MI GENERAL ORNELITAS
A qué mi “general Ornelitas”, de todo habló menos de si sus muchachitos ex militares, casi Rambos, cumplieron debidamente con los exámenes de control y confianza que se le exige a todo aspirante a incorporarse al Sistema Estatal Penitenciario.
Bien haría, pues, el director general de los Centros de Readaptación Social (Ceresos), Ricardo Ornelas Saavedra, otrora modelito de medio pelo de las tiendas departamentales Mazón Hermanos, en informar más puntualmente si sus nuevas adquisiciones reúnen realmente el perfil para hacerse cargo de la custodia y guardia de los penales en Sonora, no vaya a suceder luego que termine llenando dichos espacios con prófugos de la milicia que hayan salido realmente de los cuarteles por no sujetarse firmemente a sus rigores y disciplina.
Remember, nada más, cómo fue que surgieron en el argot criminal los llamados Zetas, hoy convertidos en el azote de las autoridades federales dentro de la llamada lucha contra las bandas del crimen organizado.
No vaya a ser el diablo, pues, que lejos de meter orden y disciplina a los Ceresos de Sonora, esto termine en algo más delicado que complique todavía más el proceso de readaptación social que presumiblemente deben cumplir estos centros de reclusión.
Así pues, usted dice “mi general Ornelitas”, cuándo, cómo y dónde fue que los nuevos guardias, tipo Rambo, que presume haber contratado para guardias y custodios en los Ceresos, pasaron los diversos exámenes de control y confianza que requieren tales perfiles.
Por cierto, si de algo tienen mala fama los militares y quienes han recibido instrucción militar, es de su poco o nulo respeto a los derechos humanos y civiles de las personas, y mire usted que al interior de los penales las denuncias en este sentido son el pan nuestro de cada día; aguas, pues, tampoco hay que irnos con la finta con este tipo de anuncios espectaculares.
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