Marisa Aidé Díaz Peinado, una de las asesinadas.
CHIHUAHUA,
Chih. (proceso.com.mx).- Entre incredulidad y la exigencia de justicia,
las cuatro mujeres privadas de la libertad y asesinadas en la Sierra
Tarahumara fueron sepultadas este domingo en Ciudad Cuauhtémoc,
Chihuahua.
La comunidad menonita, estudiantes del Instituto
Tecnológico de Cuauhtémoc, familiares y amigos, abarrotaron la funeraria
Modelo para darles el último adiós.
Una de las víctimas, Marisa
Aidé Díaz Peinado, de 32 años, era la jefa del departamento de Gestión
Tecnológica y Vinculación del Instituto Tecnológico de Cuauhtémoc. Su
ataúd fue colocado al lado del de su hermana, Mayra Lorena, de 39 años.
Ambas
eran ingenieras. Mayra era jefa de área de una maquiladora de la misma
localidad, ubicada al sur de la capital del estado. Las dos eran
solteras.
Las otras dos víctimas eran Josefina Díaz de Rempening, de 57 años y su hermana Elisa Díaz Martínez, de 55.
Josefina
estaba casada con el menonita Walter Rempening, quien es pastor de una
iglesia. Era maestra de piano y madre de dos hijos; su hermana Elisa era
soltera y profesora jubilada de la secundaria Justo Sierra.
Los
cuerpos de las cuatro mujeres fueron llevados al Servicio Médico Forense
este sábado y durante la noche llegaron a la funeraria. Ahí, cientos de
seres queridos las esperaban desde el mediodía.
En la funeraria y
el templo cristiano donde se ofreció una misa, la incredulidad y las
manifestaciones de dolor fueron constantes. Y no terminaron cuando las
mujeres fueron finalmente sepultadas esta tarde.
La plática
recurrente durante el funeral fue el tema de los narco retenes, tan
comunes en la sierra que a pesar de las denuncias las autoridades no los
han atacado.
Al mediodía del 12 de diciembre las cuatro mujeres
salieron de Cuauhtémoc hacia Guachochi para acudir al funeral de un
familiar, sin imaginar la tragedia que sufrirían.
Al llegar a
Creel, a unas tres horas de Cuauhtémoc, tuvieron comunicación con sus
familiares, pero en el kilómetro 35 de la carretera que une a ambas
localidades fueron “levantadas” por un grupo de hombres de la
delincuencia organizada en un narco retén.
De acuerdo con los
reportes, ellas se resistieron a que les robaran el automóvil Jetta
color blanco, modelo 2012 en el que viajaban, fueron llevadas por la
fuerza, torturadas y asesinadas.
Las mujeres fueron encontradas
por peritos de Guachochi el viernes por la tarde y trasladadas al Semefo
en Chihuahua. Luego sus cuerpos fueron entregados a sus parientes en
Cuauhtémoc.
La Fiscalía General del estado informó que las
investigaciones indican que el robo es el móvil más sólido en torno al
homicidio de las cuatro mujeres, pues además del automóvil de modelo
reciente llevaban una importante cantidad de dinero.
La autopsia
reveló que fallecieron a consecuencia de un traumatismo
craneoencefálico, además de que los cuerpos presentaban golpes y
hematomas.
Las investigaciones de caso las lleva a cabo la
Fiscalía Especializada de Atención a la Mujer Víctima de Delito por
Razones de Género.
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