Diecisiete días después de haber recibido un disparo
en la cabeza, el medallista olímpico Noé Hernández Valentín falleció el
miércoles 16 a consecuencia de una trombosis pulmonar cuando se encontraba en
su casa en medio de una fuerte depresión y mientras se recuperaba
favorablemente de la herida.
Raúl Ochoa y Beatriz Pereyra
MÉXICO, D.F.
(Proceso).- Según informes recabados por Proceso, el ex marchista se colapsó a
las 11:45 de la mañana en su domicilio, por lo que sus familiares llamaron a
Alejandro Jacob Madrid Sánchez, un médico local, a quien le dijeron que Noé
llevaba 10 minutos inconsciente.
El médico encontró a
Hernández sin signos vitales y le aplicó reanimación cardiopulmonar (RCP)
mientras policías municipales pidieron una ambulancia que llegó a la calle
Amapola, en la colonia Xochiaca, municipio de Chimalhuacán, Estado de México.
Minutos después un
comandante de apellido Quintero Robles avisó al Hospital General Chimalhuacán
ISEM que en unos minutos llegaría la ambulancia Delta 7 que llevaba a Noé
Hernández, de 34 años.
La Secretaría de
Salud del Estado de México (SSEM) informó que el deportista llegó al hospital
“en estado de cadáver”, pues ya habían transcurrido muchos minutos desde que
perdió el estado de alerta y no tenía signos vitales. De ello se desprende que
falleció en su domicilio y no en el trayecto al nosocomio.
La ambulancia
recorrió el trayecto entre el hospital y la casa de Noé, de aproximadamente
cinco kilómetros, en cinco minutos. Escoltado por la Policía Municipal Estatal,
el vehículo cubrió la ruta de regreso en sólo cuatro minutos.
El grupo de médicos
y enfermeras que atendió al paciente realizó maniobras de resucitación durante
20 minutos. A las 12.15 horas declaró muerto al ganador de la medalla de plata
en los Juegos Olímpicos de Sydney en la prueba de caminata, modalidad de 20
kilómetros.
La SSEM informó a
los reporteros que alrededor de las 14:30 el cuerpo de Hernández fue trasladado
al Servicio Médico Forense de Ciudad Nezahualcóyotl para realizarle la
necropsia.
Este semanario tomó
el testimonio de un agente de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, quien
estaba presente cuando la ambulancia Delta 7 llegó a la vivienda del medallista
olímpico. Relata que dos paramédicos descendieron de la unidad, pero las
maniobras con la camilla se dificultaron por lo estrecho de la casa.
Según el policía los
paramédicos comentaron que Noé “neurológicamente estaba vivo, pero
corporalmente muerto”.
“Vimos a los
familiares muy preocupados. Les dijeron a los socorristas: ‘¡Noé está en el
primer piso!’”, cuenta el uniformado. Cuando éstos llegaron, el doctor Madrid
ya llevaba 10 minutos realizando maniobras de RCP. Luego los paramédicos
continuaron con la asistencia antes de subirlo a la ambulancia, que fue
abordada por tres familiares del ex andarín y el propio Madrid.
(Extracto del reportaje que se publica en Proceso
1890, ya en circulación)
(PROCESO/Raúl Ochoa y Beatriz Pereyra/ 19 de enero de
2013)
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