Faltan
Ismael “El Mayo” Zambada, Vicente Carrillo Fuentes “El Viceroy”, Dámaso López
Serrano “El Mini Lic” y Servando Gómez Martínez “La Tuta”, entre otros. En
noviembre de 2013, Estados Unidos advirtió el resurgimiento del Cártel de los
Beltrán Leyva, once meses después, autoridades mexicanas detectaron a Héctor
Beltrán Leyva en Querétaro, lo que culminó con su aprehensión en Guanajuato,
después de tres órdenes de aprehensión, una de ellas para extraditarlo a la
Unión Americana
Con
la detención de Héctor Beltrán Leyva “El H” o “El Ingeniero”, el gobierno
mexicano tiene por extinguido el liderazgo familiar de los miembros fundadores
del Cártel Beltrán Leyva, aunque el resto de los integrantes de la organización
criminal no han sido capturados.
La
aprehensión de “El H” fue festejada en los Estados Unidos, donde el jueves 2 de octubre, la administradora de la
Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés),
Michele M. Leonhart, expresó su beneplácito por la operación de las Fuerzas
Armadas de México a través de un comunicado.
“Uno
de los mayores imperios de drogas del mundo tiende a desmoronarse con la
captura de Héctor Beltrán Leyva en México. Gran parte de la violencia y la
anarquía que ha plagado a México se remonta a este régimen criminal”, enfatizó
la funcionaria.
La
captura de “El H” tuvo lugar en un restaurante de mariscos en San Miguel de
Allende, Guanajuato, donde se le localizó acompañado de su colaborador Germán
Goyenechea Ortega, quien fungía como operador financiero de su grupo.
Ambos
sujetos portaban armas de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, pero
militares y federales que ya los tenían ubicados, no les dieron tiempo de
utilizarlas.
La
Procuraduría General de la República informó que en la operación bautizada como
“Hotel” (Letra H en claves policiales), participaron elementos de esa
dependencia federal, del Ejército Mexicano y de la Secretaría Armada de México.
Durante
once meses, labores de inteligencia militar dieron seguimiento a Héctor Beltrán
Leyva, quien quedó a cargo de la organización criminal desde la muerte de su
hermano Marcos Arturo “El Barbas” en 2009. “El H” fue ubicado por los sabuesos
castrenses en un domicilio de Querétaro.
El
capo puso a dudar a los investigadores sobre su identidad, pues durante casi un
año, los observadores advirtieron una conducta apacible del sospechoso, sin
parafernalia o rodeado de tantas personas como acostumbra un líder de la mafia.
Adoptó “un perfil moderado y transformó su estilo de vida para pasar desapercibido”,
se anunció al confirmar la captura.
No
obstante que Beltrán Leyva disminuyó sus actividades, éstas continuaron a
través de una red de operadores que hicieron alianzas con otros cárteles para
ejecutar labores de traslado de drogas a lo largo del país. Se estima que la
organización criminal encabezada por Héctor Beltrán tenía como principal
actividad el trasiego de cocaína desde Centro y Sudamérica, hasta los Estados
Unidos de América y Europa.
También
los investigadores obtuvieron información en el sentido de que las recientes
alianzas con otras organizaciones obligaron al presunto narcotraficante a
diversificar sus actividades, expandiéndose a la producción y comercio de
drogas sintéticas.
“El
H”, que en Querétaro se hacía pasar por un empresario acomodado, dedicado al
comercio de bienes inmuebles y obras de arte, había dejado la vida de lujos y
los grandes automotores, evitando llamar la atención de vecinos, amigos y
autoridades.
Sin
embargo, al tenerse la certeza de que se trataba del buscado personaje, por el
que las autoridades de Estados Unidos ofrecieron una recompensa de 5 millones
de dólares en 2004, decidieron seguirlo y detenerlo en San Miguel de Allende,
sin que los agentes de operaciones especiales realizaran un solo disparo.
Las
autoridades anunciaron que el capo está vinculado con al menos 29
averiguaciones previas, tanto del fuero común como del ámbito federal, contando
con tres órdenes de aprehensión a la fecha, a petición del Ministerio Público
de la Federación.
Investigaciones
de ZETA permitieron conocer que un año después de que los norteamericanos
sancionaron financieramente y boletinaron a Héctor Beltrán Leyva como uno de
los poderosos narcotraficantes mexicanos, en ese entonces al servicio del
Cártel de Sinaloa, “El H” intentó arreglar jurídicamente su problema.
