“Siéntese, no le he dado la palabra.
Vuélvase a Univisión”, le dijo el magnate al presentador estrella de la cadena
en español
El enfrentamiento del
candidato republicano Donald Trump con la comunidad latina alcanzó este martes
una nueva cota cuando el magnate devenido en político expulsó de una rueda de
prensa en Iowa a Jorge Ramos, el periodista estrella de la cadena hispana
Univisión.
“Siéntese, no le he dado la
palabra. Vuélvase a Univisión”, le espetó Trump al periodista de origen
mexicano, uno de los más críticos con la postura antiinmigrante del magnate
neoyorquino, cuando Ramos trató de hacerle una pregunta sobre inmigración en
una conferencia previa a un mitin del empresario en Dubuque, Iowa, al que según
la prensa estadounidense acudieron unas 3.000 personas.
Poco después, un miembro del
equipo de seguridad de Trump obligó a salir a Ramos de la sala de prensa,
mientras el periodista seguía tratando de arrancarle una respuesta al candidato
republicano, que lidera todas las encuestas entre los 17 presidenciables de su
partido.
Cuestionado por otros
periodistas de la sala por su decisión, Trump insistió en que Ramos se había
puesto a lanzar preguntas sin que él le diera la palabra. “Creo que ni siquiera
lo había conocido antes. Empezó a gritar y yo no soy el que le escoltó hasta la
salida, eso fue el personal de seguridad”, dijo Trump, visiblemente molesto.
“Se puso de pie y empezó a gritar, así que quizás también él cometió una
falta”, acusó. “Obviamente es alguien muy emocional, así que no tengo problemas
con su expulsión", agregó.
El incidente, recogido por
las cámaras que grababan la rueda de prensa, se convirtió rápidamente en
noticia en las principales cadenas nacionales. Hecho por el que quizás Trump
reconsideró su postura y su equipo volvió a dejar a entrar a Ramos a la sala.
UN DURO Y POLÉMICO PLAN
Casi de inmediato, Ramos
volvió a pedir la palabra para retar al candidato republicano a que explicara
cómo piensa expulsar a 11 millones de indocumentados del país, negar la
ciudadanía a los bebés nacidos en territorio estadounidense de padres
indocumentados o construir un muro de miles de kilómetros que divida la
frontera, como afirma en su plan migratorio, el único programa de gobierno que
ha presentado hasta el momento.
“¿Cómo construir miles de
kilómetros de muro? Muy fácil, soy un constructor. Es más difícil construir un
edificio de 95 plantas”, replicó Trump, que volvió a reafirmarse en sus
acusaciones de que los inmigrantes que cruzan la frontera de México son en buena
parte criminales y “lanzan drogas por la valla” fronteriza.
Según el candidato
republicano, su plan de expulsar a indocumentados se realizaría “de manera muy
humana”, aunque no especificó cómo lo haría más allá de afirmar que empezaría
por devolver a sus países a las “bandas criminales, con los verdaderamente
malos”.
El periodista mexicano le
recriminó también por el uso del término altamente despectivo anchor babies
(bebés ancla) para referirse a los hijos de indocumentados que reciben la
nacionalidad estadounidense. “Yo tengo un corazón más grande que usted”, le
contestó Trump a Ramos, a quien acusó de hablar también de “ilegales”. Cuando
el periodista hispano le corrigió y le dijo que no era cierto, porque “no hay
seres humanos ilegales”, Trump le respondió: “Pues debería usar (ese término),
eso es lo que son, ‘inmigrantes ilegales’”, recalcó.
El magnate de la construcción
le recordó además a Ramos que forma parte de la demanda por 500 millones de
dólares que presentó el magnate contra Univisión después de que la emisora
hispana rompiera el contrato que mantenía con el empresario para retransmitir
el concurso Miss Universo por sus ofensas hacia los inmigrantes y la comunidad
latina en general al lanzar su campaña presidencial en junio.
TRUMP Y LA PRENSA
Jorge Ramos es una referencia
en el panorama periodístico de Estados Unidos -no solo entre la comunidad
hispana- cuando se trata de hablar de temas de interés de la comunidad latina,
especialmente el asunto de la reforma migratoria. En conversación con
periodistas de su cadena tras el incidente, Ramos se manifestó muy preocupado
por "este uso de la fuerza para suprimir la libertad de expresión".
"De la misma forma que a
mí me saca de una conferencia de prensa, querría sacar a 11 millones de
indocumentados de los Estados Unidos", denunció Ramos, quien rechazó ser
un activista. “Mi trabajo fue exclusivamente periodístico. Mi trabajo es hacer
preguntas, a quien sea y en cualquier lugar del mundo, y eso es exactamente lo
que hice”, afirmó a Univisión.
El periodista hispano no es
el único informador con quien se enfrenta el polémico candidato presidencial.
Trump aprovechó el regreso en
la noche del lunes a su programa tras unas vacaciones de la periodista Megyn
Kelly para reabrir el frente que mantiene con la estrella de la cadena Fox con
una serie de ataques en Twitter. “Megyn Kelly debe haber tenido unas vacaciones
terribles, realmente está fuera de juego” o “debería volver a irse de
vacaciones, qué manera de perder una hora con Fox”, fueron algunos de sus
mensajes, a la par que retuiteó otros en los que se usaba el término machista
bimbo (muñeca o barbie) para describir a la periodista.
El candidato republicano
lleva atacando a la informadora desde que esta le hiciera duras preguntas por
sus posiciones -especialmente contra las mujeres- durante el primer debate
republicano a comienzos de agosto, que ella moderó con ayuda. Los comentarios
misóginos de Trump contra Kelly, insinuando que la periodista estaba
menstruando y que por eso había sido tan agresiva con él, le valieron una
reprobación generalizada y su expulsión de un importante evento conservador.
Sus redoblados ataques también han sido condenados. El presidente de Fox, Roger
Ailes, exigió a Trump que se disculpe por su “inaceptable ataque sin provocación”
previa contra la periodista. “Donald Trump rara vez se disculpa, pero en este
caso debería hacerlo”, insistió el jefe de la influyente cadena conservadora,
un referente del electorado republicano. Trump les está haciendo esperar con
esa disculpa que no llega.
(DOSSIER POLITICO/ Tomado de: Silvia
Ayuso / El País/ 2015-08-26)
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