Ante 53 observaciones y el rechazo de la
Cuenta Pública de Egresos 2013 de Ensenada, especialistas opinan sobre cómo el
ex alcalde manejó el recurso. “Lo agarra y lo usa para lo que quiere. No se
ajusta a las normas y reglas”. Contratos otorgados sin licitación, presupuestos
y sueldos inflados, la constante
Sin sorpresa para muchos, fue
rechazada la Cuenta Pública de Egresos 2013 del Ayuntamiento de Ensenada,
correspondiente al último año de gestión del ex alcalde Enrique Pelayo Torres.
A lo largo de 53
observaciones, puede resumirse la falta de responsabilidad en el manejo del
dinero. “Lo agarra y lo usa para lo que quiere. No se ajusta a las normas y
reglas para el uso de recursos”, consideran especialistas financieros.
No es precisamente un desvío,
pero su manejo no es transparente. Lo “jinetean”, en resumen. Faltan las
justificaciones y abundan las aparentes omisiones por negligencia.
Sobresale entre lo observado
por el Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Baja California (ORFIS)
de la XXI Legislatura, lo referente a la aplicación del recurso federal para el
Subsidio para la Seguridad de los Municipios (SUBSEMUN), donde prácticamente no
se licitó ninguna adquisición y sus justificaciones no fueron válidas, por lo
que se presume se favoreció a empresas.
El no registro de su
patrimonio, desinterés en reclamar anticipos por trabajos no realizados o
proveedores incumplidos, transferencias de una cuenta a otra y otra con dinero
proveniente del Ramo 33 que terminó mayormente en Gasto Corriente, así como
algunos sueldos duplicados, son los casos que se observan por el ORFIS en su
Dictamen 239.
SUBSEMUN: 75 MILLONES “BAILARON”
La primera observación del
documento corresponde al tema de las adquisiciones del SUBSEMUN, recursos que
se destinan a la seguridad pública de los municipios, en este caso para la
Policía Municipal de Ensenada. Se señala en el documento que el Ayuntamiento
recibió en 2013 el subsidio por 75 millones 636 mil 159 pesos.
Se van a los detalles del
gasto y empiezan con el “Contrato de suministro de 100 chalecos balísticos
Nivel III-A”, por 2 millones 408 mil 839
pesos, fechado el 26 de junio de 2013. El proveedor es Miguel Caballero, S. de
R.L . de C.V., quien no pasó por licitación alguna porque la Secretaría de
Seguridad Pública dictaminó que sería adjudicación directa con la argumentación
que al hacer públicas las características necesarias del equipo de
blindaje a comprar, se estaba dando
información delicada a los delincuentes.
Pero el ORFIS les responde prácticamente con
un “si tu referencia de catálogo es pública, ¿por qué tu propuesta va a ser
privada?”, y la rechaza porque incumple la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos
y Servicios del Sector Público en sus artículos 40 y 41.
Aparte de la adquisición
directa, los chalecos pasaron por una prueba de balística aplicada el 25 de
septiembre de 2013, pero no hay reporte del resultado, además, no se registró
contablemente el importe de la compra.
Otro gasto del SUBSEMUN sin
licitación de por medio y con incumplimiento de los parámetros de calidad, sin
contar las discrepancias o los extraños acuerdos entre las partes, es el correspondiente
a la compra del “Sistema de Video Vigilancia”.
El mencionado equipo se
contrató el 25 de junio de 2013 con “la empresa denominada Eisberg Tecnología
Aplicada, S.A. de C.V.”, por un monto de 39 millones de pesos, según señala el
dictamen del Órgano de Fiscalización. El contrato establece que el Ayuntamiento
pagará 19.5 millones de pesos como anticipo, y que la otra cantidad igual por
pagar se sacará de un recurso federal adicional al SUBSEMUN que el mismo
proveedor gestionará a través del Ayuntamiento.
Para extrañarse más ante la
generosa oferta, se establece que si no se logra el recurso adicional, el
gobierno municipal no deberá nada, pues el proveedor, en este caso Eisberg
Tecnología Aplicada, S.A. de C.V., absorberá la deuda.
