Agueda Barojas Ontiveros
¿Usted cree que Guaymas es el municipio más seguro de Sonora?
Guaymas es un municipio seguro, sí, comparado con otros de Sonora y del país.
Ustedes
no están para saberlo, ni yo para contárselos pero fue en la
administración de Sara Valle Dessens, cuando con fines meramente
populistas se empezó a correr la voz de que Guaymas era el municipio más
seguro de Sonora.
Fue
el reportero Fernando Villa Escarciga, quien un día leyendo un
reportaje en Primera Plana descubrió lo que hoy parece ser como la
Biblia para los alcaldes populistas, las estadístas de la Secretaría de
Seguridad Pública.
En
esas estadísticas, dicen, se refleja el comportamiento delictivo de un
municipio de acuerdo a las denuncias presentadas en las Agencias del
Ministerio Público.
Como
todos sabemos los delitos cometidos son mayores y las persona que no
denuncian por no confiar en las autoridades también cada vez son más.
He
visto pasar no uno, ni dos, ni tres alcaldes que han aprovechado las
estadísticas que también al Gobierno del Estado le conviene presumir.
Sin
embargo, el que menos puede presumir es Otto Claussen Iberri ya que ha
sido en su gobierno y sólo en el primer año cuando más muertes violentas
se han registrado en este municipio.
Las estadísticas indican que a la fecha se han registrado cerca de 18 ejecuciones en Guaymas y sus alrededores.
¿Cómo puede ser Guaymas el municipio más seguro de Sonora?
El robo que es el delito más común, no sólo no ha disminuido sino que ha aumentado.
Otto
Claussen tiene a su funcionario más cercano escondido porque es acusado
por la PGJE de haber participado en los ataques al ex dirigente del
PAN, Omar Núñez Caravantes.
Tiene en la cárcel por el mismo asunto, a un policía muy cercano a los jefes policiacos.
Pero
no sólo eso, sobre las cabezas de una corporación policiaca siempre
fallida y corrupta, también pesa el fantasma de la corrupción.
Sus
jefes policiacos no gozan de aceptación ciudadana, de credibilidad. No
lo gozaban en la pasada administración, por qué habría de ser ahora
diferente.
Es
un secreto a voces, lo dicen los guaymenses, lo ven los ciudadanos, lo
señala la tropa: la Seguridad es un business, de ahí que Eduardo Gaxiola
Márquez, manejaba la corporación y sólo a él obedecía órdenes Francisco
Vidaurrazaga Soto, director de Seguridad Pública.
Muy
raro resultó para muchos que ninguna cabeza se haya aparecido por los
operativos que hizo PEMEX, la Sedena y el Ejército en las gasolineras
clandestinas reventadas en la ciudad. Por cierto, la PFP les tiene
guardado un largo expediente sobre el tema.
¿Puede Guaymas ser el municipio más seguro de Sonora con una corporación en entredicho?
¿De verdad cree Otto Claussen que ese galardón se lo ganó con las patrullas de barrio y módulos móviles?
En
su afán por ganar aceptación popular presume que Guaymas es el municipo
más seguro y afirma que ese reconocimiento lo ha recibido el Puerto
durante los últimos cinco años.
Tantito
peor porque entonces el mérito, si es que lo anterior fuera real,
sería del gobierno panista que le "heredó" tal situación.
Cómo puede ser Guaymas el municipio más seguro si está dentro de los 259 municipios con más índices delictivos?
Por eso reciben recursos federales a través del programa Subsemun.
Pero
no todo está perdido para Otto Claussen, hay quienes si le compran su
estrategia, la cual por cierto, por convenir a sus intereses políticos,
sí comparte con el Gobierno del Estado.
Amarga Navidad
Una amarga Navidad pasarán en Guaymas 90 familias, todo gracias al presidente municipal, Otto Claussen Iberri.
Pero
eso no lo digo yo, lo dicen las cabezas de estas familias que fueron
liquidadas por el conflict entre PASA y el Ayuntamiento de Guaymas.
La
basura ha dejado daños colaterales, no solo del bando del Ayuntamiento,
como el caso del ex director de Servicios Públicos, Manuel Alvarado, a
quien quisieron embarrar firmando facturas con gastos excesivos.
El ex funcionario dijo más vale que digan aquí corrió que aquí murió. Manuel Alvarado les estorbaba y pore so se fue.
Los daños colaterales también los están sufriendo 90 trabajadores que fueron liqudiados por PASA.
Ellos dicen, ellos siente, ellos comentan, que el culpable de haberse quedado sin trabajo es Otto Claussen Iberri.
Antes como antes, ahora como ahora, primero fue Antonio Astiazarán y ahora Otto Claussen.
Están desesperados y con justa razón, primero fueron los sindicalizados del Ayuntamiento, ahora son ellos.
Y en estos tiempos en donde mucha gente presume bonanza, ellos piden solo trabajo.
Ya tocaron las puertas de un Palacio sin Rey, pero nadie les abrió.
Conocen perfectamente las rutas y hasta podrían ser más eficientes que los que traen Guillermo Rodríguez en este momento.
En tinieblas
En
tinieblas se quedó la Tesorería Municipal de Guaymas el miércoles por
la mañana porque la Comisión Federal de Electricidad les cortó el
suministro de energía eléctrica.
La deuda con CFE es de más de 4 millones de pesos y desde hace meses la paraestatal estaba amenanzando con cortar el servicio.
Durante mucho tiempo intentaron hablar con el presidente municipal, Otto Claussen Iberri y nunca les contestó el celular.
No
fue hasta que ya la vieron en serio que en septiembre el cabildo aprobó
un convenio de pagos, pero hubo un error en el documento por lo que no
fue enviado a la empresa.
Un
pequeño "error" como sacar del convenio al Secretario del Ayuntamiento,
Ramón Leyva Montoya, cuando es quien da fe del acuerdo de cabildo.
De
aquí que corrigieron y de aquí que encontraron al alcalde Otto Claussen
para que lo firmara y de aquí que pagaran el primer abono, la CFE se
desesperó y cortó.
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