICALI: EL TEMOR A LA VIOLENCIA


Las mujeres dedicadas al sexo-servicio en la Zona Centro de Mexicali viven entre la crisis económica y el temor de ser agredidas, muchas han migrado a otras zonas de la ciudad y otras más optaron por los lugares cerrados –como casas de masaje o casas clandestinas– o hacia las redes sociales y el contacto vía celular, pero quedan fuera de las necesarias revisiones sanitarias

(EDICIÓN IMPRESA) En Mexicali hay un padrón de cerca de mil 800 personas –apenas 10 son varones– que ejercen el sexo-servicio. Están registrados en el Módulo de Servicios Médicos Municipales, lo que implica que cada dos semanas tengan que acudir a revisión sanitaria, pero más de 600 no lo hacen de manera periódica.

De estas mujeres dedicadas al sexo-servicio –sobre todo en la Zona Centro– alrededor de 600 tienen entre 18 y 25 años de edad, pero las hay hasta de la tercera edad. “Yo lo que hago es entremeterlos, les platico, les cuento charras, gano lo de la ficha y me aviento mis cervezas de gorra”, confió a un conocido una de estas mujeres de 66 años de edad.

De acuerdo a los registros cerca del 40 por ciento son bajacalifornianas y le siguen las sinaloenses con el 16 por ciento, luego Veracruz, Michoacán, DF, Guerrero y hay también extranjeras de Venezuela, Guatemala y Honduras.

“Cada vez tienen menos trabajo”, sostiene Altagracia Tamayo, del Comité Binacional (Cobina), un organismo que presta apoyo no solo a sexoservidoras, sino también a indigentes y migrantes en la Zona Centro. De acuerdo a la activista, tan solo en el Centro de Mexicali llegaron a ubicar a cerca de 4 mil trabajadoras sexuales, pero ahora una buena parte ha migrado a otras esferas, sea contactadas por celular o quienes optaron por internet y Facebook, lo que implica que sea más difícil el que sean revisadas medicamente.

“Los servicios cada vez son más violentos, los clientes cada vez más agresivos”, asegura la activista, quien aún recuerda la ola de asesinatos de mujeres dedicadas al sexo-servicio entre el 2008 y el 2011 –calcula que fueron 8 asesinatos tan solo en el 2009– y sumaron 19 los documentados. Hubo casos de violencia extrema donde las mujeres no solo fueron golpeadas, poli-traumatizadas y asesinadas, sino además descuartizadas, cercenadas y sus restos abandonados en varios puntos de la ciudad.

Aparte se han manejado casos de mujeres desaparecidas en ese mismo lapso, pero dado que la mayoría son foráneas y sin familiares cercanos, nadie ha insistido en la violenta ausencia. La mayoría de estos casos no han sido investigados ni resueltos desde la Procuraduría General de Justicia del Estado.

COBINA: “MÁS VIOLENTOS, MÁS GROSEROS”


En las oficinas de Cobina, Altagracia Tamayo refiere el 2009 y los ocho asesinatos de ese año. “Vimos que la violencia de género había cambiado la sistemática de los clientes del trabajo sexual, ya se estaban volviendo más violentos, mas groseros”, explica la activista mencionado que cuando empezaron a entrevistar a las trabajadoras sexuales exponían que “las peticiones ya habían subido de tono”, masoquismo, golpes, flagelos.

En cuanto a la protección refiere que la mayoría de las trabajadoras sexuales ya se han acostumbrado al uso de preservativo, incluso ahí mismo en Cobina entregan mensualmente cerca de cinco mil condones que les llegan a través de Jurisdicción Sanitaria del Sector Salud. Tamayo comenta que, en el mismo Centro hay diferencia entre las zonas de “trabajo”, por ejemplo los que se ubican entre Morelos y Zuazua son transexuales y travestis –de hecho entre las muertas cercenadas hubo dos transexuales–. En la Lerdo, son mujeres.

Calcula Tamayo que en el 2009 había cerca de 4 mil trabajadoras sexuales, pero ahora quedan solo cerca de 420, 450 ahí en la Zona Centro, el resto se contacta con sus clientes vía celular. De las agresiones refiere que lograron documentar 19 casos de trabajadoras sexuales asesinadas –de 2008 a la fecha– en un expediente que entregaron al entonces titular de la Procuraduría de Derechos Humanos, Heriberto García García, quien no resolvió. Solo se quedó con el documento: “Mientras el gobierno no tenga voluntad de hacer un programa integral de prevención a la violencia de género y no nomás a los ciudadanos que dicen que son de primera, no va a quitarse muchas cosas de zona centro”.