Mientras
que Marcos Arturo “El Barbas” y Alfredo “El Mochomo” eran los hermanos más
arrebatados y violentos de la familia Beltrán Leyva, Héctor y Carlos eran
considerados más cerebrales. Por ello a Héctor le llamaban indistintamente
“Ingeniero” o “Licenciado”.
En
2005, “El H” promovió el juicio de amparo 2437/2005 ante el Juzgado Décimo de
Distrito de Amparo en Materia Penal en el Distrito Federal. Se había enterado
que el Juez Octavo de Distrito de Procesos Penales Federales en la Ciudad de
México, le había dictado una orden de detención provisional con fines de
extradición internacional, dentro del procedimiento 7/2005.
Sin
embargo, el juez de garantías decidió no amparar al quejoso, resolución que el
Quinto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, confirmó en el
toca de revisión 525/2006.
En
el Juzgado Decimosegundo de Amparo en Materia Penal, también de la capital del
país, Héctor recibió la protección de la justicia federal en el juicio
1390/2005, que ordenaba dejar sin efecto otra orden de captura dictada en su
contra con fecha 2 de abril de 2005, resolución confirmada en el Décimo
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, toca de revisión
1950/2005.
Al
trascender la recompensa ofrecida por el gobierno mexicano de 30 millones de
pesos a cambio de información para dar con su paradero, el sinaloense no volvió
a acercarse a los tribunales para buscar su cobijo.
Héctor
y sus hermanos crecieron a la sombra de Marcos Arturo Beltrán Leyva “El
Barbas”, quien al cumplir su mayoría de edad, fue apresado en el Estado de
Durango por su participación en delitos contra la salud.
Los
fraternos de “El Barbas” o “El Barbitas” conocieron de las aventuras
delincuenciales de éste, que a los 22 años de vida, pudo escapar del Centro de
Readaptación Social de la capital duranguense, en octubre de 1983, al lado de
17 reclusos que tomaron por asalto la comandancia del penal.
Otro de los evadidos era Ovidio Guzmán Loera,
el hermano mayor de Archivaldo “El Chapo” Guzmán, con quien Marcos Arturo
emparentaría políticamente.
Durante
muchos años, “El H” fungió como uno de los “cerebros” financieros del Cártel de
Sinaloa, hasta que vino la separación entre grupos, tras la detención de
Alfredo Beltrán “El Mochomo” en 2008 por parte del Ejército Mexicano.
Los
Beltrán Leyva se sintieron traicionados por “El Chapo” Guzmán y le declararon
la guerra, formando su propia organización que se conoció como Pacífico Sur o
el cártel con sus apellidos.
Luego
de la muerte de “El Barbas” a manos de elementos de la Marina en 2009 y tras la
detención de Carlos, Héctor quedó al frente de la organización que aún tiene
presencia en los estados de México, Sinaloa, Nayarit, Morelos, México,
Guerrero, Sinaloa, Quintana Roo y Distrito Federal.
Información
de inteligencia señala que los Beltrán Leyva se aliaron con Los Zetas y el
Cártel de Juárez hace ya más de un año, en su afán de combatir a sus enemigos
del Cártel de Sinaloa que ahora lidera Mario Ismael “El Mayo” Zambada.
En
noviembre de 2013, cuando los reflectores disminuyeron sobre la organización
criminal, al considerarse que estaba inactiva, el gobierno norteamericano, a
través de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en
inglés), del Departamento del Tesoro, lanzó una alerta para advertir de los
manejos financieros que realizaba Arnoldo Villa Sánchez, uno de los operadores
de “El H” desde Guadalajara.
Se
dijo entonces que Villa Sánchez, quien utilizaba el falso nombre de Erick René
Calderón Sánchez, operaba una empresa de seguridad en la “Perla Tapatía”,
denominada Sistema Elite de Seguridad Privada, con más de 150 empleados en su
nómina.
Las
fechas de las investigaciones de los últimos once meses, a cargo del grupo de
operaciones especiales de la Secretaría de la Defensa Nacional con la alerta
emitida por el gobierno de Estados Unidos sobre el resurgimiento del grupo
criminal de los Beltrán Leyva, coincide con la materialización de la captura de
“El H”, a quien en las próximas horas se le dará destino en una institución
penitenciaria federal de máxima seguridad.
(SEMANARIO
ZETA/ REPORTAJEZ/ Luis Carlos Sáinz Martínez/ 06 de Octubre del 2014 a las
12:00:00)
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