martes, 16 de julio de 2013

SECUESTRO: CRIMEN Y NEGOCIO SIN FIN



PLAGIARIOS ADICTOS

En tres meses, secuestraron  a un puestero de sobre ruedas, el dueño de un lote de autos y al hijo de un yonquero. Cada secuestrador tuvo como mínimo ganancias de 50 mil pesos por crimen. No se trata de una célula delictiva nueva. “Tengo tiempo dedicándome al tráfico de ilegales y al secuestro, no recordando exactamente cuánto”, declaró uno de los tres detenidos. La mayoría de los integrantes de esta banda continúan en libertad

Investigaciones ZETA
Sin control policiaco ni criminal, adictos y vendedores de droga al menudeo continúan aterrorizando a los tijuanenses. Para ellos el secuestro volvió a ser negocio.secuestradores mxli 15

De acuerdo a declaraciones de plagiarios recientemente detenidos, incluso organizan reuniones para invitar a sus amigos consumidores de droga a unirse a bandas dedicadas al secuestro.

Los grupos se están dedicando lo mismo al secuestro de personas de bien o comerciantes -visitan los negocios como clientes para obtener la mayor información posible-, que al plagio de otros criminales. No solo atacan a sus competidores, también están “levantando” a conocidos y amigos delincuentes para solicitar rescate a las familias.

Bajo este esquema de inseguridad, dueños de una cadena de abarrotes locales que iniciaron su negocio en las colonias viejas de Tijuana fueron victimados; ésta una familia de comerciantes con arraigo que en los años de mayor violencia en esta frontera, padeció el secuestro y posterior asesinato de uno de los jóvenes miembros del linaje.

En junio de 2013, vivieron otra vez la pesadilla. Esta vez el muchacho, que padeció el terror de la privación, tuvo más suerte, al ser liberado con vida a principios de este mes. Costearon un alto precio económico y continúan pagando el costo emocional de saberse a merced de los criminales. No quieren hablar, no quieren denunciar oficialmente.

Como parte de este abanico criminal, está también el asesinato de Manuel Gordoa González. Su secuestro fue públicamente relevante porque se le privó de la libertad a plena luz del día, el 26 de junio de 2013, frente a comensales y trabajadores de Mariscos Popotla Jr., en la comunidad del mismo nombre ubicada en el municipio de Rosarito.

El mismo día, pero horas más tarde, fue asesinado. Se le encontró torturado, con las manos cercenadas en un camino de la colonia Leandro Valle de Tijuana.

Este zacatecano de 39 años tenía su residencia desde hacía tiempo en Playas de Tijuana, y de inicio, su expediente fue considerado como “levantón”,  por el hecho de que la información localizada en los aparatos electrónicos de la víctima les reveló actividad y nexos con muchas personas en Culiacán.

A dos semanas de los crímenes, no hay reporte de los avances del caso.

OTRA BANDA: RESIDUOS DE “EL INGENIERO”

Horas después del homicidio de Gordoa, la mañana del 27 de junio de 2013, fue secuestrado el hijo del  propietario del Yonque Mexican. Seis días más tarde, la noche del 2 de julio, la Policía Municipal de Tijuana respondió de manera inmediata  a una denuncia ciudadana -que la Ministerial no atendió-  y lo rescató en una casa de la colonia 3 de Octubre. En el operativo capturaron a tres delincuentes.

secuestradores31Alfonso Guzmán, adicto al cristal, originario de Guanajuato y de oficio “ayudante de herrero y secuestrador, con un ingreso semanal de mil 200 pesos”, declaró que lo invitaron a secuestrar al muchacho en una reunión realizada el 25 de junio, dos días antes del operativo criminal.

“A cambio me iba a tocar parte del dinero que cobraran por el rescate de la misma, ya que Israel pertenece a una banda de delincuentes dedicados a secuestrar personas, por lo que yo acepté…”, indicó “El Ponchito”.

A Alfonso  lo convidó su amigo Israel Salas, quien también fue apresado, lo mismo que Juan de Dios Rosas Ventura “El Jhony” y/o “El Cubano”.

Los hombres delataron a sus cómplices, quienes siguen en libertad.

