El cuerpo estaba sentado, con las manos en el pecho y el hoyo estaba tapado con una tabla de triplay.
Redacción
Una mujer de entre 25 y 30 años de edad fue asesinada por su esposo y sepultada en el patio de la casa que él rentaba en Consorcio Buenos Aires, una colonia tuxtleca enclavada en las faldas del Cañón del Sumidero, en la zona nororiente de la ciudad.
El cadáver fue descubierto, luego de que una amiga de la víctima pidiera la actuación policial, ya que temía que el hombre le hiciera algo malo, pues tenían varios meses separados por constantes pleitos intrafamiliares.
Colonos de Consorcio Buenos Aires informaron que el jueves 4 de julio el victimario rentó la casa ubicada en Manzana 3 Lote 20 calle Colibrí esquina con la avenida Mil Recuerdos, a donde llegó sólo con dos niños de aproximadamente dos y cinco años de edad, ambos hijos de él y de la mujer asesinada.
Según los testimonios, la mañana del sábado 6 de julio la víctima y su amiga, quienes hasta el momento no han sido identificadas, llegaron a la vivienda mencionada.
"Las mujeres llegaron el sábado -aproximadamente a las 09:00 horas- e inmediatamente ambas salieron a la calle a comprar lo necesario para el desayuno. La esposa, huevos en una tienda de abarrotes, a cuadra y media de la vivienda. Mientras que la amiga fue a una tortillería, a tres cuadras", narraron.
Al preguntarle al marido dónde estaba su mujer, éste respondió que se había ido. Después, marcó un sinnúmero de veces al teléfono celular de la hoy occisa, pero indicaba que estaba apagado. Al temer que algo malo le había pasado, pues él la golpeaba de manera constante, denunció el hecho ante el Ministerio Público, quien expresó que sólo podían actuar 72 horas después, tras declarar oficialmente la desaparición.
Se informó también que como a las 11:00 horas de ese mismo sábado, vieron que el hombre andaba de casa en casa pidiendo prestada una barreta, "para hacer una letrina", cuando el inmueble tiene una en el patio.
El cadáver fue descubierto la tarde del lunes 8 de julio, en un agujero de un metro por un metro que hizo el hombre junto a la letrina de la vivienda.
El cuerpo estaba sentado, con las manos en el pecho y el hoyo estaba tapado con una tabla de triplay que una vecina, sin dolo, le regaló al asesino.
Asimismo, se reveló que el hombre y los dos niños se fueron de la casa la mañana del domingo, por la parte trasera de la vivienda, rumbo al cerro, donde hay muchos caminos de extravío.
"El hombre no trabaja, la mujer sí, ella le daba dinero a él para que cuidara a sus hijos, pues no sabemos por qué las autoridades le dieron la patria potestad a él", señalaron los colonos que platicaron con la amiga de la víctima.
Se prevé que en breve la Procuraduría de Justicia dé más detalles de este crimen, que consternó a los vecinos de Consorcio Buenos Aires.
(TABASCO HOY / Redacción/ 13 de Julio 2013)
El cadáver fue descubierto, luego de que una amiga de la víctima pidiera la actuación policial, ya que temía que el hombre le hiciera algo malo, pues tenían varios meses separados por constantes pleitos intrafamiliares.
Colonos de Consorcio Buenos Aires informaron que el jueves 4 de julio el victimario rentó la casa ubicada en Manzana 3 Lote 20 calle Colibrí esquina con la avenida Mil Recuerdos, a donde llegó sólo con dos niños de aproximadamente dos y cinco años de edad, ambos hijos de él y de la mujer asesinada.
Según los testimonios, la mañana del sábado 6 de julio la víctima y su amiga, quienes hasta el momento no han sido identificadas, llegaron a la vivienda mencionada.
"Las mujeres llegaron el sábado -aproximadamente a las 09:00 horas- e inmediatamente ambas salieron a la calle a comprar lo necesario para el desayuno. La esposa, huevos en una tienda de abarrotes, a cuadra y media de la vivienda. Mientras que la amiga fue a una tortillería, a tres cuadras", narraron.
Al preguntarle al marido dónde estaba su mujer, éste respondió que se había ido. Después, marcó un sinnúmero de veces al teléfono celular de la hoy occisa, pero indicaba que estaba apagado. Al temer que algo malo le había pasado, pues él la golpeaba de manera constante, denunció el hecho ante el Ministerio Público, quien expresó que sólo podían actuar 72 horas después, tras declarar oficialmente la desaparición.
Se informó también que como a las 11:00 horas de ese mismo sábado, vieron que el hombre andaba de casa en casa pidiendo prestada una barreta, "para hacer una letrina", cuando el inmueble tiene una en el patio.
El cadáver fue descubierto la tarde del lunes 8 de julio, en un agujero de un metro por un metro que hizo el hombre junto a la letrina de la vivienda.
El cuerpo estaba sentado, con las manos en el pecho y el hoyo estaba tapado con una tabla de triplay que una vecina, sin dolo, le regaló al asesino.
Asimismo, se reveló que el hombre y los dos niños se fueron de la casa la mañana del domingo, por la parte trasera de la vivienda, rumbo al cerro, donde hay muchos caminos de extravío.
"El hombre no trabaja, la mujer sí, ella le daba dinero a él para que cuidara a sus hijos, pues no sabemos por qué las autoridades le dieron la patria potestad a él", señalaron los colonos que platicaron con la amiga de la víctima.
Se prevé que en breve la Procuraduría de Justicia dé más detalles de este crimen, que consternó a los vecinos de Consorcio Buenos Aires.
(TABASCO HOY / Redacción/ 13 de Julio 2013)
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