MÉXICO,
D.F. (proceso.com.mx).- Habitantes de El Comedero, Sinaloa denunciaron que
durante el operativo de la Marina para capturar a Joaquín El Chapo Guzmán,
además de vivir momentos de terror, los elementos dispararon contra sus
viviendas y sufrieron daños en sus propiedades.
La
Semar instrumentó hace días un cerco militar en la sierra de Durango con el
objetivo prioritario de recapturar a El Chapo, líder del Cártel de Sinaloa,
quien escapó del penal de máxima seguridad del Altiplano el pasado 11 de julio.
Los
operativos de la Marina, que iniciaron hace una semana, provocaron el
desplazamiento de decenas de familias de Tamazula, Durango, hacia la comunidad
sinaloense de Cosalá.
De
acuerdo con habitantes de varios poblados en la zona, helicópteros navales
habrían atacado desde el aire a la población civil, lo que motivó su
desplazamiento en busca de refugio.
Un
ama de casa de El Comedero, entrevistada por AFP, narró que la lluvia de balas
empezó en el momento que ella preparaba tortillas y que, asustada, fue a buscar
a su bebé, pero que los helicópteros de la Marina continuaron disparando con
más intensidad.
Ayón
Mendoza, de 24 años, explicó que ella no entendía el motivo de la balacera.
A
pesar de que el gobierno negó que hubiera ataques a los pobladores, la casa de
Ayón resultó con decenas de impactos de bala y su vehículo calcinado.
Su
esposo Gonzalo Elías Peña denunció el hecho ante la Fiscalía.
La
pareja se vio obligada a huir del pueblo y caminar “sin comer ni tomar agua”
durante cuatro días seguidos con su hija de dos años por la Sierra Madre
Occidental.
El
matrimonio finalmente llegó a Cosalá, donde en los últimos días han llegado
buscando refugio unas 600 personas de empobrecidas comunidades serranas del
municipio de Tamazula, que denuncian haber sufrido episodios similares, reportó
la agencia informativa AFP.
Ayón
Mendoza relató que se vieron forzados a caminar a oscuras debido a que los
militares disparaban a cualquier lugar donde veían luz.
“Salió
en el periódico que supuestamente le andaban buscando (a El Chapo), pero ahí
conmigo no estaba y casi nos matan esos güeyes”, dijo su esposo Gonzalo.
La
Comisión Nacional de Seguridad (CNS) admitió que El Chapo Guzmán logró burlar el
operativo federal desplegado para su captura, aunque en su huida se produjo
lesiones en la cara y una pierna.
Una
vecina de la comunidad de El Verano mostró incrédula en su celular fotografías
de los balazos que quedaron en su casa, resultado de una supuesta balacera de
la Marina la tarde del 6 de octubre, posterior a la de El Comedero y El Limón.
En
las imágenes de la casa de Marta Marbella se observan al menos una docena de
agujeros en el techo, otros tantos en las paredes, en la puerta y también en el
baño exterior donde la mujer trató de resguardarse con su bebé.
La
madre de familia narró cómo el helicóptero se paraba y disparaba directamente a
la casa.
“Tenía
miedo, gritaba, lloraba, pero yo sabía que era inútil”, dijo la mujer de 32
años.
En
tanto que Francisca Quintero Sánchez, de 40 años, se escondió con sus tres
hijos debajo de la cama cuando se desató “la lluvia de balas” durante alrededor
de una hora, según relató a AFP.
La
mujer aseguró que temía que los fueran a matar y agregó que los uniformes de
quienes disparaban decían claramente que pertenecían a la Marina.
“Creen
que somos tontos porque somos de rancho pero sí sabemos leer y escribir”, dijo
Francisca.
Las
mujeres acudieron a hablar con miembros de la Marina, quienes argumentaron que
estaban buscando “a una persona que venía con mucha gente” y aparentemente
admitieron que abrieron fuego porque habían sido atacados, situación que ellas
niegan.
“Que
la Armada disparó sobre casas de la población civil es falso (…) (pero)
obviamente cuando se encuentran con gente que dispara, van a repeler la
agresión”, dijo a la AFP una fuente del gobierno federal que pidió el
anonimato.
En
tanto, la Secretaría de Marina negó la violación de derechos humanos hacia
pobladores de Durango que se han desplazado hacia Cosalá.
En
un comunicado informó que sus elementos permanecerán en la sierra de Durango y
Sinaloa y que su objetivo es restablecer el orden en la zona.
En
un audio publicado por el diario El Debate, proporcionado por pobladores que
vivieron al menos dos minutos de terror, se escuchan disparos de armas de
fuego, lamentos y un niño preguntando “Papá, ¿Por qué nos matan?”.
(PROCESO/
LA REDACCIÓN/ 18 DE OCTUBRE DE 2015)
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