El jueves 30 de junio, cuando
cuatro sicarios irrumpieron violentamente al Hospital General Martiniano
Carvajal, y ejecutaron a un paciente e hirieron a su mamá, luego de dispararle
al custodio, desde la misma tropa policíaca salió la autocrítica: “¿dónde quedó
el blindaje de seguridad a Mazatlán, señor secretario?”
Desde la Secretaría de
Seguridad Pública y Tránsito Municipal, algunos policías cuestionan el hecho de
que al menos dos días por semana se instrumentan retenes en las avenidas Óscar
Pérez Escoboza y Antonio López Sáenz, así como en otros puntos, pero la
violencia sigue azotando a Mazatlán.
Luego trascendió que el hoy
finado se recuperaba de las heridas ocasionadas en la balacera ocurrida el 23
de junio, en una gasolinera del municipio de Cosalá, donde además murieron tres
personas en el enfrentamiento armado.
Información proporcionada por
policías municipales asegura que la persona asesinada a balazos en el nosocomio
fue identificada como Tiburcio Acosta Jaques, de 22 años, originario de
Tamazula, Durango.
El 29 de junio, en el Día del
Policía, el presidente Municipal, Carlos Felton González, había presumido un
“Mazatlán nuevo en seguridad”, gracias a la actuación de las corporaciones
policíacas municipales, estatales y federales.
El asesinato de Acosta Jaques
fue un ataque directo al programa de protección a víctimas del delito, pues el
hoy occiso estaba acogido a dicha protección desde que resultó herido en la
balacera.
Estos hechos violentos
desmintieron al primer munícipe, al igual que lo interpeló la presunta “bomba
molotov” que la madrugada del mismo 30 de junio incendió al vehículo Chevrolet
Aveo, color blanco, que estaba estacionado en la avenida Bicentenario, en la
colonia Francisco Villa.
La versión de la Policía
Preventiva es que dos sujetos que viajaban en un vehículo color gris, habrían
arrojado la bomba al carro, que fue consumido por el fuego.
El Día del Policía, en el
Centro de Convenciones de Mazatlán, el alcalde había insistido a los reporteros
de los diarios locales que debería de llamar la atención a las “autoridades” el
hecho de que durante la campaña de “Donación de Armas de Fuego 2016”, algunos
mazatlecos habían donado 63 granadas.
La ironía es que la madrugada
del jueves 30, el auto en llamas en la oscuridad parecía avisarles a los
policías que se había acabado la fiesta para dar paso a otro día violento.
La madrugada del jueves 30,
un grupo armado también ejecutó a una persona de nombre César Rodríguez
Zataráin, de 46 años, en la calle Zeus, junto al arroyo Jabalíes, en la colonia
Ampliación 20 de noviembre, donde según el reporte policíaco fueron recogidos
cuatro casquillos de arma calibre 380.
A las ejecuciones y el carro
incendiado con “bomba molotov” se sumó el robo de cuatro vehículos durante la
última noche de junio a la empresa Ingeniería y Servicios Administrativo,
ubicada en la calle Marli, del fraccionamiento Sábalo Country.
El 1 de julio, cuando los
trabajadores de la empresa constructora originaria del estado de Durango
llegaron a trabajar, se dieron cuenta de que las dos camionetas Nissan, cuatro
puertas, NP300, y dos automóviles Tiida, modelo reciente, habían cambiado de dueños
de la noche a la mañana.
SECUELAS DE COSALÁ
-Jueves 23 de junio. El comandante de la
Tercera Región Militar, General Alfonso Duarte Mújica, informa que fueron tres
personas asesinadas en el ataque perpetrado por un grupo armado, en el municipio
serrano de Cosalá. En el atentado también resultó herida de bala una persona
que habría sido acogida al programa de protección a víctimas del delito.
-30 de junio. Un grupo armado irrumpe
violentamente en el Hospital General de Mazatlán, y ejecuta al testigo
protegido, dejando herido al policía que lo custodiaba. En el atentado, la mamá
del finado también resultó herida de bala, pues habría intentado proteger con
su cuerpo al hoy occiso.
(RIODOCE/ CAYETANO OSUNA/MAZATLÁN / 3
JULIO, 2016)
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