Previo a la celebración de
ese contrato, se había establecido que para la adquisición del sistema de video “Blindaje Digital
Metropolitano Fase III” no se celebraría el procedimiento de licitación
pública, por los casos de excepción que Ley establece en los casos cuando por
las características del equipo, solo exista un ofertante, por lo que se le
contrata directamente. Y una serie de
irregularidades del principio a fin resultan en el proceso de compra y
operación del equipo referido.
El ORFIS empieza por
señalarle la contradicción del Ayuntamiento de Ensenada al argumentar que
eligió a Eisberg por contar esta empresa con la exclusividad para diseñar,
instalar y vender los productos adquiridos, cuando en otra parte refieren que
tuvieron entrevistas y reuniones con otros proveedores que venden el mismo tipo
de equipo.
El proveedor no demuestra
tener la exclusividad, y el Ayuntamiento no proporciona el presupuesto e
información sobre el equipo vendido por el proveedor, ni estudio de mercado ni
comparativo de precios, ni soporte documental del “Dictamen para la
Adjudicación Directa de Contrato de Infraestructura Inalámbrica, sistemas de
Vigilancia y Emergencias Ciudadanas”.
De igual manera, el documento
del ORFIS indica que en sus inspecciones, hasta el 28 de marzo de 2014 el equipo
no estaba entregado en su totalidad por parte del proveedor, y que buena parte
del equipo que sí habían entregado, no estaba operando porque no fueron
compatibles con el sistema operativo del Ayuntamiento, según informó el jefe
del Departamento de Informática de la Dirección de Seguridad Pública, a cargo
de Alfredo Rosales Green.
La inspección del órgano
fiscalizador determinó que aparte del singular contrato por 39 millones de
pesos del 26 de junio de 2013, el Ayuntamiento ya había celebrado dos contratos
anteriores con Eisberg Tecnología Aplicada, S.A. de C.V., que se erige como empresa fabricante de
ordenadores periféricos y software establecida en Monterrey, Nuevo León, cuya
primera negociación con el Ayuntamiento de Ensenada data del 1 de noviembre de
2011 por 40 millones 85 mil 643 pesos; y el 28 de septiembre por 34 millones
375 mil pesos 854 pesos, ambas con las mismas irregularidades que ya habían
sido observadas en su momento por el ORFIS. El proveedor no ha cumplido con
ninguno de los compromisos en los tres contratos que en suma dan 113 millones
461 mil 497 pesos.
También de cada contrato el
Ayuntamiento sigue debiendo la mitad, por lo que el proveedor ha recibido 64
millones 747 mil 877 pesos, sin embargo, “no se tiene la certeza del Estado ,
ya que no existen registros contables…”.
Por otra parte, al registrar los bienes hay una diferencia por 18
millones 754 mil 380 pesos.
“Ese contrato lo tienen que
echar para atrás, está muy mal hecho”, consideró un ex director general del
SUBSEMUN consultado por ZETA. “La exclusividad de la patente que aseguró el
proveedor no es cierto, los sistemas de video vigilancia son los mismos en
todas partes, la adjudicación directa no es válida, el procedimiento se tiene
que anular, pero extrañamente tampoco nadie impugnó”.
En cuanto a los términos para
el pago, el experto señala las mismas discrepancias: “El vendedor estipula que
te va a donar la otra parte en caso que incumpla los tiempos; incumplieron los
tiempos pero no aceptaron la donación, la pagaron”. Resume: “Hicieron un
contrato como para que nadie más pudiera presentar condiciones similares a la
oferta, y como ganan, ya no les importa porque hacen lo que quieren. Ese
contrato está bien amañado”.
Además, sugiere el ex
funcionario del SUBSEMUN que el presupuesto de por sí está muy inflado, pues
equipos similares se han adquirido en otras entidades por 7 millones, 10
millones, o máximo 15 millones de pesos, pero que la entidad federativa no se
fija en eso, porque es responsabilidad de los ayuntamientos cuánto se quieren
gastar. El programa federal nada más supervisa que se aplique el recurso para
lo que se pidió. Aquí procedería a llamar a comparecer a los funcionarios de la
administración saliente, así como la que recibió, para fincar
responsabilidades, al tratarse de un daño patrimonial.
