Patricia Montoya
A manera de
advertencia, ayer y a plena luz del día fue rafagueada con proyectiles de armas
de alto poder una casa habitación ubicada en el fraccionamiento Urbi Villas del
Rey.
No obstante que la
vivienda marcada con el número 3810 de la calle de los Castillos, a unas seis
casas del bulevar Colonial de dicho asentamiento humano, quedara con las
paredes perforadas, cristales y medidores de la luz rotos, al parecer sus
ocupantes salieron vivos de la refriega por la parte trasera, al no existir
barda y se perdieron en el sector.
En un principio se
manejó que se trataba de una familia, un hombre y una mujer, ambos en edades
que oscilan entre los 30 años de edad, así como un niño; pero minutos más tarde
se desplegó la versión de que son dos mujeres y un niño, quienes habitaban
dicha casa, mismos que tenían apenas una semana de haber llegado al barrio
presuntamente procedentes del Municipio de Bácum y que tenían tres días de
fiesta.
Los hechos se
registraron alrededor de las 15:10 horas, cuyos ocupantes se escabulleron al
escuchar el ataque armado, por al parecer dos sujetos que viajaban de oriente a
poniente sobre la calle de los Castillos, a bordo de un vehículo línea Áltima,
color blanco, y al pasar por la casa dispararon sus armas sobre el frente de la
vivienda.
Los peritos de la
Procuraduría General de Justicia del Estado levantaron del lugar cerca de 30
casquillos percutidos de armas de alto calibre, R 15 y AK 47, mismos que se
encontraban esparcidos en dicha vialidad, en cocheras de viviendas aledañas,
banquetas y en la propia casa, blanco de los pistoleros.
Joselyn C.Q., de
Bácum, es al parecer una de las mujeres que vivían en el sitio, mientras que de
la otra persona se desconoce su nombre por el momento.
En el sitio se
apostaron varias patrullas de Seguridad Pública de Cajeme y de la Policía
Estatal Investigadora, así como la Semefo, ya que por lo fuerte de la balacera
se presumía en un principio que podría haber en el interior de la casa,
personas sin vida.
Tras concluir la
balacera salieron los vecinos, madres de familia, niños, hombres y jóvenes,
quienes sorprendidos miraban el estado en que quedó la vivienda.
Al final de la
reyerta, policías estatales y militares a bordo de varias unidades emprendieron
una serie de cateos, sobre todo en hoteles y moteles de paso por el rumbo de la
Comisaría de Providencia en busca de los sicarios, sin resultados positivos.
(DIARIO DEL YAQUI/ Patricia Montoya/ Lunes, 18 Febrero 2013 23:30)
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