jueves, 12 de septiembre de 2013

¿REALMENTE SE SUICIDÒ HITLER ?

México.- Adolfo Hitler, pasó a la historia como el mayor genocida, datos no oficiales llegan a estimar cerca de 6 millones de personas ejecutadas por el ejército Nazi. Por todos es conocida su “legado de terror” durante la Segunda Guerra Mundial.

Pero Hitler no sólo dio de que hablar estando al frente de la Alemania Nazi, también lo hizo muerto. Según datos oficiales, el presidente de Alemania se suicidó cuando supo que los aliados tomaron Berlín, está es la versión ofrecida.

Alrededor de las 15:30 horas del 30 de abril de 1945, Hitler en compañía de su esposa, Eva Braun, se suicidarían. ¿Cómo? Tomando una cápsula con cianuro y disparándose en la cabeza.

Hitler fue encontrado doblado sobre si mismo en un sillón exhibiendo una mueca deformada en su boca, con una pistola Walther PPK de 7.65 mm caída de su mano derecha y con un hilo de sangre manchando la cara del líder. Eva Braun no alcanzó a percutir su arma y estaba tendida a lo largo del diván con los ojos aún abiertos; el efecto del cianuro no le permitió el uso del arma.

Hitler se suicido el 30 de abril de 1945 alrededor de las 15:30 horas

De inmediato los asistentes de Hitler sacaron ambos cuerpos envueltos en una alfombra. Linge y Günshe transportaron el cuerpo de Hitler en la alfombra, mientras que Martin Bormann y Erich Kempka trasladaron el cadáver de Eva Braun.

Los cadáveres fueron subidos hacia el patio de la Cancillería del Reich, siendo depositados en un agujero de obús; Otto Günsche roció ambos cuerpos con unos 200 litros de gasolina sacada de los automóviles que aún se hallaban en los sótanos de la Cancillería.

Ante la imposibilidad de acercar una cerilla a causa del fuerte viento, Bormann elaboró una antorcha que prendió y se la pasó a Erich Kempka, con lo cual éste pudo poner fuego a los cadáveres. Estaban presentes Joseph Goebbels y otros dignatarios.

La caída de obuses del Ejército Rojo en el patio impidió a los edecanes seguir en el exterior, por lo cual no pudieron supervisar que los restos se consumieran completamente; ante ello, los jefes nazis allí presentes optaron por enterrar ambos cadáveres, aunque debido a las prisas del momento sólo lograron hacerlo superficialmente.

Esta es la versión que dieron autoridades rusas, pero…. ¿en realidad sucedió? Las leyendas de que el Canciller Imperial salió vivo de Berlín y que murió a avanzada edad son muchas, aquí te presentamos sólo algunas.
Es el cadáver de un doble

Dos días después de que los soviéticos tomaran Berlín, no hallaron en el búnker ni a Hitler ni sus restos. Más tarde, hallaron un cadáver cuyo rostro era casi idéntico al de Hitler. Lo cotejaron con fotos, midieron su estatura y parecía él. Sin embargo, hicieron firmar en un papel al personal que quedaba en el búnker si el cadáver hallado correspondía al del Führer. Al final resultó ser el de un doble de Hitler.
Hitler huiría a Argentina

Según el escritor Patrick Burnside, Hitler sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial, se evadió de Berlín en un avión jet y desde Noruega se embarcó con sus seguidores en un convoy de U-Boote viajando hasta la costa patagónica de la Argentina, donde, en la falda de los Andes, vivió tranquilo por casi 15 años. Sólo en la Argentina hubo cuatro testigos que afirmaron que se toparon con Hitler entre los años 1945 y 1957.
"No está muerto: seguro que escapó a España o Argentina": Stalin