Actualmente el Centro de
Operaciones Policiales (COP), que es el edificio que alberga el sistema de
cámaras y monitores para vigilar las calles del centro, está abandonado, las
cámaras no están colocadas, de 10 personas que había antes, hoy solo hay un
empleado de vigilancia; tanto cámaras adquiridas del ejercicio 2013 como de
administraciones pasadas están, por ejemplo, las que rodeaban el Parque
Revolución.
El rubro de “Adquisiciones de
Vehículos y motocicletas” de la misma partida del SUBSEMUN es otro dechado de
inconsistencias y sospechas. Sin licitación se adquirió de forma directa una
unidad equipada para el grupo SWAT, dos unidades para el grupo DARE y cinco
motocicletas para Seguridad Pública, con el contrato celebrado el 3 de
diciembre de 2013 con el proveedor Blindaje Continental, S.A. de C.V., por 3 millones 485 mil pesos. Igualmente, no
hubo estudio comparativo de otras propuestas, la empresa incumplió con los
plazos, además DE que no demostró su legalidad para operar E incumplió con los
plazos que ameritaban una sanción por 2 millones 554 mil 740 pesos, “de la cual
se desconoce si se hizo resarcimiento de dicha pena o se hizo exigible la
garantía de cumplimiento”.
NI ASFALTO NI 6 MILLONES DE PESOS
Con fecha 21 de junio de
2013, el Ayuntamiento celebró contrato donde Petróleos Mexicanos (PEMEX) le
dona mil toneladas de asfalto AC-20, con valor de 9 millones 538 mil 376 pesos.
A su vez, el Ayuntamiento arregla con Constructora VEHCSA, S.A. de C.V. para
que le recoja las mil toneladas de asfalto donadas y entregar una mezcla final
de 3 mil 729 toneladas. VEHCSA refiere que solo recibió 471 mil 265 toneladas
de asfalto, y de las 528 mil 735 toneladas restantes nadie sabe dar razón, “por
lo que se desprende una diferencia no aclarada que pudiera dar lugar a un
presunto daño patrimonial por 5 millones
43 mil 226 pesos”.
Pero aparte, los 3 mil 729
metros cúbicos de mezcla que reporta VEHCSA y acuerda con el Ayuntamiento se
quedan muy cortas a los nueve metros cúbicos de mezcla asfáltica final que
PEMEX indica como la cantidad estándar; pero a final de cuentas, ni los 3 mil
729 metros cúbicos se entregan, sino nada más se reportan mil 759, distribuidos
a los contratistas Constructora Las Olas, S.A. de C.V.; Disain Construcciones,
S.A. de C.V.; Boga Construcciones, S.A. de C.V.; y Jorge Alberto Magaña Díaz,
“Servicios Públicos Municipales”. Además, el Ayuntamiento tuvo que desembolsar
un millón 6 mil 296 pesos por pago de transportación de material, debido a un
descuido en las cláusulas del contrato, que además fue signado por el director
de Infraestructura Municipal, Marco Antonio González Aréchiga, cuando la Ley
dicta que no está facultado para suscribir convenios.
DE POQUITO EN POQUITO: 1.5 MILLONES
Obras que se pagaron de más,
anticipos que se dieron a trabajos que no se concretaron pero que no se
reclamaron, pagos no justificados o documentados y diferencias contables,
forman un sinnúmero de “observaciones chiquitas” que, sumadas, pueden ser un
dineral.
Por ejemplo, en el contrato
con VIBESA Grupo Inmobiliario, S.A. de C.V. para la Comandancia de Seguridad
Pública de Ensenada, el ORFIS encontró trabajos estimados no ejecutados por 34
mil 104 pesos, y un sobrepago por 51 mil 341 pesos. Con Constructora de las Olas, S.A. de C.V. se
celebró contrato por 7 millones 790 mil pesos, que luego se amplió a 9 millones
790 mil pesos; no hay reporte de control de calidad ni documentos, por lo que
se deduce un daño económico por 59 mil 500 pesos.
La contratación directa con
Edificación y Supervisión de Ensenada, S.A. de C.V. para la “Red de Agua
Potable de Calle Horticultores y Jardines de la Colonia del Valle” resultó en
una diferencia de 294 mil 264 pesos por trabajos no ejecutados. Mientras que a
la empresa Arquitectura e Ingeniería E y L, S.A. de C.V. se le favoreció con un
contrato por 500 mil pesos para la
“Pavimentación de la Calle Artículo 2do. de la Colonia Loma Linda”, pero causó
un daño por 65 mil 368 pesos por trabajos no ejecutados.