Propone entre otras cuestiones, instalación de casetas policíacas para la protección de los ciudadanos.

MÓDULOS: MIL 772 REVISADOS EN EL AÑO

Gerardo Landaverde Trejo es el Coordinador de la Clínica de Infecciones de Transmisión Sexual de los Servicios Médicos Municipales –mejor conocida como “El Módulo”–, instalada en la Zona Centro pero con servicios similares en San Felipe, Algodones y el poblado conocido como Kilómetro 57.

El médico dice que tiene un padrón de usuarios –entre enero y octubre de este año– de mil 772 personas revisadas (diez son hombres) y la norma marca que deben acudir cada 15 días a realizarse exámenes vaginales. Los exámenes consisten en inspección visual, exudado vaginal, cada tres meses un examen Graham de laboratorio y cada dos meses pruebas de sangre para procesar hepatitis C, VIH y sífilis. El Papanicolaou se realiza cada seis meses durante dos años y según la Norma Oficial Mexicana si resulta negativo se puede variar a realizarlo cada tres años.

Los servicios son gratuitos si una persona acude puntual a las citas, en caso contrario debe pagar 90 pesos. Su radio de acción incluye bares que manejan “fichas”, “tables” de la zona periférica de Mexicali, San Felipe y el Valle.

El doctor Landaverde comenta que “ha mejorado la asistencia”, mencionando que el último mes acudieron mil 140 personas de las cuales 600 tuvieron que pagar. “En esta administración la indicación es no ver lucro, sino ver servicio”; además que llega mucha población flotante, o quienes solo trabajan durante las vacaciones escolares.

De las revisiones expone que es frecuente que encuentren una bacteria llamada garnerella, también cándida. De las pruebas de VHI dice que en este año solo han detectado un caso, 3 de hepatitis y 83 de papiloma. Explica que por ley deben notificar a la Secretaría de Salud, instancia que le toca el seguimiento.

En lo que va del año han entregado 102 mil preservativos; con todo y que algunas mujeres que trabajaban en bar ahora lo hacen con contacto vía telefónica, siguen acudiendo a revisión, aunque el dato de las que “trabajan por fuera” no hay manera de dimensionarlo.

En cuanto al perfil de origen dice que de ese padrón de mil 772, el 39.52 por ciento son de Baja California, 16.25 vienen de Sinaloa, 13.92 de Veracruz, 3.34 de Michoacán, 2.37 del Distrito Federal y 1.92 de Guerrero. De otros países hay ocho casos, entre Venezuela, Honduras y Guatemala.

Entre los grupos de edad el especialista menciona que entre 18 a 25 años hay 580 mujeres, de 26 a 33 son 593 –los dos grupos más amplios– y de ahí de 34 a 41 años hay 344 mujeres, de 42 a 49 son 165, de 50 a 57 años hay registro de 69, de 58 a 65 años son 18 y complementan con 3 mujeres de 66 años.

El doctor Landeverde explica que la revisión de tarjetas le toca realizarla a personal del Módulo –hay solo dos personas–, que se encargan de la verificación, aunque directamente no multan, dado que la sanción le toca aplicarla al departamento de Alcoholes, que depende de la Secretaría del Ayuntamiento.

NECESARIO REGLAMENTAR

Carlos Martínez, del Consejo Estatal de la Diversidad Sexual, comenta que ellos como grupo se han abocado a capacitar a las sexoservidoras en caso que sean agredidas, violentadas.

“Se ha mencionado que han bajado las agresiones, los incidentes en la Zona Centro, pero no hay que perder de vista que ha bajado el trabajo sexual en esa zona”, dice en relación a que ahora las mujeres han optado por migrar a redes sociales. El activista considera que aparte las trabajadoras sexuales han enfrentado el acoso oficial, hay retenes de fines de semana que asustan a los clientes.

