NUEVO LAREDO, Tamps.
(proceso.com.mx).- La Justicia Militar de la Secretaría de Marina Armada de
México y la Procuraduría de Justicia de Tamaulipas remitieron a la Procuraduría
General de la República (PGR) el caso de Joel Sebastián Cancino.
Cancino fue detenido por
marinos junto con otras 25 personas y posteriormente fue localizado incinerado
con otros de los capturados, en un operativo realizado por las fuerzas armadas
y policías estatales.
A través del oficio número
FMIDCP-NAV-I/676, la Primera Agencia del Ministerio Público Militar
especializada en asuntos navales remitió a la delegación de la PGR en Reynosa
la carpeta de investigación que contiene el caso de Sebastián Cancino.
“Remito a usted el original
de la carpeta de investigación número CI/FGM/SC/NAV/104/2016-1 con motivo de
los hechos ocurridos en fecha 22 de julio de 2016 donde presunto personal naval
llevó a cabo la detención del señor Joel Sebastián Cancino, en el cual
supuestamente fue sometido a violaciones graves a los derechos humanos”,
precisa el oficio.
La carpeta de investigación
fue enviada a la delegación de la Procuraduría General de la República en
Reynosa el pasado 23 de febrero del 2017.
Días después la Procuraduría
General de Tamaulipas también se declaró incompetente por tratarse de fuerzas
armadas federales y también remitió su indagación a la PGR.
Sebastián Cancino fue
detenido el 22 de julio del 2016 en el municipio de Díaz Ordaz, Tamaulipas por
personal de la Armada.
Acudió a ese municipio a
vender un auto, y según testigos que ya declararon ante la PGR, fue subido con
violencia a una de sus unidades de la Marina donde llevaban a otras personas
detenidas.
Dos días posteriores a su
“detención”, Sebastián Cancino apareció incinerado junto con otro hombre quien
fue identificado como Jonathan Camacho Perales, en una camioneta abandonada en
una bodega en un ejido cercano a Díaz Ordaz.
Un día antes, el 21 de julio,
se registró un enfrentamiento entre presuntos miembros del Cártel del Golfo y
policías federales en la comunidad rural de Raúl Muñiz, aledaña a Reynosa.
Pistoleros que se desplazaban
en cuatro vehículos intercambiaron disparos con los federales. Tres de los
vehículos lograron escapar pero los tripulantes del cuarto se enfrascaron en un
nutrido tiroteo con los federales. Al final de la refriega se reportó un saldo
de siete presuntos miembros del CDG abatidos.
A la mañana siguiente se
registró una intensa movilización de fuerzas federales y estatales encabezadas
por la Marina Armada para localizar a los hombres que huyeron en los tres
vehículos. Los efectivos buscaban en zonas aledañas a Díaz Ordaz y el operativo
se extendió por toda la Frontera Chica hasta el municipio de Camargo.
En un camino vecinal de Díaz
Ordaz, militares se toparon con presuntos sicarios que trataban de deshacerse
de un cuerpo. Al verse descubiertos, los pistoleros comenzaron a disparar
contra los militares. La información que trascendió a la prensa fue que los
pistoleros abordaron dos vehículos que “repentinamente se incendiaron”. Al
menos seis hombres murieron incinerados, aseguró el parte oficial.
Posteriormente se localizó la
bodega donde estaba Cancino y un segundo hombre calcinado.
Sobre ese hallazgo el Grupo
de Coordinación Tamaulipas se concretó a informar en un escueto comunicado: “a
las 09:00 horas del sábado 23 de julio se reportó que en una bodega abandonada
y ubicada en el poblado de Valadeces, perteneciente al municipio de Gustavo
Díaz Ordaz, se encontraban los cuerpos calcinados de dos personas a bordo de un
tractocamión”.
“Hasta el momento, los
cuerpos no han sido identificados. Se desconocen causas del incidente y quién o
quiénes hayan sido los autores del mismo.
Personal de la Policía
Ministerial Investigadora del municipio de Miguel Alemán y elementos de la
Secretaría de la Defensa Nacional tomaron conocimiento de los hechos”.
Durante la movilización
militar de los días 22, 23 y 24 de julio los efectivos de la Marina
“levantaron” en el municipio de Díaz Ordaz, en Camargo y otros de la Frontera
Chica al menos a 25 personas.
Sobre esa redada nada se
informó. Esos operativos de la Marina, policías federales y estatales para
privar de su libertad a civiles y los enfrentamientos a tiros era una más de
las cotidianas escenas de violencia que se registran en Tamaulipas.
Entre los desaparecidos del
23 y 24 de julio del 2016 se encuentran también dos ciudadanos extranjeros: un
estadunidense llamado Cenobio Guerra Gutiérrez y un joven originario de Costa
Rica de nombre Sergio Ricardo Jiménez Fallas, quien también apareció calcinado.
El Consulado de Estados
Unidos en Matamoros se comunicó con la delegación de la Procuraduría General de
la República en Reynosa para conocer sobre el paradero de Guerra Gutiérrez,
mientras que la embajada de Costa Rica buscó a Sergio Ricardo.
Las familias anunciaron que
solicitarían ayuda de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para
localizar a sus familiares ya que no confiaban en las autoridades locales para
buscar justicia.
Posteriormente de las
“capturas” de la Marina y la policía estatal, decenas de familiares de los
detenidos se presentaron ante la delegación Reynosa solicitar información sobre
sus familiares capturados.
En la delegación de la PGR,
algunos fiscales se encargaron de presentar a Cansino y a otros ciudadanos
inocentes como miembros del crimen organizado.
Ahora la carpeta de investigación
incrimina al personal de esa delegación como responsables de destruir
evidencias y por esconder las violaciones a los derechos humanos que
perpetraron los marinos y las policías estatales.
(PROCESO / JUAN ALBERTO CEDILLO /26
MARZO, 2017)
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