lunes, 7 de diciembre de 2015

DOS SINDICATOS Y UNA ALIANZA, EN SAN QUINTÍN



Los problemas de los jornaleros en el Valle de San Quintín no se han solucionado; los acuerdos firmados por la SEGOB no se han cumplido y persisten las divisiones de los trabajadores, a quienes ni siquiera les han podido fijar sueldos. Con todo, el gobernador del Estado dice que él ya hizo su parte, con la primera piedra para la construcción de una guardería y otras promesas sin cumplir

Si bien, aún no se cumplen la mayoría de los puntos de los acuerdos firmados entre el Gobierno Federal y el movimiento de jornaleros en San Quintín, ya se han conformado no uno, sino dos sindicatos nacionales, además de la Alianza de Organizaciones que mantiene su postura del boicot económico internacional, ya que las condiciones de explotación siguen igual en los campos del sur de Ensenada.

Todavía es hora en que no se ha llevado a cabo el compromiso de categorizar a las empresas agrícolas para determinar cuáles tienen la posibilidad de pagar 150, 165 o 185 pesos por día, mientras las autoridades municipales “no tienen vela en el entierro”, el Gobierno del Estado dice que ya cumplió con su parte, y la Federación, a través del subsecretario de Gobernación, Enrique Miranda Nava, ya ni siquiera responde las llamadas o mensajes de texto enviados por los voceros de la Alianza, según denunció Fidel Sánchez, líder del movimiento.

Apenas el 4 de noviembre pasado en la Ciudad de México se autorizó el registro del  Sindicato Nacional Independiente de Jornaleros Agrícola y Similares, que promovido por el jefe de Gobierno defeño Miguel Ángel Mancera, quedó conformado en su mesa directiva por disidentes de la Alianza de Jornaleros, encabezado por Enrique Alatorre, además de Justino Herrera, Lucina Hernández y Fermín Espinoza, quienes terminaron peleados con Sánchez al considerar que traicionó el movimiento.

Tres semanas después, el 28 de noviembre, en Tijuana se llevó a cabo la asamblea constitutiva para el Sindicato Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas, con Lorenzo Rodríguez Jiménez como secretario general, aunque promovido por Fidel Sánchez.

Sánchez denunció que en el caso del primer sindicato, encabezado por los disidentes, es una maniobra del titular del gobierno del Distrito Federal para capitalizar votos para un partido político que ya está en la lona como el PRD: “San Quintín se presta porque habemos 80 mil jornaleros y ese es un voto mayoritario que puede llevar a Mancera a la presidencia”.

Señaló el vocero a Carlos Hafen -agricultor que ha sido candidato del Partido de la Revolución Democrática y que en su momento presumió que era el único que pagaba a 200 pesos la jornada- y a los disidentes de la Alianza como los verdaderos traidores de la lucha: “La ‘tirada’ de estas personas se vio desde el primer momento que se atrevieron a enfrentarse conmigo y rechazar el que yo buscara apoyo de organizaciones campesinas democráticas, porque van en busca de puestos públicos para el 2016”.   

Sánchez tachó de ilegal al Sindicato Nacional Independiente de Jornaleros Agrícolas y Similares formado por Justino Herrera, porque de entrada no pidió la opinión de los trabajadores agrícolas y porque se violó el Artículo 365 de la Ley Federal del Trabajo, que estipula que los miembros deben acreditar que tienen una relación laboral con alguna empresa y los disidentes no la tienen: “Si pudieron violar este artículo, qué se puede esperar de esta gente”.

En cambio, afirmó que el Sindicato Independiente Nacional Democrático de Jornaleros Agrícolas sí es auténtico porque está integrado por verdaderos trabajadores del campo y que además agrupará a personas de Morelos, Sonora, Distrito Federal y Estados Unidos: “Ni Fidel Sánchez, ni Bonifacio, ni Juan Hernández, ni Juan Martínez, ninguno de los voceros quedamos dentro del sindicato”, precisó.

Enrique Alatorre, secretario general del otro sindicato, negó las acusaciones de Sánchez: “Somos independientes, porque andan diciendo que es del PRD, eso sí póngalo en primera plana, no queremos que se confunda la gente, el sindicato no es de nadie, perdón… ahí sí la regué, sí es de alguien, es de los jornaleros”.

Lo que sí, es que ahora traen una línea distinta a la de la Alianza y a la del sindicato promovido por su vocero: “Estamos en contra del boicot y manifestaciones y todo eso, ya no tenemos por qué manifestarnos, ahora tenemos que luchar con esta herramienta que tenemos en la mano”.

Por lo pronto Fidel Sánchez advirtió que rechazan la categorización de “A”, “B” y “C”, propuestas por las autoridades del Trabajo para establecer la capacidad de las empresas y solo reconocerán la “A” y “B”, pues todas tienen de 100 empleados para arriba. Consideran que 120 empresas están en capacidad de pagar los 180 pesos, 43 los 165 pesos, y ninguna los 130 pesos.

Instó para que los gobiernos del Estado y Federal de una vez por todas resuelvan: “Si no hay solución contundente, no habrá paz para el gobierno”, sentenció.

Por su parte, al ser cuestionado sobre sus compromisos para el movimiento de San Quintín, el gobernador Francisco Vega de Lamadrid respondió que él ya cumplió su parte y mencionó obras como la estancia infantil de la que ya se puso la primera piedra y tendrá un costo de 10 millones de pesos, así como otros 10 millones para un gimnasio.     

“Nosotros hemos cumplido al pie de la letra, y no solamente eso, sino que presenté un plan de desarrollo adicional al estatal con una inversión de mil 700 millones de pesos, dentro de ello está la planta desaladora de agua para San Quintín”, presumió Kiko.       

Agregó: “Los de la Alianza traen su camino traen su ruta, nosotros estamos para apoyar lo que la Ley nos permita, pero a su vez estamos muy pendientes porque nadie podemos manejarnos al margen de la Ley”.

Lo paradójico es que entre las obras presumidas por el Ejecutivo está la pavimentación de 10 kilómetros del camino de terracería que lleva a la bahía de San Quintín, donde se ubica el exclusivo restaurante turístico y  museo para norteamericanos -que suelen llegar hasta en avioneta- Molino Viejo, con lo que finalmente se sigue beneficiando a los empresarios agrícolas, en este caso a los propietarios la familia Rodríguez, los mismos de Rancho Los Pinos.

Alatorre, líder del sindicato de los disidentes, reprochó al respecto: “En un papelito le dije al gobernador que le aplaudo porque se fijó en San Quintín, pero que esos 10 kilómetros para el Molino Viejo que mejor los divida en diez colonias. También dijo que iba a ser un paraíso de San Quintín, y le digo que tampoco queremos paraísos; queremos hospital, escuelas de tiempo completo, guarderías…”.


(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/ Juan Carlos Domínguez / Fotos. Ramón T Blanco V/   07 de Diciembre del 2015 a las 12:00:44)

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