Nuevamente con Edificación y
Supervisión de Ensenada, S.A. de C.V. se celebró un contrato por más de medio
millón de pesos para “Pavimentación del Callejón del Paso en el Fraccionamiento
Acapulco”, y además de incumplir en tiempo y forma, el Ayuntamiento no
sancionó; dejó obras sin concluir por 113 mil 791 pesos, además de recibir un
sobrepago de 9 mil 306 pesos. Con Excel Constructora, S.A. de C.V., el
Ayuntamiento celebró otro desafortunado contrato para la “Construcción y
Rehabilitación de la Unidad Deportiva Sullivan”, con dos inspecciones el 20 de
agosto y 7 de octubre de 2014 que arrojaron trabajos no ejecutados por 139 mil 873 pesos y 140 mil 647 pesos,
respectivamente.
Con el contrato con FLIP
Constructora, S.A. de C.V. para la “Construcción y Rehabilitación de la Unidad
Deportiva de Valle Dorado”, también una serie de sobrepagos y trabajos no
ejecutados arrojan desfalco total por 88 mil 218 pesos, amén de un gasto de 213
mil 371 pesos no explicado.
Mientras que hay otro gasto
sospechoso por 210 mil 900 pesos a BCA Consultores, S.C., del cual no existe
ninguna documentación del proceso y términos del contrato, solo por “prestación
de servicios”, por lo que también se viola la Ley.
RAMO 33: 113 MILLONES DEL TINGO AL TANGO
El 29 de enero de 2013, el Ayuntamiento recibió
68 millones 265 mil 566 pesos del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura
Social Municipal (FISM) del Ramo 33. Para administrar ese recurso la autoridad
abrió una cuenta en BBVA Bancomer, pero de ahí tomó 27 millones 100 mil pesos que en fechas 28 de junio y 4 de
julio del mismo año transfirió a HSBC para destinarlo a gasto corriente,
violentando así la Ley. Del total del recurso
federal, el Ayuntamiento de Ensenada solo ejerció 34 millones 418 mil 612
pesos, y la diferencia, 33 millones 846 mil 954, los reprogramó el 28 de
febrero de 2014 (ya en la administración de Gilberto Hirata), de los cuales se
desconoce el destino de los rendimientos generados por 723 mil 822 pesos,
cuando está estipulado en la Ley que con los éstos se pueden ampliar las obras
dentro del Ramo 33.
Además de celebrar convenios
sin firma y ejercer viáticos sin comprobación dentro del mismo recurso, se
ejercieron gastos sin comprobar por parte de la Dirección de Infraestructura y
COPLADEM, por cantidades de 92 mil 500 pesos y 67 mil pesos. Se adquirió equipo de cómputo para
Sindicatura Municipal por 144 mil 984 pesos, donde el 13 de noviembre de 2013 y
sin contrato de por medio, se favoreció al proveedor particular Luis Roberto
Maldonado García. Se realizó una trasferencia bancaria por 139 mil 82 pesos a
favor del proveedor Impression de México, S. de R.L de C.V. para la adquisición
de equipo de software para la Secretaría de Desarrollo Social; no hubo contrato
ni garantía. Incluso no se localizó el equipo, según versión del actual titular
del área, Samuel Albestrain Pérez, “buscando en los distintos equipos de
cómputo no fue localizado software en ninguna de ellas”, informó. Respecto al
manual de operación, “no se encontró dicho documento”.
Asimismo, se le compraron
uniformes al particular Silvia Isabel Osuna Vera, artículos que no cumplieron
con la normatividad, sin embargo, se le pagaron 49 mil 933 pesos.
Eso en cuanto al recurso
correspondiente a 2013, pero ya se venía arrastrando toda una serie de
irregularidades con el Ramos 33 de 2012, donde el Ayuntamiento recibió una
partida de 61 millones 879 mil 790 pesos, de los cuales 55 millones 227 mil 187
se reprogramaron para el ejercicio 2013, más transferencias a otras cuentas
para gasto corriente, con un resolvente por 107 millones 800 mil pesos. Toda
una suerte de transferencias y “jineteos”, por lo que la actual Sindicatura
Social del XXI Ayuntamiento de Ensenada promovió un juicio político ante la
Auditoría Superior de la Federación en contra del ex presidente municipal
Enrique Pelayo.