El que fue secretario de estado de EE.UU. Jimmy Byrnes, en su libro Frankly Speaking, escribe: "Cuando estaba en Potsdam en la reunión entre americanos, británicos, rusos y franceses, Stalin dejó su silla para brindar conmigo, cuando le pregunté sobre su teoría acerca de la muerte de Hitler". Stalin dijo: "No está muerto: seguro que escapó a España o Argentina".
Hitler en el Polo Sur

El número de la revista The Plain Truth de Junio del 52 se titulaba «¡Hitler puede estar vivo!». El artículo revelaba que en 1940 el Reich Alemán comenzó a trasladar un ingente número de maquinaria al Polo Sur con el objeto de construir en un continente desconocido una estación secreta, un nuevo Berchtesgaden para el Führer.

El informe continuaba explicando cómo los técnicos vaciaban un monte entero en la Antártida para construir un nuevo refugio completamente camuflado, en un continente más grande que Europa a 9.000 Km de África, 3.000 Km de la Tierra de Fuego en Sudamérica y 7.000 Km de Australia.
Detestaba las medias de lana

El oficial soviético Anatoli Klimenko, uno de los principales encargados de la toma del Reichstag el 9 de Mayo de 1945, declaró que el cadáver supuestamente perteneciente a Hitler calzaba medias tejidas de lana, que el Führer siempre se negó a utilizar en vida, pues las detestaba.
Otras teorías:

Hitler no se suicidó pero si fue asesinado por un hombre de confianza que posteriormente escondería su cuerpo y el de toda su familia, y les prendería fuego.

Hitler huyó disfrazado de religioso. Las autoridades sabrían de esto y lo ocultaron.

Algunas personas que conocían a Hitler afirman haberlo visto en otros países: Venezuela, Argentina o Chile.

Algunas cartas recibidas por familiares y conocidos demostrarían que seguía con vida.

Otra teoría decía que estaría viviendo en la Antártida junto con sus más allegados.

Y si murió… ¿qué pasó con los cuerpos?

Los restos de lo que se pensaba eran Hitler y Eva Braun fueron enterrados en un bosque cercano a Buch, y al final fueron inhumados en la ciudad de Magdeburgo. Lo que es cierto es que ambos cadáveres fueron enterrados y exhumados sucesivamente por las Smersh por lo menos en unas tres o cuatro veces, siempre de noche.

Algunos autores hablan de que el supuesto cadáver que se quemó en Berlín era realmente el de uno de sus dobles.

Ante los cuestionamientos del cadáver, que nunca fue mostrado y de las imprecisiones sobre el destino final de los cuerpos de Hitler y Eva Braun, autoridades rusas han mostrado algunas declaraciones de personas que, aseguran, vieron los cadáveres.

Heinz Linge, oficial Obersturmbannführer de las SS, que ejerció como Jefe de Servicio Personal y oficial de protocolo de Hitler, relató lo siguiente:

Cuando abrí la puerta de su habitación, me encontré con una escena que nunca olvidaré: a la izquierda del sofá estaba Hitler, sentado y muerto. A su lado, también muerta, Eva Braun.

En la sien derecha de Hitler se podía observar una herida del tamaño de una pequeña moneda y sobre su mejilla corrían dos hilos de sangre. En la alfombra, junto al sofá, se había formado un charco de sangre del tamaño de un plato. Las paredes y el sofá también estaban salpicados con chorros de sangre.

La mano derecha de Hitler descansaba sobre la rodilla, con la palma mirando hacia arriba. La mano izquierda colgaba inerte. Junto al pie derecho de Hitler, había una pistola del tipo Walther PPK calibre 7,65 mm. Al lado del pie izquierdo, otra del mismo modelo, pero de calibre 6,35 mm.

Hitler vestía su uniforme militar gris y llevaba puestas la insignia de oro del Partido, la Cruz de Hierro de Primera Clase y la medalla de los heridos de la Primera Guerra Mundial; además, llevaba puesta una camisa blanca con corbata negra, un pantalón de color negro, calcetines y zapatos negros de cuero”

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