De
visita en Ensenada, el titular del Instituto reveló a ZETA que trabajan en la
construcción de casas de 50 metros cuadrados -actualmente llegan a 38 metros
cuadrados-, que el sistema de renta de viviendas a precios de 200 a 500 pesos
ha funcionado; que en tres años han entregado más de un millón 360 mil créditos
por más de 360 mil millones de pesos. La que dirige, asegura, es una
institución sólida que al mes, tiene en caja de 50 a 60 mil millones de pesos
de aportaciones
Hijo
del ex gobernador de Oaxaca José Murat, ex diputado federal, funcionario en el
gobierno peñista en el Estado de México y ahora director general del Instituto
del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), Alejandro
Murat Hinojosa es parte de la nueva generación de políticos del PRI. Es
marcadamente institucional. Graduado del Instituto Tecnológico Autónomo de
México (ITAM), con maestrías en Derecho y Relaciones Internacionales por la
Universidad de Columbia, en entrevista exclusiva con ZETA, a Murat se le
escucha hablar y “suena”, por su tono y discurso, como réplica de Presidente
Enrique Peña Nieto, su amigo.
Platicó
entre otras cosas que el INFONAVIT no lucra con los créditos, ni tiene como
prioridad es quitar casas. Prometió que las viviendas ya serán mínimo de 50
metros cuadrados, explicó el nuevo esquema de cobros que regresará a pesos y no
“veces salarios mínimos”. Comparó al Instituto Mexicano del Seguro Social
(IMSS), que a diferencia de ellos, sí se sustentan en recursos fiscales,
derrochó cifras de créditos otorgados, generación de recursos propios y montos
que se entregan diariamente a jubilados, lo que convierte al INFONAVIT en el
banco hipotecario más grande de Latinoamérica, las empresas que le aportan y un
aforo que ni los principales bancos de México manejan.
Durante
los diferentes actos que encabezó el funcionario federal en el puerto de
Ensenada, entre estos el del reconocimiento a empresas regionales “cumplidoras”, resaltó la naturaleza del
Instituto como empresa del Estado mexicano y no una mera empresa del gobierno.
De entrada detalló lo que ello implica:
“Primero
porque nacemos de la Constitución”, y segundo, por su carácter tripartita:
“Todas las grandes decisiones de la historia del Instituto se han tomado de
manera equitativa. Por un lado, la Asamblea, que tiene 45 miembros; por el
otro, el Consejo, que tiene 15. Pero la representación es totalmente
igualitaria entre el sector empresarial, el sector gobierno y el sector de los
trabajadores”.
Resalta
el hecho de que INFONAVIT no reciba recursos fiscales: “Lo que le da mayor
autonomía e independencia, la
posibilidad de tomar decisiones al interior muy intensas y vigorosas, y claro,
siempre propositiva y con gran responsabilidad. El éxito que tiene hoy la
institución radica en esa parte, inclusive esa es una gran diferencia con el
IMSS, donde sí reciben recursos fiscales, y nosotros no”.
—
Este reconocimiento a empresas que cumplen, ¿significa entonces que la tónica
es no cumplir?
“¡No!,
sí lo hacen. Más del 98 por ciento de las empresas del país, que son 700 mil,
pagan en tiempo y forma después de 90 días. Hay que recalcarlo: es un
reconocimiento a todas las empresas y empresarios de México, pues a través de
su pago demuestran su compromiso con el país, con el Instituto y con los 17 millones
de trabajadores que tenemos. Este tipo de eventos es un reconocimiento y una
manera de darles las gracias, pero también de informarles; también es un evento
de rendición de cuentas a los empresarios y a los trabajadores”.
—
¿Cómo ha afectado el colapso de las constructoras y desarrolladores a este
devenir del INFONAVIT?
“Fíjate
que en lo absoluto. Es una gran pregunta porque yo te diría que el sector está
creciendo 25 por ciento, arriba del año pasado. El ajuste que hubo en el
arranque de la administración sin duda fue positivo, es parte de las inercias
del mercado, pero nos permitió entender que el gran viraje que está haciendo la
administración del Presidente Peña en cuestión de la política de vivienda tiene
que ver con una visión que transita de ver a nuestro sector de la vivienda ya
no de una manera aislada, sino más amplia, que es el tema de las ciudades, lo
que llaman ‘ciudades prósperas’, y evalúa una serie de indicadores como la
sustentabilidad, la calidad; pero también el tema de la competitividad y
productividad.
“Es
en las ciudades donde se realiza el mayor nivel de innovación mundial, pero lo
más importante tiene que ver con el rostro social, si tú tienes calidad, y
calidad no solamente en la vivienda, que es sin duda muy importante, necesitas calidad
en los entornos. Eso significa que haya servicios básicos públicos adecuados,
drenaje, agua, luz, espacios de esparcimiento. Si logras la conjunción de esas
calidades puedes tener calidad patrimonial, que las viviendas mantengan o hasta
incrementen su precio a través del tiempo.
