El
gobierno federal desplegó una amplia baraja de estratagemas para desactivar la
reciente manifestación politécnica: todo indica que desató una “guerra sucia”
de baja intensidad para deslegitimar el movimiento, que preparó a conciencia la
“aparición improvisada” de Miguel Ángel Osorio Chong en el mitin del 30 de
septiembre y que la renuncia de Yoloxóchitl Bustamante se había fraguado
incluso antes de que los estudiantes entregaran el pliego petitorio. De hecho,
la probable salida de la directora general le beneficia al gobierno, que ahora
podrá colocar a un priista al frente del Poli.
MÉXICO,
D.F. (Proceso).- Una vez más, como lo hizo el movimiento #YoSoy132 en los
tiempos en que se gestó el regreso del PRI a la Presidencia, la organización
estudiantil consiguió desestabilizar al grupo de poder que encabeza Enrique
Peña Nieto y activó el mecanismo de gobierno que ha intentado desmovilizarlo a
toda costa.
Desencadenado
por la aprobación de un reglamento interno que transgrede el proyecto
fundacional del Instituto Politécnico Nacional (IPN), aprobado la madrugada del
miércoles 24 de septiembre, en armonía con las reformas a sus planes y
programas de estudio, el movimiento estudiantil se propagó en cuestión de
horas. Desconocidos como alumnos por la directora de la institución,
Yoloxóchitl Bustamante, los estudiantes se movilizaron en redes sociales bajo
la etiqueta #TodosSomosPolitécnico. No hubo un tema más comentado en el
ciberespacio del país.
La
inconformidad estalló en las calles el jueves 25 con la participación más
grande de politécnicos en casi 30 años. Comenzó a replicarse la historia del
“viernes negro” de mayo de 2012 que, ante las protestas en su contra, llevó a
Enrique Peña Nieto a ocultarse en los baños de la Universidad Iberoamericana y
a los universitarios del país a unirse en la indignación.
La
autoridad universitaria se vio obligada a retroceder y ofreció una solución
parcial, aplazando la aplicación de los planes de estudio de la Escuela
Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA), génesis del conflicto, pero éste
la había rebasado. El IPN se fue a paro casi en su totalidad
La
repercusión del estallido estudiantil fue tal que no habían pasado 24 horas
cuando el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se ofreció como
mediador en el asunto académico, haciendo suya la agenda de la Secretaría de
Educación Pública, dependencia a cargo de Emilio Chuayffet.
(Fragmento del reportaje que se publica
en la revista Proceso 1979, ya en circulación)
(PROCESO/
REPORTAJE ESPECIAL/ SANTIAGO IGARTÚA/ 4 DE OCTUBRE DE 2014)
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