La
mañana del lunes pasado, los hermanos José Abraham y David Rey agarraron una chamba de ida y
vuelta. Se iba a tratar de algo fácil: hacer encuestas sobre tortilla procesada
en la comunidad de Ajalpan, Puebla. Sin embargo, no lograron regresar con vida.
Los
hermanos Copado Molina fueron despedidos por familiares, amigos y compañeros la
madrugada de este jueves. Foto: Cuartoscuro.
Ciudad
de México, 22 de octubre (SinEmbargo).- José Abraham Copado Molina tenía 30
años y su hermano, David Rey, 39. Eran encuestadores. El primero con meses de
experiencia y el segundo con 20 años dedicado a ese oficio. No contaban con
prestaciones de Ley porque trabajaban como freelancers. Les pagaban por
cuestionario entregado entre 25 y 50 pesos, según el tipo de proyecto. Pese a
ello, a las inclemencias del tiempo y a los peligros del camino, así se ganaban
la vida.
Llevaban
alimento y prosperidad a su familia al ir en busca de la información a los
confines del país, muy a pesar de la violencia y el odio. Y el rechazo. Y la
desconfianza. Y lo que fuera. Ellos tenían que hacer las encuestas. De aquella
exploración de campo dependían la oferta y la demanda del mundo al que
pertenecían. Aquellos datos podrían traducirse, por decir algo, en programas
sociales, en la tendencia del voto, en las mejoras de cientos de productos o
servicios. Y hubieran seguido, pero el horror, aquel que impera en México, los
alcanzó.
La
mañana del lunes pasado agarraron una chamba de ida y vuelta para la empresa
Marketing Research and Service S.A. de C.V. Se iba a tratar de algo fácil:
hacer encuestas sobre tortilla procesada en la comunidad de Ajalpan, Puebla.
Pero no lograron regresar con vida, porque en aquel remoto lugar fueron
golpeados hasta la muerte.
Los
pobladores confundieron a José y Rey con secuestradores. Los lincharon y
prendieron fuego frente a los policías que, momentos antes, los habían detenido
e interrogado.
“Cometieron
el peor de los delitos: mataron a dos personas inocentes sin derecho a
defenderse”, dijo Pablo Copado Molina durante el velorio de sus hermanos.
Fueron despedidos por familiares, amigos y compañeros del gremio, la madrugada
de este jueves, al sur de la Ciudad de México.
Pablo
Copado dijo que la Policía Municipal no auxilió a sus hermanos; tampoco la
policía estatal, a pesar de que atendieron la petición de refuerzo. Sólo se
quedaron en la entrada del pueblo.
Este
día, el medio poblano e-consulta pública el testimonio de agentes estatales que
confirman que sí fueron avisados con tiempo, pero al momento de llegar se
vieron rebasados por la turba. El Gobierno de Rafael Moreno Valle, a su vez,
informa este jueves que asumirá la seguridad pública por 180 días para
garantizar el orden público y el esclarecimiento de los hechos.
El
mayor de los hermanos Copado expresó en la madrugada de este día su indignación
por lo ocurrido y pidió a los tres órdenes de gobierno atender este caso para
que no quede impune. Y agregó que no es la primera vez que se comente una
barbarie de esta naturaleza, pues debido a la violencia que se vive en el país
los encuestadores corren esta suerte.
“El
gobierno no ha querido resolver esta situación de violencia, por eso la gente
vive con miedo”, comentó Pablo.
Sobre
los agresores, Pablo Copado Molina dijo que no se trató de un grupo de personas
ignorantes, sino de asesinos violentos que actuaron sin corroborar información
y sin dar pausa para que sus hermanos se identificaran.
–La
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) habló que hay responsabilidad
por el Gobierno de Puebla en este caso, ¿Qué opina? –se le preguntó.
–Yo
no he estado al tanto de eso, pero mire [señala de un lado a otro], aquí no hay
nadie de la CNDH, ni se han aparecido o acercado. Lo cierto es que el
Gobernador de Puebla [Rafael Moreno Valle Rosas] tiene que atender su estado en
lugar de andar buscando ser candidato a la Presidencia. Nosotros le exigimos
justicia.
–¿Han
pensado acercarse a alguna institución para pedir la reparación integral del
daño?
–No
lo hemos pensado, todavía. Pero Rey, quien era el proveedor del hogar, dejó a
su esposa y a dos niños de año y medio, y por ellos es posible que en un futuro
pensemos en solicitar ayuda.
–Se
ha difundido una fotografía sobre una credencial que relaciona a Rey con la
Universidad Tecnológica de Tulancingo, ¿sabía si hay alguna relación entra la
escuela y su hermano?