Los tres identificaron como líder de la célula criminal a Martin Zamora González “El Moreno” y/o “El Lima”, quien lleva mucho tiempo en el tráfico de droga y secuestro, y se inició en el crimen de la mano de  Daniel Valenzuela González “El Germán” y/o “El Dany” (muerto). Ambos “trabajaban directamente para el Ingeniero”, aseguraron los compinches, quienes identificaron al resto de la banda:

Santiago Díaz Rosales “El Chino” y/o “El Stoner”; Christian Armando Rosas Manzo “El Chapo”; Manuel Salvador Green Centeno “El Zorro”; Reynold Junior Monroy Arciga “Junior Monroy”; José Miguel Gutiérrez Nava “El Choko”; Juan Pedro Pérez Velázquez “El Kanky”; y un hombre  identificado con el apodo de “El Javi”

Los detenidos también mencionaron a Silvia Iliana Valencia Velázquez, esposa del capturado  Juan de Dios Rosas Ventura “El Jhony” y/o “El Cubano”. De la mujer declararon: “Su función es visitar los negocios, haciéndose pasar por cliente de las personas que van a secuestrar con varios días de anticipación, para estudiar todos sus movimientos y comunicarle todo esto a su esposo…”.

RESCATES PAGADOS Y HOMICIDIOS

Los detenidos confesaron más delitos: dos asesinatos y un secuestro cometidos contra miembros de la familia Cárcamo García.  A Rigoberto, quien tenía un puesto de venta de verduras en un sobre ruedas, lo privaron de la libertad y de la vida en abril de 2013. Lo mantuvieron secuestrado en una casa de Urbi Villas del Prado.

De acuerdo a los delincuentes, “…ese jale lo puso ‘El Javi’”, amigo y vecino de Rigoberto, además a la víctima. También la conocía otro de los integrantes del grupo criminal, José Miguel Gutiérrez Nava “El Choko”, quien lo asesinó.secuestros6

A mediados de junio, este mismo equipo delictivo asesinó a “El Lovin” Cárcamo García, hermano de Rigoberto. Este joven, junto al resto de la familia Cárcamo, se trasladaron a Puebla en abril, después de pagar medio millón de pesos -les habían solicitado millón y medio-  por la vida de “Rigo”. Negociaron una semana, entregaron el dinero en el Panteón Los Olivos, solo para encontrar a su familiar muerto en las instalaciones del Servicio Médico Forense.

“El Lovin” investigó y averiguó que “El Javi” y Miguel Gutiérrez lo habían asesinado, pidió apoyo de un joven de la colonia para localizarlos, pero no sabía que su contacto era parte del grupo de secuestradores.

Cuando le llamaron la atención a Gutiérrez Nava por haber asesinado Rigoberto y “El Lovin” sin que nadie le diera “permiso”, sobre el primero dijo que lo mató porque “tenían problemas por la venta de drogas” y porque lo “había reconocido”;  y del hermano, “porque sabía que lo andaba buscando para matarlo”, y después afirmó: “Porque se había puesto broncudo”

Por el secuestro de Rigoberto, los participantes recibieron 50 mil pesos. En el caso de “El Lovin” no hubo dinero, a él, lo atrajeron fingiendo que no sabían sus intenciones, bebieron cervezas y consumieron cristal con él, iniciaban la juerga cuando Gutiérrez lo asfixió, después sus cómplices trasladaron el cuerpo por la zona del Cañón del Sainz, lo tiraron en un camino vecinal y lo quemaron.

MÁS SECUESTROS

Otro de los secuestradores arrestados, Israel Salas González, empleado de fábrica y adicto a la cocaína, previamente preso por lesiones, detalló que fue invitado “hace tiempo” por  el guerrerense Juan de Dios Rosas Ventura “El Cuba”, quien además de plagiario, “es propietario de uno o dos taxis libres”.

“Me invitó a trabajar con él, ya que se dedica a secuestrar personas, que por cada jale, o sea, por cada participación en un secuestro, me iba a pagar una cantidad de dinero, dependiendo de cómo saliera o cobraran por cada jale o secuestro, y que mi función iba hacer que yo cuidaría o custodiaba a las personas”, y aceptó.