“Las trabajadoras sexuales han optado por salir de la Zona Centro, se han ido a las salas de masajes, las casas clandestinas y las redes sociales como Facebook y WhatsApp”, asegura Martínez, quien explica que hay otros factores que tienen que ver con la violencia hacia estas mujeres, como el consumo de drogas, tanto en los clientes como en las mismas muchachas.

Insiste en que la cuestión económica ha pegado mucho en el trabajo sexual, refiriendo que hay mujeres que hacen un “servicio” hasta por 150 pesos.

Recuerda que hace poco hubo una denuncia de trata a una persona que estaba promoviendo muchachas a través de las redes sociales, pero los investigadores descubrieron que las muchachas se promocionan a sí mismas, el sujeto solo les apoyaba técnicamente con la página de internet.

“Hay muchas madres solteras que para evitar ser descubiertas por familiares, hacen sus Facebook clandestinos y se promueven por ahí, es más seguro”, comenta Martínez. Otra nueva modalidad es que venden fotos y videos también por Facebook ya que suben su catálogo, el cliente escoge, va y paga en un Oxxo y recibe la imagen.

Aparte comenta que las trabajadoras sexuales ahora enfrentan una nueva adicción, los casinos. Martínez cuestiona el servicio de salud que otorga el Ayuntamiento, ya que desde su punto de vista no se otorgan preservativos como se hacía antes, la revisión no es rigurosa y hay falta de recursos. Asegura que en el Valle –como en el Kilómetro 43– ya no se está haciendo el trabajo municipal de salud, tampoco en San Felipe.

Considera que es un tema de salud donde el gobierno del estado también debería entrarle al quite, “Sigue teniendo control los Ayuntamientos, y dista mucho lo que se necesita para el trabajo sexual. En Baja California el trabajo sexual no está ni legalizado ni reglamentado en ningún aspecto, creo que sí se debería reglamentar”

Martínez considera que ni partidos ni alcaldes le han querido entrar al tema por el posible costo político de organizar una zona de tolerancia, de atender el tema de salud. “Es una situación que existe, que ahí está y que le está costando a la sociedad un problema”.

De los casos de sexoservidoras asesinadas, señala que todo ese tema quedó en el olvido, “Como son trabajadoras sexuales nadie vela ni pide por ellas, ni insiste, muchas no tienen familias aquí, vienen de afuera. ¿Qué pasa con cada uno de los casos tanto de las desaparecidas como las que fueron asesinadas? No hay un seguimiento”.

TRABAJADORAS SEXUALES ASESINADAS, TODAS DE LA ZONA CENTRO

21 de junio de 2013.- Asesinada a golpes, encontrada en un lote baldío en la Colonia Santa Clara.

13 de junio de 2011.- Concepción Peinado, 35 años, localizada en el Hipólito Rentería, frecuentaba bares de la Zona Centro.

Octubre de 2010.- Guadalupe Beltrán Olmos, encontraron parte del cuerpo en el basurero del ejido Hipólito Rentería y cabeza cercenada en Pueblo Nuevo, cerca de la Zona Centro.

18 de febrero de 2010.- Rocío, fue salvajemente golpeada y encontrada en una zona aledaña al Ejido Hipólito Rentería.

18 de septiembre de 2009.- María Dolores Nuño Ibarra, primero se localizó un tórax femenino cercenado en el callejón Nayarit, cerca de la Zona Centro, días después encontraron las piernas.

10 de mayo de 2009.- Esther Calderón Pérez, la encontraron en un dren de la parte sur de Mexicali.

17 de mayo de 2009.- Esperanza Valenzuela Pérez, 62 años, cobraba 200 pesos.

9 de enero de 2009.- Blanca Elizabeth Hernández, de 31 años, encontrada en un canal cercano a la colonia Gabriela Mistral, Zona Poniente.

Diciembre de 2008.- María de Los Ángeles Salazar “La Chapis”, encontrada en un canal en la zona de Las Misiones, en la parte poniente.

Octubre de 2008.- Gloria Partida León, de 35 años, asesinada a golpes en Villas del Rey.

21 de septiembre de 2008.- Vilma Arellano Díaz, de 48 años, fue arrojada a un canal aledaño a la colonia Gabriela Mistral, al poniente de Mexicali.

(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/ Sergio Haro Cordero / Fotos. Sergio Haro/   09 de Diciembre del 2015 a las 18:51:10)


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