En abril de 2011 y encabezados por un
puñado de mujeres valientes, los pobladores del municipio indígena de Cherán se
rebelaron en masa contra los grupos del crimen organizado que llevaban años
depredando los bosques que circundan el pueblo e intimidando a los residentes.
Los habitantes asumieron el control del Gobierno y la seguridad de locales y, a
través de una tenaz lucha en el campo legal, lograron que el Gobierno mexicano
reconociera su derecho constitucional de autogobernarse por el sistema de “usos
y costumbres” tradicionales, sin interferencia de partidos políticos.
El pueblo de Cherán le enseña a
mexicanos cómo luchar contra crimen y abuso: Open Democracy
Manuel Soberanes Cobo
Cherán, Michoacán, 25 jun
(EFE).- Seis años después de haberse alzado contra los criminales que saqueaban
sus bosques, los habitantes del municipio indígena de Cherán, Michoacán, han
reforestado casi la totalidad de la superficie arrasada por la tala ilegal,
dice Yunuén Torres, integrante de la estructura de gobierno de la comunidad.
Antes del levantamiento de
2011 se había perdido “más de setenta por ciento del bosque que corresponde al
municipio, que eran alrededor de veinte mil hectáreas”, afirma en una
entrevista con Efe Yunuén, quien forma parte del Consejo de Jóvenes de Cherán,
ubicado en el mexicano estado de Michoacán.
En abril de ese año, y
encabezados por un puñado de mujeres valientes, los pobladores se rebelaron en
masa contra los grupos del crimen organizado que llevaban años depredando los
bosques que circundan el pueblo e intimidando a los residentes.
Los habitantes asumieron el
control del Gobierno y la seguridad de locales y, a través de una tenaz lucha
en el campo legal, lograron que el Gobierno mexicano reconociera su derecho
constitucional de autogobernarse por el sistema de “usos y costumbres”
tradicionales, sin interferencia de partidos políticos.
Se formó un Concejo Mayor de
12 personas elegidas por la comunidad, que maneja los asuntos de Cherán a
través de ocho órganos operativos, entre ellos los consejos de Jóvenes, de
Bienes Comunales y, reconociendo su papel decisivo en el movimiento, el de la
Mujer.
El pueblo Purépecha de Cherán. Foto:
Cuartoscuro.
Encabezados por un puñado de mujeres
valientes, los pobladores se rebelaron en masa contra los grupos del crimen
organizado que llevaban años depredando los bosques. Foto: Cuartoscuro.
Los habitantes asumieron el control del
Gobierno y la seguridad de locales. Foto: Cuartoscuro.
Una de las tareas
prioritarias que emprendió esta comunidad de etnia purépecha fue la
restauración de sus bosques mediante la plantación de árboles cultivados en el
vivero comunitario. “Se han revisado árboles que ya tienen casi seis años de
vida, y la mayoría han pegado muy bien porque son plantas que se producen aquí
mismo”, cuenta Yunuén con evidente orgullo.
“Tardarán unos años en lo que
son nuevamente utilizables o puedan brindar más oxígeno a la comunidad, pero ya
el reto mayor de reforestar todas esas áreas dañadas está ahorita casi
culminando”, destaca.
El vivero, donde se producen
diversos tipos de árboles y algunas plantas frutales, se dedica no solo a
abastecer al municipio sino también a otras partes de la región occidental en
la que se encuentra Cherán.
Está asimismo el aserradero
comunitario, que de acuerdo con la joven es un tema sensible por el momento
“porque sigue representando cortar árboles”.
“Pero con lo que se está
trabajando es simplemente con árboles que están plagados, que han recibido un
rayo o que ya por vejez o por alguna tormenta caen. Son los que se procesan y
el consumo principal es aquí en la comunidad”, sostiene.
Explica que la gente también
baja madera del monte para usarla como leña o material de construcción, sobre
todo de trojes (almacenes de productos agrícolas), aunque los permisos para
ello son por ahora muy limitados.
“Ellos tienen muy presente
que siguen siendo muy supervisados las veinticuatro horas del día; hay personas
encargadas del cuidado del monte. Cuando ven algo raro se les detiene (a los
sospechosos), se pide su permiso, y si no cuentan con uno se les retira la
madera”, manifiesta.
Una de las tareas prioritarias que
emprendió esta comunidad de etnia purépecha fue la restauración de sus bosques.
Foto: Cuartoscuro.
La gente también baja madera del monte
para usarla como leña o material de construcción. Foto: Cuartoscuro.
Los pobladores lograron que el Gobierno
mexicano reconociera su derecho constitucional de autogobernarse por el sistema
de “usos y costumbres” tradicionales, sin interferencia de partidos políticos.
Foto: Cuartoscuro.
Quienes dependían de la
madera para su sustento han tenido que cambiar de trabajo, dice, y añade:
“Muchos de ellos son los que están trabajando en el aserradero u otras empresas
comunales. Se les dice ‘¿Te gusta trabajar en el campo? Entonces vamos a hacer
las campañas de reforestación, a hacer las zanjas o cuidar el monte'”.
De acuerdo con Yunuén, este
sistema ha hecho que “la conciencia de ser amigable con el entorno cada vez se
propague más, cada vez la gente trata de cuidar un poco más el entorno”.
La joven, que como parte de
la estructura de gobierno de Cherán exhibe un conocimiento preciso de los retos
de su comunidad, reconoce que no todo el mundo está conforme con estas
restricciones y hay quienes abogan porque se empiece a explotar el bosque a
mayor escala.
“Se ha pensado, por parte de
mucha gente, que tal vez ya pudiéramos hacer un mejor aprovechamiento. Sin
embargo, la sintonía de la gente es ‘No, todavía no. Al bosque le falta'”,
puntualiza.
(SIN EMBARGO.MX/ EFE/ JUNIO 25, 2017/
12:00 PM)
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