sábado, 30 de agosto de 2014

LOS MUERTOS DE EPN: 36 MIL 718



* 57 mil 899 homicidios dolosos y culposos ocurridos durante los primeros 20 meses de Peña Nieto, contrastan con los 43 mil 694 en los primeros 20 meses del sexenio de Calderón, según el Sistema Nacional de Seguridad Pública

* Estado de México, Guerrero, Chihuahua, Michoacán y Jalisco: los cinco estados con más homicidios intencionales

* INEGI reporta menos homicidios dolosos que los gobiernos estatales

* Tijuana: la tercera ciudad más violenta, con 897 homicidios dolosos en los primeros 20 meses de Gobierno Federal, solo superada por Acapulco, con mil 371, y el Distrito Federal, con mil 267

No puede Enrique Peña Nieto bajar la incidencia delictiva relacionada con homicidios, tal como lo pregonó en campaña presidencial en 2012 y en sus primeros meses de gobierno, tras 20 meses de administración y a propósito de su II Informe de Gobierno.

El Ejecutivo federal inició su administración el 1 de diciembre de 2012 con la promesa de que “en un año” se empezarían a ver resultados de la supuesta estrategia contra el crimen organizado, la violencia e inseguridad, y que por lo tanto, habría una hipotética “disminución” en los delitos que más aquejan a los mexicanos, como es el caso de los homicidios tanto dolosos como culposos.

Ante la ausencia de datos duros que respalden los dichos de Peña Nieto, su gobierno prefiere encabezar una cruzada mediática repitiendo la misma perorata, aferrándose a la premisa “Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad” (del alemán Joseph Goebbels, basado en el ruso Vladimir Lenin) que tanto les gusta a los propaganderos de los gobiernos totalitarios.

Tanto Enrique Peña Nieto como Miguel Ángel Osorio Chong, el secretario de Gobernación, han comprado esa idea para repetirla hasta el cansancio en cuanto foro se presenten para borrar por decreto a los muertos que aparecen todos los días en zonas urbanas y suburbanas del cementerio mexicano, desde colgados hasta decapitados, desenterrados de narcofosas o encajuelados, incinerados y desmembrados, despellejados o hasta con el tiro de gracia.

Cuando el Presidente de la República acudió al Foro de Davos, en enero de 2013, declaró que “ha habido una disminución real en el número de homicidios que se cometen en nuestro país, una disminución de prácticamente el 30 por ciento de homicidios vinculados al crimen organizado, lo cual nos resulta alentador”.

Y luego, de plano Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la Secretaría de Gobernación, declaró el 29 de julio de 2014: “La violencia se ha reducido a su mínima expresión”.

Ésos han sido los relatos que los peñistas repiten en los días previos al cruento II Informe de Gobierno.

EPN SUPERA A CALDERÓN

La administración de Enrique Peña Nieto es ya más sanguinaria que la gestión de su antecesor Felipe Calderón Hinojosa. Las estadísticas oficiales así lo confirman.

Para empezar, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), durante los primeros 20 meses de gobierno peñista, del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2014, se registraron 57 mil 899 averiguaciones previas por homicidios doloso y culposo, mientras que en los primeros 20 meses de administración calderonista (1 de diciembre de 2006 al 31 de julio de 2008), la suma fue de 43 mil 694; es decir, el gobierno priista supera al panista con 14 mil 205 homicidios tanto culposos como dolosos.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo, durante los primeros 20 meses de gobierno peñista, en el rubro de homicidios dolosos se registraron 29 mil 417 averiguaciones previas,; aunque en los primeros 20 meses de administración de Calderón, hubo 18 mil 451 en el mismo rubro del total de asesinatos intencionales.

Durante los últimos 20 meses del calderonato, el SNSP reportó oficialmente 37 mil 421 “averiguaciones previas” por homicidio doloso.

Tal como lo ha venido documentando en los últimos años, ZETA investigó la cantidad de homicidios dolosos en los primeros 20 meses de gobierno de Enrique Peña Nieto.