–No
sé de dónde salió esa credencial. Mi hermano era encuestador. No hay vínculo
con esa universidad.
Las
indentifiaciones de los hermanos José Abraham y Rey David Copado Molina que
circulan en redes.
Rey
Copado Molina llevaba casi la mitad de su vida trabajando en campo, como se le
dice en el gremio. Iba a la sierra o la costa, al valle o al desierto, y
preguntaba a la gente sobre productos, servicios, preferencia política o
religiosa, de todo. Trabajó esos años para infinidad de empresas, las cuales
eran contratadas para brindar información a partidos políticos, gobiernos,
refresqueras y demás.
Sus
amigos lo recuerdan como un trabajador responsable y muy entregado. “A nosotros
nos dan viáticos cada vez que salimos, pero Rey, pensando en sus dos gemelos y
su mujer, siempre ahorraba todo. Lo importante para él era cumplir en su casa”,
dijo una de sus compañeras.
A
José Abraham Copado pocos lo conocían porque era el nuevo. Llevaba meses como
encuestador temporal; sin embargo, aquellos que lo conocieron lo recuerdan como
una persona amable, alegre y trabajadora. A diferencia de su hermano él estaba
soltero.
Sus
colegas contaron a SinEmbargo que su trabajo es de alto riesgo, pues ello
incluso entran a poblado donde la policía ni siquiera se asoma.
“Hemos sido perseguidos, golpeados, acosados, nos han
tachado de vender votos, o de secuestradores. Nadie sabe de nosotros: somos
como fantasmas. Incluso las propias empresas y los gobiernos nos olvidan, a
pesar que somos quienes llevamos la información. Nadie le informa a los
ciudadanos que tal mes o tal día iremos a encuestarlos, como lo hacen con el
Censo. No hay campañas informativas; porque los 360 días estamos trabajando. Lo
otro es que, a pesar de los riesgos estamos desamparados. Todos aquí trabajamos
como independientes: un día para una empresa y mañana para otra”, comentó Sara
Salinas, compañera de Rey.
Durante
el velorio de los hermanos Copado, sus colegas exigieron justicia. Foto:
Cuartoscuro.
Durante
el velorio de los hermanos Copado, sus colegas los despidieron con aplausos. Y
exigieron justicia. A pesar del luto, aseguraron sentirse indignados.
“No
queremos una muerte más. Si no quieren darnos encuestas nosotros respetamos,
pero pedimos respeto. A veces las personas se asustan porque llegamos a sus
casas y les preguntamos cosas, pero pueden llamar a las empresas para salir de
dudas. No es justo que siempre nos quieran ver como delincuentes, si somos
nosotros quienes llevamos la información, no sólo de productos, sino de
servicios y encuestas de salida en las elecciones. Esto no puede seguir así.
Lamentamos la pérdida de nuestros compañeros, pero exigimos justicia, que
paguen los culpables”, dijo una encuestadora, quien aseguró tener más de 30
años de trayectoria.
Los
trabajadores de encuestadoras aseguraron que en su labor son perseguidos y
acosados, tanto por pobladores como por autoridades y hasta por el crimen
organizado.
“El
año pasado mataron a uno de nosotros en Guerrero, otros dos de Parametría
fueron levantados, a otra compañera la encañonaron… Queremos que se le informe
a la población nuestro trabajo, para que la gente sepa lo que hacemos. Que no
desconfíe, porque gracias a nosotros a veces le llegan las mejoras o los
servicios que tanto necesita. No somos delincuentes, de hecho los delincuentes
no llegan a preguntar”, detalló una compañera de los hermanos asesinados.
Ante
la indignación y el reclamo por el crimen contra sus compañeros, el gremio de
encuestadores realizará una manifestación pacífica el próximo 31 de octubre.
Aún no hay lugar y fecha precisa, pero adelantaron que podría ser después del
mediodía y partiría de la Glorieta de Insurgentes.
Tras
el linchamiento de los dos hermanos, la Asociación Mexicana de Agencias de
Investigación e Inteligencia de Mercado (AMAI) y el Colegio de Especialistas en
Demoscopia y Encuestas (CEDE) pidieron a las autoridades garantizar la
seguridad de los encuestadores a nivel nacional.
Las
encuestadoras exigieron al Gobierno Federal que se establezca una mesa de
trabajo conjunta para coordinar esfuerzos para enfrentar la problemática. Las
instituciones expresaron su preocupación por las consecuencias y significado
que este tipo de sucesos puedan tener en la industria de investigación de
mercados, medios y opinión pública.