En diversas obras del Ramo 33
aplicado en la delegaciones, hay anticipos por obras que no se ejecutaron, pero
tampoco se reclamaron, pago de obras no autorizadas, y recursos no ejercidos,
por montos que en total suman más de un millón 200 mil pesos.
PATRULLAS MISTERIOSAS: 17 MILLONES DE PESOS
El presupuesto del SUBSEMUN
siguió dando para más movimientos sospechosos, como la compra de equipo
tecnológico y mantenimiento de video vigilancia al proveedor Jorge Ambrosio
Sedano, al que se le pagaron por adelantado
cantidades de 975 mil 823 pesos, 943 mil 917 y 149 mil 883 pesos, sin
haber entregado parte del equipo ni cumplir con requisitos que exige la
normatividad, sin tener registro ante Hacienda, con datos falsos; mientras que
a otros proveedores como María Adriana Millán Hernández, la rechazaron cuando
sí cumplía con todo.
Con 17 millones de pesos 509
mil 968 pesos, se compraron 26 patrullas equipadas y balizadas a un único
participante, Autodistribuidores del Centro, S.A. de C.V., que de entrada no
cumple con la NOM, ni nada que sustente su legalidad o que se trata de una
agencia establecida, por lo que incluso se presume, la compra se hizo a un
particular y no se entregó el producto requerido. En el mismo rubro se
“jinetearon” 1.5 millones de pesos para el fondo de retiro de policías.
MÁS DE MEDIO MILLÓN EN SUELDOS DOBLETEADOS
A Enriqueta Flores González,
quien del 29 de abril al 30 de noviembre de 2013 fungió como encargada de
despacho del Instituto Municipal de la Mujer, se le pagaron 209 mil 323 pesos
por concepto de sueldos y prestaciones, siendo que como empleada de base
recibió al mismo tiempo un pago de 276 mil 303 por el mismo período. Hasta en
el ramo cultural hubo privilegiados a costa del erario público, como el caso
del “artista”, quien recibió un pago del gobierno central municipal por 14 mil
818 pesos, con pagos adicionales por parte de Oficialía Mayor por el mismo
servicio de 5 mil 905 pesos y 26 mil 799 pesos; además, “no se obtuvieron las
pruebas documentales que hagan constar fehacientemente la prestación del
servicio contratado”.
517 MILLONES EN TERRENOS, Y MÁS MILLONES “PERDIDOS”
Y la marabunta de cifras con
incongruencias, omisiones e incertidumbres abruma, con daños patrimoniales
porque no hay gestión de cobro; por ejemplo con el Impuesto Predial, con un
monto de 25 millones de pesos, o de la organización del Carnaval 2013, donde no
existe absolutamente ningún registro ni permisos emitidos de renta de espacios
y venta de alcohol, que son muchos, mas no obra documentación alguna que valide
la recaudación que debió estar a cargo de áreas como Alcoholes y Espectáculos,
cuyo titular era Humberto Padilla Dipp.
Para rematar, el Ayuntamiento
tampoco llevó un registro de sus bienes patrimoniales, como el caso de diversos
terrenos donados que a la fecha del dictamen del ORFIS, seguía sin formalizarse
la escritura a nombre de la administración municipal, arrojando un diferencia
de 517 millones 817 mil pesos en el balance de bienes inmuebles que suman 355
mil 700 metros cuadrados en diferentes fraccionamientos.
En la apreciación de expertos
en finanzas consultados, lo que procedería de todas las observaciones, sería
solventar o fincar responsabilidades, dar vista a la Auditoría Superior de la
Federación, inhabilitar a funcionarios y, sobre todo, “reintegrar todo ese
dinero con todo y los rendimientos generados”.
(SEMANARIO ZETA/ REPORTAJEZ/ Juan Carlos
Domínguez / Fotos. Enrique Botello/ 26
de Diciembre del 2015 a las 12:00:57)
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