Recurriendo como metodología a la contraposición de la información recabada en las diversas fiscalías y procuradurías, registros hemerográficos o de asociaciones civiles, servicios periciales e institutos forenses locales, este Semanario determinó que del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2014, sucedieron en el país 36 mil 718 homicidios dolosos, cifra que se suma a las “Ejecuciones”, “Enfrentamientos”, “Homicidios-Agresiones”, los homicidios dolosos producto del narcomenudeo y hasta los supuestos “crímenes pasionales” con arma de fuego de alto calibre o con el tiro de gracia. Los datos duros son evidentemente superiores a las 29 mil 417 averiguaciones previas por el mismo concepto que reporta el SNSP en el mismo período.
INEGI YA NO REPORTA TOTAL DE ASESINATOS

Durante el sexenio de Felipe Calderón, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) registró puntualmente los homicidios dolosos en el país; no obstante, en la administración de Enrique Peña Nieto, reporta menos homicidios dolosos que las propias procuradurías y fiscalías de los estados.

Por ejemplo, el 23 de julio de 2014, en su boletín de prensa número 301/14, INEGI dio cuenta de solo 22 mil 732 homicidios dolosos. El Instituto aclaró que se trata de “cifras preliminares con corte al 10 de julio de 2014, debido a que aún no concluyen los procesos de generación de la estadística”; pero el gobierno de Enrique Peña Nieto ya toma esa estadística como definitiva para pregonar la supuesta disminución del 30 por ciento en asesinatos.

Recurriendo principalmente como fuente a diversas procuradurías y fiscales, instituciones forenses y ministerios públicos, ZETA documentó que en realidad, en 2013 sucedieron en el país 23 mil 850 homicidios dolosos; es decir, el INEGI no informó de por lo menos mil 118 homicidios dolosos sucedidos en ese año.

Asimismo, Semanario ZETA investigó en cada una de las entidades federativas para detectar en cuáles las procuradurías y fiscalías registraban el total de homicidios dolosos, a diferencia de las estadísticas menores que reporta el INEGI. El resultado fue sorprendente: en el Estado de Jalisco, en 2013 sucedieron mil 584 homicidios dolosos y no mil 485, como reportó el Instituto el 23 de julio. En pocas palabras, el INEGI no consideró por lo menos 99 homicidios dolosos de ese año.

En Baja California, este Semanario evidenció con información del Consejo de Seguridad que en 2013 ocurrieron 865 asesinatos dolosos, mientras que el INEGI solo reportó 770; es decir, el Instituto no informó de por lo menos 95 homicidios dolosos en ese año. Incluso, el SNSP informó de 775 “averiguaciones previas” por homicidio doloso, es decir, más averiguaciones previas que asesinatos intencionales, incluso cuando se sabe que un expediente puede tener hasta dos o más víctimas.

Otro ejemplo claro es Michoacán: información derivada del gobierno estatal y registros hemerográficos, revelan que en 2013, en ese estado acaecieron mil 415 muertes por homicidio doloso, pero el INEGI solo informó que sucedieron 916.

En el caso de Sinaloa, autoridades estatales reportaron mil 292 homicidios dolosos sucedidos en 2013 en esa entidad, en tanto que el INEGI solo informó de mil 200.

Y así, sistemáticamente, en el sexenio de Enrique Peña, el INEGI ya reporta menos homicidios dolosos que las procuradurías, fiscalías, ministerios públicos e instituciones forenses.

EL SEXENIO DE LOS ACCIDENTES

Mientras el gobierno de Enrique Peña Nieto continúa su campaña de “disminución en la incidencia delictiva”, “homicidios a la baja”, o como dice el secretario Osorio Chong, que “la violencia se ha reducido a su mínima expresión”, y en tanto el INEGI ya no reporta el total de homicidios dolosos, a la par aumentan los “accidentes”.

Por ejemplo, en los primeros 20 meses de gobierno calderonista sucedieron 25 mil 243 averiguaciones previas por homicidio culposo, es decir, accidentes; mientras que en los primeros 20 meses del gobierno peñista, la suma ascendió a 28 mil 482, esto es, Peña Nieto supera a Calderón Hinojosa con 3 mil 239 “accidentes”.

Incluso, en los últimos 20 meses de gobierno panista, el SNSP informó sobre 26 mil 333 averiguaciones previas por homicidio culposo y, como ya se anotó, en los primeros 20 meses de administración priista, la cifra ascendió a 28 mil 482. Es decir, en el periodo de 20 meses antes y 20 después del cambio de color en el Gobierno Federal, los accidentes aumentaron en 2 mil 149.

