sábado, 25 de mayo de 2013

¿QUÉ PASA CON PASA?

La Viña del Señor

Cuentan las malas que en algún momento de su administración el Bebo Zataraín acarició la idea de concretar un convenio con la empresa GEN, en la que fungía como gerente su cuñado Gustavo, esposo de su hermana Primavera.  

Antes, durante el mandato del panista Bernardino Cruz Rivas, se envío a un grupo de regidores entre los que se contaban Víctor El Buitre Parra, el perredista Clemente Rodríguez y el Nacho Gastélum, quienes visitaron las instalaciones de la empresa en Monterrey y otras ciudades, en donde operaba dicho negocio y en donde los ediles pixtearon y la panchagueron a la grande con cargo a la misma. Dicen que vida de sultán se dieron los aludidos, todo con el objetivo de que sacaran adelante el proyecto para privatizar el servicio de limpia.

Tentaciones privatizadoras

Ni uno, ni otro alcalde, se atrevió a echar a la calle a los tirabiches, a pesar de las tentadoras ofertas, todo quedó en insanas intenciones, que en el caso del Bebo fue bloqueado por el grupo de regidores priístas afines al entonces legislador federal Antonio Astiazarán en alianza con los ediles del PAN y del PRD. 

Ya con el Toño  la cosa tomó el rumbo conocido y que tiene al ayuntamiento en quiebre financiero: Se privatizó el servicio y se despidió a los trabajadores, muchos de los cuales en últimas fechas han sido reinstalados en sus antiguas labores con alto costo económico para la comuna.

La impopular medida, vendida en su momento como la panacea que vendría a solucionar y eficientar ese servicio de carácter municipal, ha traído graves secuelas, a grado tal, que las posteriores administraciones se la han pasado echándose la bolita para deslindar sus responsabilidad en cuanto al manejo que cada una ha dado al problema.

Hasta el Buitre Parra, quien era asesor de cabecera del regidor José Ordaz Aguiar, quien apoyó con su voto la concesión que le dio a Promotora Ambiental, S.A. (PASA) el control sobre el servicio de limpia, en su tiempo hizo oídos sordos respecto a las repercusiones negativas del contrato, ello explica que en todos sus alegatos radiofónicos termine justificando a dicha empresa. ¿O no?

Guerra de declaracionitis

Metido en el brete, el actual ayuntamiento busca en forma desesperada echar culpas sobre la administración de César Lizárraga Hernández, cuando por dicho del director de la aludida empresa, Armando Jordán Jardín, diez millones de la deuda de 23 millones se han generado en los últimos ocho meses de gobierno germano y la cual, por estrategia ha recurrido al amparo para evitar se le impida prestar el servicio concesionado.

Según el secretario de la comuna Ramón Monchy Leyva Montoya, el ayuntamiento no está impedido para brindar el servicio de limpia y recolección de basura cuando PASA se niegue a prestarlo.

En tanto declaraciones van y vienen, la comunidad reciente la deficiencia del servicio, a riesgo, como dice el boletín de prensa  perredista, de poner en peligro la salud de los guaymenses.

Pero lo cierto y verdadero, es que durante el anterior mandato del PAN, se habló de la existencia de dos contratos diferentes, uno más que otro, favorable a los intereses de la empresa PASA, el cual, nunca fue del conocimiento del cuerpo edilicio en tiempos del Toño Astiazarán como alcalde y que Mónica Marín, cuando ocupaba la sindicatura, buscó su anulación ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo en la entidad, que preside la Tulita Tapia Quijada y que primero, el Cé$ar Lizárraga atoró y después el Otto, una vez en la alcaldía, congeló, tal vez para proteger a su aliado en las lides partidistas.

¿El Interés particular o el interés público y colectivo?

A PASA como empresa privada, que despliega sus oficios en función de su interés particular  y netamente mercantil y que a lo largo del conflicto con el ayuntamiento porteño ha demostrado nula o poca responsabilidad social, se enfrenta al antiguo dilema de que el interés privado no puede estar por encima del interés social, que es el de todos los guaymenses, representados por el H. Ayuntamiento de Guaymas de Zaragoza, guste o no les guste a algunos regidores despistados quienes deberán actuar en consecuencia. 

PASA busca lo suyo, que es que el servicio le sea negocio y los porteños que se le dé cumplimiento a un derecho público como lo es la recolección de basura y se garantice la salud pública.

Y entre esos dos derechos en disputa, uno deberá prevalecer al final de cuentas y no hay duda que es el de la mayoría.

(EL PORTAL DE LA NOTICIA/  Columna La Viña del Señor/ Viernes, 24 de Mayo de 2013 20:23) 

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