sábado, 20 de septiembre de 2014

“ODILE NO FUE LO PEOR, SINO LA GENTE”


Es el sentimiento de los damnificados ante los actos de rapiña y vandalismo

Los Cabos, Baja California Sur.- El huracán Odile ha pasado ya a la historia moderna sudcaliforniana como el más fuerte en golpear a la península.

Con vientos de más de 160 kph y seis horas de lluvia, Odile impactó al destino la noche del domingo 14 de septiembre, amaneciendo el día 15 con cortes masivos de electricidad, inundaciones y falta de agua en todo el municipio.

Hoteles como el recientemente inaugurado Hyatt Place o el Best Western Aeropuerto quedaron completamente inservibles. Mientras que el Sheraton, Mayan Palace o Westin Regina parecen -de acuerdo a trabajadores- “zonas de guerra”.

Aún no habían pasado ni ocho horas del siniestro cuando iniciaron los saqueos de super mercados y tiendas de conveniencia, llevándose no sólo alimentos sino artículos electrodomésticos como televisiones de plasma, lavadoras, refrigeradores e incluso juguetes, aparatos para hacer ejercicio y hasta colchones.

Se estima que más de 3 mil familias asentadas en zona de arroyo quedaron sin hogar, por lo que actualmente continúan en los albergues habilitados en planteles educativos tanto de San José del Cabo como de Cabo San Lucas.

Más de 30 mil turistas nacionales y extranjeros quedaron varados en Los Cabos y poco a poco han sido enviados de regreso a casa a través de vuelos a Tijuana, Mazatlán, Guadalajara o Ciudad de México. El Aeropuerto Internacional de Los Cabos también ha quedado semi destruido y únicamente entran y salen vuelos con turistas. Los vuelos comerciales se encuentran cerrados.

Los actos de rapiña han preocupado sobre manera a la población ya que ha habido reportes de robos a casa habitación: aseguran vecinos de diversas colonias, ha habido ya intrusiones a hogares para robar, por lo que vecinos de diversas colonias han formado sus propias guardias nocturnas, colocando barricadas y fogatas y donde vecinos de ambos sexos y de todas las edades custodian entradas y salidas armados con bates de béisbol, palos de golf y hasta machetes.

“No podemos decir que seamos autodefensas ya que no tenemos armas de fuego, sólo queremos asegurarnos de que no le pase nada a los nuestros. Ya acabaron estos lacras con la comida de los supermercados y ahora quieren meterse a nuestras casas”, comentó Ricardo Chávez, quien montaba guardia junto con su hijo adolescente y otros vecinos.

“Odile no fue lo peor, sino está gente inconsciente”, comentó Claudia Gálvez; “parece que no piensan, ahora ocasionarán un desabasto que no era necesario, organizados alcanza para todos”.

En una conocida tienda de vitaminas donde se podía ver salir a la gente con enormes tarros de proteína en polvo, bolsas repletas de multi vitamínicos y otros productos usados principalmente por deportistas.

Muchas personas dijeron sentirse avergonzadas de la imagen que se está proyectando hacia el exterior y no es para menos: tan sólo en el complejo comercial donde se encuentra (encontraba) Mega Comercial Mexicana, fueron saqueados tiendas de helados, ópticas, cafeterías, hasta una conocida tienda de vitaminas donde se podía ver salir a la gente con enormes tarros de proteína en polvo, bolsas repletas de multi vitamínicos y otros productos usados principalmente por deportistas. Era posible también observar a personas arrastrando la caja fuerte de un negocio o incluso a señoras “bien vestidas” agarrando decenas de pares de zapatos de alguna boutique.

“Vieja ratera”, le gritó una adolescente que veía indignada lo sucedido, mientras que la mujer -de unos 50 años- no se inmutaba en lo más mínimo.

“No es posible ver Hummers cargadas de televisiones y muebles.

No creo que alguien que tiene una Hummer necesite robar”, comentó Patricia González, ama de casa.

“Yo trabajo en el departamento contable del City Club. Hasta a las oficinas se metieron, se robaron las computadoras, documentos de contabilidad hechos pedazos, no se vale, de veras que no”, dijo con lágrimas en los ojos Valeria R, contadora.

Los ciudadanos criticaron la falta de acción de las autoridades para detener estos hechos delictivos, por lo que piden que se suban fotos a las redes sociales para “por lo menos quemarlos, si no van a ir a la cárcel, mínimo una buena quemada hay que darles”, opinó Rosalba Higuera, estudiante.

En la zona de desastre estuvo el presidente Enrique Peña Nieto acompañado de su gabinete y sostuvieron una reunión con el gobernador del Estado, Marcos Covarrubias para evaluar los daños mediante un vuelo de unos 50 minutos por la cabecera municipal y la delegación de Cabo San Lucas.

EPN enfatizó que habrá el respaldo de la Federación para reconstruir la economía turística de Los Cabos y, a través de Luis Videgaray, Secretario de Hacienda, se anunciaron medidas inmediatas para permitir la deducción inmediata y al ciento por ciento del pago del impuesto sobre la renta (ISR) de todas las inversiones que lleven a cabo las empresas del estado para la reconstrucción; tales como diferir a tres meses el pago de IVA, ISR y cuotas obrero patronales al IMSS, y un programa con la banca de desarrollo para Mipymes vía Nafin, y para grandes empresas a través de Bancomext, así como interponer oficios para el pago expedito de los seguros.

Las largas filas de coches y personas a pie o bicicleta en las gasolineras son frecuentes, la ciudadanía en ocasiones tiene que esperar hasta seis horas para que le despachen 200 pesos de gasolina, aunque con una propina pueden llenar el tanque. Se recomienda ir a las gasolineras muy temprano por la mañana o después de las 11 de la noche, cuando las colas son mínimas.

(PENINSULAR DIGITAL/ Redacción/ 19/09/2014)


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