LOS MÁS VIOLENTOS

Luego de una minuciosa investigación en cada una de las entidades federativas, ZETA documentó 36 mil 718 homicidios dolosos en los primeros 20 meses de gobierno peñista, del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2014.

El Estado de México, que gobierna el priista Eruviel Ávila, es líder en cadáveres: este Semanario comprobó que la entidad gobernada por Enrique Peña Nieto entre 2005 y 2011, registró 4 mil 876 homicidios dolosos en los primeros 20 meses de gobierno tricolor.

El segundo estado más violento es Guerrero, con 3 mil 301 homicidios dolosos; le sigue en tercer sitio el estado de Chihuahua, con 3 mil 062 homicidios dolosos; después Michoacán, con 2 mil 403, y en quinto escaño se ubica Jalisco, con 2 mil 385.

Hay que considerar que la zona que incluye el Estado de México, Guerrero, Michoacán y Jalisco, concentra 12 mil 965 homicidios dolosos, cantidad que representa el 35 por ciento del total de 36 mil 718.

Información recabada por este Semanario de las procuradurías y fiscalías estatales revela que Acapulco es la ciudad más violenta, con mil 371 homicidios dolosos sucedidos en los primeros 20 meses de gobierno peñista; mientras que el segundo lugar es para el Distrito Federal, con mil 267 en el mismo período.

El municipio de Tijuana, o la “ciudad modelo”, tanto con Calderón como con Peña, continúa en el tercer sitio con 897 homicidios dolosos cometidos en los primeros 20 meses de gobierno priista; mientras que Ciudad Juárez se ubica como la cuarta ciudad más violenta, con 779 homicidios dolosos en el mismo período; y en Ecatepec, Estado de México, los homicidios dolosos ascendieron a 769 en el mismo lapso.

MINISTERIALES: NO SIGUIERON EL PROTOCOLO

En el fallido operativo realizado el martes 19 de agosto de 2014 en Tijuana, donde el policía ministerial José Guadalupe Aguilar resultó muerto, y su compañero José Saúl Ojeda Pérez herido, los agentes no reportaron que iban a intervenir un vehículo sospechoso; tampoco  informaron ni pidieron apoyo cuando iniciaron la persecución, así lo informó la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).

La primera información que tuvieron las autoridades coordinadas respecto a los hechos de este expediente, se dieron aproximadamente a las 12:15 pm del martes, cuando el ministerial Ojeda Pérez informó por radio que su compañero y él estaban heridos de bala, y que en ese momento intentaba trasladarse al hospital  más cercano, la Clínica 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Los habían herido mientras circulaban sobre el Bulevar 2000, en las inmediaciones del Rancho Casián.

Otros ministeriales se acercaban a la zona cuando Ojeda volvió a usar el radio, para decir que estaba perdiendo mucha sangre y sentía que ya no podía. En un punto de la carretera, otra pareja de oficiales de la PGJE  los abordó, subieron al herido al auto patrulla recién llegado y uno de los agentes sanos manejó el pick-up baleado para trasladar a Guadalupe Aguilar sin moverlo. Llegaron a la clínica en ambos vehículos.

Aunque el fallecimiento de Aguilar se dictaminó cerca de las tres de la tarde, desde la una de la tarde sus jefes fueron notificados de que la herida era mortal.

Entrevistado el oficial sobreviviente en medio de la confusión, ofreció dos versiones similares:

* Primero dijo que en el Rancho Natura buscaron a un hombre para ejecutarle una orden de aprehensión, no lo encontraron y circulaban por la zona para encontrarlo, cuando vieron una camioneta Voyager color blanco pasar a toda velocidad. Ellos iban en un auto oficial y le marcaron el alto, pero la sospechosa unidad aceleró y la persiguieron.

* En una segunda versión, el policía declaró que el vehículo y una de las personas,  correspondían  a las características del indicado que buscaban.
De manera que aún no queda clara la razón por la que persiguieron el auto desde donde les dispararon.