Salas González dio información del secuestro del dueño de un lote de autos en Tijuana de apellido Hernández, y del hijo del yonkero de apellido García.

“Martín nos ordena a ‘El Zorro’, ‘El Poncho’ y otros dos integrantes del grupo delictivo que ‘levantaran’, esto es, que privaran de la libertad al hijo del dueño de un yonke, y yo me encargué de puntear en un carro Honda color gris, de dos puertas…al igual yo lo custodié o cuidé en la casa de seguridad que se ubica por la calle 8 de Mayo de la colonia Tres de Octubre”.

El tercer detenido, Rosas Ventura, fue más abierto en cuanto a sus ocupaciones, “taxista, secuestrador y pollero, con un ingreso semanal de 4 mil 500.00 pesos”. No es adicto y en el año 2012 fue detenido y consignado en la Procuraduría General de la República por portación de arma de fuego y liberado bajo fianza.

“Tengo tiempo dedicándome al tráfico de ilegales y al secuestro, no recordando exactamente cuánto, pero actualmente soy jefe de una de las células, trabajando bajo las órdenes directas de mi jefe Martín Zamora…”.

Jefe criminal que, por ciento, continúa libre. Lo mismo que otros ocho secuestradores pertenecientes a esta vieja célula criminal.


De policías, armas y homicidio

La Procuraduría de Justicia del estado investiga para ubicar al homicida de José Antonio Elizondo Guzmán, asesinato cometido el 30 de mayo de 2013 en la calle Magnolias y Ferrocarril del Fraccionamiento del Prado de Tijuana; también a quien mató a José Israel Cruz Castañeda el 7 de Junio del 2013 en el interior del estacionamiento del mini mercado OXXO ubicado en Paseo de los Literatos y Miguel de Cervantes de la Colonia Reforma.

El Ministerio Público del Fuero Común recibió el 4 de julio de parte de elementos de la Policía Federal a “los nayaritas Jorge Eduardo Palacios Ramírez, de 34 años, y Jesús Alonso Acevedo Rentería, de 25”, las primeras versiones que fundamentaron estas detenciones fueron que los federales recibieron una denuncia ciudadana de un auto circulando con personas armadas a bordo; y la segunda, que los hombres en la camioneta fotografiaban a los agentes federales mientras trabajaban.

Conforme al parte policiaco, al momento de hacer la revisión precautoria del vehículo encontraron dentro dos armas, que tras análisis, resultaron implicadas en el asesinato de Elizondo y el de Cruz Castañeda.

En la declaración ministerial de los dos detenidos –amabas coincidentes– niegan haber sido aprehendidos como los federales indican; explican que estaban dentro del carro estacionado en una estética ubicada a un costado del hotel Real del Mar en la delegación de Playas, que estaban ahí porque pretendían sorprender a “Jésica”, novia de Acevedo Rentería, mientras le era infiel con otro hombre en el hotel.

“…nos bajaron de la camioneta y nos llevaron hacia el interior del hotel subiéndonos en la caja del pick up patrulla, asimismo metieron mi camioneta al estacionamiento del hotel, en donde revisaron los policías federales mi camioneta diciéndome que en la camioneta que el declarante conducía habían encontrado dos armas”.

Los federales aseguraron que los detenidos aceptaron estar en el crimen organizado como “punteros y halcones”, pero los capturados lo negaron: “…me preguntaron si trabajaba para una célula del crimen organizado, a lo que les dije que no  pertenezco a ninguna célula criminal, que solo estaba en ese lugar plantoneando a mi novia, que me estaba siendo infiel…”

En el deslinde de responsabilidades y búsqueda de sospechosos de los homicidios, los acusados dejaron abierta la posibilidad de que:

1.- Los agentes federales les hubieran sembrado las armas.

2.- O las pistolas fueran propiedad del hombre que le vendió el auto a Acevedo siete días antes de su captura, frente al Swap Meet que está en el Boulevard Fundadores José Alberto Gutiérrez.

(SEMANARIO ZETA/ ZETA  Investigaciones/julio 15, 2013 12:00 PM)

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