“Hoy
hemos hecho un viraje más hacia lo social, por supuesto, sin comprometer el
ritmo económico de los mercados. Cuando llegamos, cuatro empresas públicas
concentraron el 33 por ciento del mercado, hoy más de 40 empresas concentran
ese 33 por ciento, en estos tres años hemos pasado de 2 mil 500 a 2 mil 700
empresas. Tenemos empresas más locales que generan más movimiento en la
economía y más oferta, es decir, desconcentramos ese nivel que existía, y en
ese sentido fue positivo; y lo mejor es que también, de las tres empresas que
entraron en problemas, ya dos -GEO y HOMEX- tienen una resolución donde el
Poder Judicial les autorizó su plan de reestructura. Estamos esperando que en
septiembre se vuelvan a capitalizar, pero ya sin esos niveles de concentración
de mercado que llegaron a tener. Estamos esperando que Urbi también resuelva.
“No
es un tema de créditos, hemos diversificado también nuestra oferta de
productos, cuando arrancamos había solamente vivienda nueva, hoy tenemos de
cada dos viviendas nuevas una usada, una tercera parte de los créditos son de
mejoramiento y ampliación, ya tenemos un programa de renta con la vivienda
abandonada, traemos ya más de 250 viviendas rentadas entre 200 a 500 pesos, se
anunció un programa con el gobernador Francisco Vega de 250 viviendas en el
Valle de Puebla en Mexicali, donde estamos terminando el ciclo de oferta de
todos los productos para empatar mejor objetivos, que los trabajadores
realmente tengan acceso a lo que ellos quieran”.
—
¿Pero INFONAVIT no se preocupa más por quitar casas?
“No.
Esa es otra gran pregunta para aclararlo. Por Ley, ni siquiera es lo que diga
el director, tenemos legislado un instrumento que se llama cobranza social, en
pocas palabas, que siempre que haya voluntad del derechohabiente de
reestructurar. INFONAVIT está obligado a reestructurar. Nosotros no somos una
institución de lucro, somos una institución que fue creada para generar
patrimonio a los trabajadores. Cualquier trabajador que pierda su empleo, primero,
tiene hasta 15 meses para poder dejar de pagar cualquier tipo de amortización y
poder recuperar su empleo, o reestructurar su crédito si es que tuvo alguna
baja en su salario temporal o permanente. Y el factor de pago, que es lo más
importante de la amortización y que se tiene que ajustar a su nuevo ingreso,
para que pague lo que realmente gana y no pagar lo que ya no gana.
“Ahora
también tenemos esquemas de mediación, a partir del segundo semestre de este
año, por obligación, todos los contratos que se originen de crédito deben traer
una cláusula específica para mediación, para que también el derechohabiente
pueda de manera más rápida llegar a un acuerdo con nosotros”.
—
¿Cómo funciona ese esquema, ustedes le venden la cartera vencida a despachos
privados y luego éstos presionan u hostigan a los derechohabientes?
“No,
no se vende, en el planteamiento interno del Instituto, todas las tareas
ejecutivas las hemos mantenido, todas las tareas operativas las hemos
tercerizado, en vez de estar haciéndolo nosotros de manera ineficiente muchas
veces, teniendo una planta laboral mucho más grande, tenemos 4 mil 200
trabajadores en el Instituto; le pedimos a ciertos despachos que se acerquen
para checar si el trabajador quiere llegar a un convenio, si la vivienda está en una situación de abandono. Porque lo que
nosotros hacemos es que tenemos cartera vencida, pero todos los despachos, hoy,
por obligación, tienen que, antes de acercarse con la gente, entregar un
documento donde se reglamenta perfectamente cuáles son los derechos que tienen
los trabajadores para que no haya ninguna actitud equivocada o de exceso por
parte de los despachos. Si en algún momento exceden esas atribuciones, por
supuesto son objeto de sanciones e inclusive pierden la posibilidad de poder
participar con el Instituto”.
—Menciona
la calidad de la vivienda, cuidar el entorno, pero mientras se construyen
complejos hasta de miles de viviendas, los espacios en estas se han ido
reduciendo.
“Sí,
fíjate, en esta administración, cuando nosotros llegamos la media de
construcción de vivienda -estos son datos del Registro Único de Vivienda- era
de 38 metros cuadrados, hoy las viviendas son de 48 metros cuadrados, estamos
trabajando para que todas las viviendas del país sean de 50 metros cuadrados.
El Presidente Peña lo anunció desde el inicio de su administración, que todas
las viviendas por obligación deberán tener dos cuartos, son viviendas -y esto
es importante señalarlo- que se ajustan a la capacidad de ingresos de los
trabajadores, en la media nacional son viviendas que cuando llegamos eran de
250 mil pesos y hoy son de 270 mil pesos de costo; esto quiere decir que los
metros cuadrados también han aumentado para mayor calidad de vida, y estamos
trabajando para que también sus entornos sean mejores”.
—
Gran grueso de los mexicanos gana el salario mínimo ¿A qué crédito pueden
acceder?