 En las declaratorias iniciales, el oficial se negó a decir contra quién ejecutarían la orden de aprehensión el día que fueron atacados, alegando al secrecía del trabajo. Sin embargo, extraoficialmente sus jefes informaron a la Subprocuraduría contra Delincuencia Organizada que se trataba de una orden por obligaciones alimentarias no cumplidas -un padre desobligado-, por lo que resulta extraña la negativa original del agente.

Respecto a la persecución, Ojeda, quien manejaba la unidad oficial, detalló que en un momento del trayecto, la Voyager -sin placas y con vidrios polarizados-  donde iban un hombre y una mujer, bajó repentinamente la velocidad y fue cuando escuchó los disparos.

De acuerdo al análisis pericial, las balas entraron del lado del copiloto, uno impactó la cabeza de  Aguilar y otro el brazo de Ojeda, quien había levantado  su extremidad con el arma, intentando defenderse.

En la calle donde les dispararon fueron localizados cinco casquillos 9 milímetros.

Posteriormente, la camioneta sospechosa fue localizada por la Policía Municipal frente a un domicilio en el fraccionamiento Ke Casas, el cual se localiza en la Zona Este.

Interrogados, los vecinos solo informaron que no hablarían porque tenían miedo, debido a que el lugar es ocupado por unos cholos  tatuados “con apariencia de deportados”,  muy problemáticos, que ya habían protagonizado pleitos en la zona, a pesar de que tienen poco de haber llegado, pero no hubo reportes de que reconocieran el auto.

El área de inteligencia de la Municipal facilitó a la PGJE las imágenes de algunos delincuentes de la zona, sin embargo, José María González Martínez, subprocurador de Delincuencia Organizada, refirió que ninguno ha sido identificado por el ministerial herido.

El mismo día de la agresión, la fiscalía bajacaliforniana emitió un boletín para manifestar que “… la Procuraduría General de Justicia del Estado y su titular, Perla del Socorro Ibarra Leyva, condenan la agresión cometida en contra de los agentes, y expresa su más sentido pésame a la familia del agente acaecido, y a la propia corporación, asimismo manifiesta que se trabaja en estrecha coordinación con las diferentes autoridades”.



Las honras fúnebres de Guadalupe Aguilar se llevaron a cabo el jueves 21 de agosto a las once de la mañana, en la explanada de la Agencia del Ministerio Público de La Mesa, y aseguraron, “era un elemento limpio”.

Ciudades y municipios más violentos en el sexenio de EPN
(Homicidios Dolosos del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2014)
LUGAR
CIUDAD
CANTIDAD
1
Acapulco, Guerrero
1,371
2
Distrito Federal
1,267
3
Tijuana, Baja California
897
4
Ciudad Juárez, Chihuahua
779
5
Ecatepec, Estado de México
769
6
Culiacán, Sinaloa
751
7
Chihuahua, Chihuahua
549
8
Torreón, Coahuila
511
9
Monterrey, Nuevo León
458
10
Guadalajara, Jalisco
416
FUENTE: Procuradurías y fiscalías estatales


Homicidios dolosos durante el gobierno de Enrique Peña Nieto
(Del 1 de diciembre de 2012 al 31 de julio de 2014)
NÚM.
ESTADO
TOTAL
1
Estado de México
4,876
2
Guerrero
3,301
3
Chihuahua
3,062
4
Michoacán
2,403
5
Jalisco
2,385
6
Sinaloa
2,050
7
Distrito Federal
1,649
8
Tamaulipas
1,636
9
Baja California
1,406
10
Nuevo León
1,333
11
Coahuila
1,199
12
Oaxaca
1,197
13
Veracruz
1,180
14
Guanajuato
1,180
15
Sonora
1,052
16
Morelos
1,002
17
Chiapas
866
18
Durango
782
19
Puebla
775
20
Zacatecas
556
21
San Luis Potosí
511
22
Tabasco
357
23
Quintana Roo
348
24
Nayarit
329
25
Colima
308
26
Hidalgo
305
27
Querétaro
175
28
Tlaxcala
145
29
Campeche
116
30
Baja California Sur
85
31
Yucatán
75
32
Aguascalientes
74

TOTAL
36,718



(SEMANARIO ZETA/ Investigaciones ZETA/ 28 de Agosto del 2014 a las 15:40:00)

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