“Vemos
con preocupación que nuestro personal, que recorre todos los días ciudades y
pueblos del país para hacer encuestas, entrevistas, etnografías, sesiones de
grupo, entre otras actividades de investigación, se enfrenta a condiciones cada
vez más riesgosas como fruto del clima de inseguridad y violencia que impera en
nuestro país”, informó por medio de un comunicado.
Los
pobladores quemaron a los jóvenes sin que ninguna autoridad interviniera. Foto:
Especial
El
Edil de Ajalpan, Gustavo Lara Torres, informó que tras la denuncia de los
pobladores sobre sujetos sospechosos, la Policía Municipal abordó a los encuestadores
y se identificaron con su credenciales de elector y del trabajo.
“Eran
dos personas sospechosas que estaban realizando una encuesta, ese fue el
reporte, nada más dijeron así, que estaban haciendo muchas preguntas y que era
una encuesta, pero nada más”, indicó a su vez el director de la Policía
Municipal de Ajalpan, José Manuel González.
Para
evitar que fueran agredidos por los pobladores, los encuestadores fueron
retenidos en la comandancia ante la insistencia de que eran los responsables de
un intento de secuestro en contra de una menor.
Los
habitantes de Ajalpan tocaron las campanas de la iglesia y un contingente de
más de mil personas se agrupó en el lugar para después arremeter en contra de
las instalaciones del Palacio Municipal y vehículos oficiales.
La
turba sacó a los hombres de los separos, pese al arribo de la Policía Estatal y
de municipios aledaños. Posteriormente los hombres fueron torturados y quemados
en la explanada municipal.
Hasta
el momento hay 25 personas involucradas en los hechos que ya fueron
identificadas, según dio a conocer el Alcalde. Detalló además que previo al
linchamiento en las redes sociales circularon rumores sobre robo de niños en el
municipio, lo que, consideró, creó pánico en la población.
La
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) refirió ayer que el fenómeno
linchamiento o de la justicia por propia mano y la ”frecuencia con que el
fenómeno del linchamiento se ha presentado en el estado de Puebla evidencia la
fragilidad del Estado de derecho”, el cual establece los procedimientos a
seguir para juzgar las conductas delictivas de las personas.
“A
los ojos del país y del mundo se pone de manifiesto la existencia de sociedades
que no sólo muestran su falta de respeto a la ley, sino que recurren a vías
injustas para aplicar la justicia. Nada hay que respalde o justifique esas
conductas bárbaras en nombre de la justicia, ni aún en aquellos casos en que se
puedan regir por usos y costumbres, porque toda conducta tiene como límite los
principios de la Constitución General de la República, el respeto a los
derechos humanos y, de manera relevante, el respeto a la vida, la dignidad e
integridad de las personas”, recalcó por medio de un comunicado.
La
CNDH mencionó que de acuerdo con distintos medios de comunicación durante 2015
han ocurrido al nueve hechos similares en el estado sin que existan evidencias
de que las autoridades hayan intervenido para impedir los linchamientos.
“Debe
tomarse en cuenta la señal de alarma para evitar la repetición de
manifestaciones de acarree agresivo y para subrayar que todos debemos
permanecer dentro del margen de la ley”.
El
organismo expresó que rechaza todas las formas de violencia y expresó su deseo
porque los gobiernos de Puebla y del municipio de Ajalpan frenen este tipo de
conductas y reoriente a la sociedad por el camino de la ley.
El
Secretario General del Gobierno de Puebla, Jorge Benito Cruz, fue avisado de
los hechos ocurridos la noche del lunes en el municipio de Ajalpan.
En
entrevista en el programa El juego de troles, transmitido por los diarios
Central, Cambioy la Revista 360º, el Presidente Municipal Gustavo Lara Torres,
dijo que el funcionario estatal fue notificado de que ocurrían desmanes en ese
municipio dos horas ante de que los hermanos José Abraham y Rey David Copado
Molina fueran asesinados.
El
Edil refirió que fue entre las 21:00 y a las 22:00 cuando una turba sacó a los
jóvenes de la comandancia para después matarlos a golpes e incinerar sus
cuerpos en la plaza pública. Lara Torres dijo que la Policía Estatal llegó a la
comunidad hasta las 23:30 horas.
“Yo
hablé con el Secretario de Gobierno. Me dijo que ya venía para acá la ayuda,
pero nunca llegó […]. Yo no estaba en la Presidencia porque salí a comer a 10
minutos de ahí, me informaron por teléfono que la gente estaba tomando el
Ayuntamiento e inmediatamente pedí ayuda”, explicó el Alcalde de Ajalpan.
–Con
información de Fernando Maldonado.
(SIN EMBARGO.MX/ SERGIO RINCÓN / OCTUBRE
22, 2015 - 10:21H)
No hay comentarios:
Publicar un comentario