“El
70 por ciento de los créditos que tiene el Instituto son para trabajadores que
ganan debajo de 10 mil pesos mensuales, el 50 por ciento de la cartera activa
que tenemos, son trabajadores que ganan debajo de 5 mil pesos, ahí confirmamos
nuestra función social, todos estos trabajadores, si quisieran sacar un crédito
en la banca comercial, seguramente sería casi imposible, no solo eso, sino que
el gobierno ha canalizado el mayor monto de subsidio de cualquier
administración. En estos tres años, 20 mil millones de pesos, este año solito 8
mil millones, que se han reflejado en 360 mil créditos de subsidio. ¿Qué significa
esto del subsidio? Significa que la gente con el ingreso que tiene hoy de 10
mil o de 5 mil pesos, no le alcanzaría para comprar viviendas de 250 o 270 mil
pesos, ahí también se confirma el compromiso social, lo que queremos y reitero,
es darles la opción a tener un patrimonio.
“En
ese mismo compromiso arrancamos el año pasado lo que existía hace 26 años,
desde 1986 no se había dado el crédito en pesos, ya todos los créditos que se
originan son en pesos, y esto se debe a que en 1986 había mucha inestabilidad
económica, como tú sabes, no había una política monetaria clara y una política
fiscal, y entonces no había valor en el dinero, teníamos lo que era ‘veces
salario mínimo’, era el indicador, a medida que se tuvo estabilidad económica
en los últimos años, jugaba a la inversa, se incrementaba el valor del crédito
en un 17 por ciento a través de los 30 años; entonces, era fundamental que ya
la gente pudiera tener crédito en pesos, es decir, toda la gente que paga en
‘veces salario mínimo’, en vez de que reducir su crédito, se incrementaba, aun
cuando la Ley después de 30 años te dice que aunque debas ya no vas a pagar. Si
había un extra de incremento, hoy ya no va a pasar, y aparte la gente va a ver
la reducción en su hipoteca mes a mes, con una tasa fija a 30 o 20 años,
dependiendo del 10.5 por ciento”.
—
¿Y los que ya están bajo el otro esquema?
“Empezamos
un piloto en el segundo semestre de este año, es de 20 mil créditos, y estamos
proyectando que de aquí al fin de la administración podamos atender alrededor
de un millón de créditos. ¿Por qué un millón? Primero, porque no a todos los
créditos les conviene, cuando ya superaste los diez años de tu crédito, haz de
cuenta que esto fuera una curva, entonces ya vas en la parte de abajo de la
curva, ya no te convendría, pagarías más. Tenemos que darle también ese
beneficio a los trabajadores y habrá otros trabajadores a los que tenemos que
evaluar, a ver si pueden entrar en este sistema”.
—
¿Es a solicitud del interesado?
“En
este primer piloto fue de manera aleatoria, totalmente transparente, se hizo
ante los tres sectores, ante el contralor y auditor del Instituto, a través de
un algoritmo, pero el piloto nos podrá dar conclusiones para que a partir del
año que entra, cualquier trabajador que venga pueda entrar en este esquema.
Ahorita solo estamos atendiendo a los tengan debajo de 10 años, y que por
supuesto pagaron de manera puntual y no
tienen ningún tipo de ajuste en su cuenta de vivienda”.
—
Habla de que se alcanzó una estabilidad económica que no existía en 1986,
cuando se creó ese esquema de pagos. Pero ahora estamos viviendo una nueva
devaluación y una crisis económica mundial. ¿Cómo pinta 2016 para INFONAVIT
ante este panorama, retomando el viejo esquema?
“No
hay ningún tipo de ajustes, es muy importante comentarlo: el INFONAVIT no
depende de estos factores, tiene sus fuentes de ingresos propias. El 55 por
ciento de nuestros ingresos, son el pago de las amortizaciones de la hipoteca,
el 33 por ciento son las aportaciones que hacen los empresarios, hoy tenemos
una tercera fuente de ingresos que es la administración de la subcuenta, que
este año solito nos va a generar 4 mil millones de pesos, y la cuarta es una
externa, que son las emisiones de certificados bursátiles que hacemos año con
año, este año va ser de 5 mil millones. Y no solo lo hacemos porque necesitemos
el dinero, porque en caja tenemos entre 50 a 60 mil millones de pesos
mensuales; lo hacemos por transparencia, el que nos evalúe el mercado permite
generar condiciones de que todos los procesos que se están llevando a cabo en
el Instituto, están apegados a los estándares más altos del mercado, y permite
que las tasas de interés que hemos alcanzado, que son las más bajas, el mercado
siga evaluándonos para mantener ese nivel de tasas.
“Tenemos
un éxito de más de 5.9 millones de
créditos vigentes, representamos el 70 por ciento del mercado hipotecario del
país, el 22 por ciento de las pensiones con 640 mil millones de pesos, y en
solo tres años hemos dado el mayor número de créditos de la historia de cualquier
administración, con más de un millón 360 mil créditos por más de 360 mil
millones de pesos, diariamente regresamos 44 millones de pesos a los jubilados,
y lo hemos hecho de manera responsable, porque ahora hemos diversificado
nuestra oferta”.
Muchas
gracias.
(SEMANARIO
ZETA/ GENERALEZ/ JUAN CARLOS DOMÍNGUEZ / FOTOS. ENRIQUE BOTELLO / 27 DE AGOSTO DEL 2015 A LAS 20:59:28)
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