Esta urbe cerró 2012 como la más violenta de México
con alrededor de mil 300 homicidios relacionados con el crimen organizado,
incluso por arriba de Ciudad Juárez.
TORREÓN, Coah.
(Proceso).- Esta urbe cerró 2012 como la más violenta de México con alrededor
de mil 300 homicidios relacionados con el crimen organizado, incluso por arriba
de Ciudad Juárez.
El pasado diciembre
Enrique Peña Nieto ordenó reforzar el Programa Laguna Segura, que ha intentado
frenar una violencia que viene de años. El programa –que despliega más de mil
policías federales y soldados– ha fracasado y ahora Torreón es un reto para la
promesa presidencial de reducir a la mitad los asesinatos del narco en su
primer año de gobierno.
Este mes la
violencia se ha incrementado con una serie de ataques a bares y centros
nocturnos: al menos cinco consecutivos con saldo de más de 15 muertos y una
docena de heridos.
A esto se sumó la
noche del miércoles 9 un atentado con fusiles y granadas contra un retén
policiaco-militar en el periférico Raúl López Sánchez de esta ciudad. No se
reportaron bajas.
La ola criminal se
agudiza “por la disputa de la plaza”: El Cártel de Sinaloa intensificó la
cacería de El Pinky, jefe de Los Zetas en Torreón, para arrebatarles la ciudad
y controlar toda La Laguna, asegura a Proceso un oficial de la Secretaría de
Seguridad de Coahuila que habla a condición del anonimato.
Menciona que en
meses recientes los sinaloenses comenzaron a tomar el control de esta plaza y
están desplazando a Los Zetas hacia Matamoros, Francisco I. Madero, Viesca, San
Pedro de las Colonias y otros municipios de La Laguna.
Los golpes del
Ejército a Los Zetas también ayudan al avance del Cártel de Sinaloa. Los
militares han detenido a varios capos: Jorge Alejandro Cortés Aguilera, El
Comandante Cástulo; Santiago Maciel Rodríguez Velázquez, El Maciel y Renato
Patiño Martínez, El Comandante Borrado, jefe zeta en Matamoros.
La fuente dice lo
anterior y agrega que los ataques a bares son una “consecuencia de la rivalidad
por Torreón”, ya que los grupos de inteligencia del Cártel de Sinaloa ubican a
sus enemigos en esos negocios y mandan sicarios a ejecutarlos.
Los Zetas responden
con la misma moneda. En el ataque al Bar Tornados, la madrugada del domingo 6,
llegaron seis hombres armados que dispararon con sus fusiles de asalto. En la
banqueta quedaron tres cadáveres; tres personas más murieron cuando eran
trasladadas en ambulancias y una más falleció horas después en un hospital.
Luego de acribillar
a los parroquianos, uno de los sicarios utilizó una camisa llena de sangre de
una de las víctimas para pintar en la pared la letra zeta y el signo de
porcentaje.
Fiebre de bares y
gasolineras
Los atentados contra
bares de la ciudad no son nuevos en La Laguna. Cuando Los Zetas tomaron la
plaza de Torreón en 2007 se apoderaron de varios de estos negocios, alrededor
de 15, extorsionaban al menos a medio centenar eincluso abrieron unos nuevos.
Comenzaron los
primeros meses de 2010 con tres ataques que dejaron unos 30 muertos. Fueron
perpetrados con armas entregadas por autoridades carcelarias a los sicarios del
Cártel de Sinaloa, quienes después de asesinar volvían a sus celdas del Centro
de Readaptación Social (Cereso) número 2 de Durango, en la vecina ciudad de
Gómez Palacio, según una investigación de la Procuraduría General de la
República (PGR).
El 1 de febrero de
2010 ocurrió uno de los primeros atentados en el Bar Ferrie, donde murieron 10
hombres, la mayoría civiles inocentes.
El siguiente fue el
15 de mayo de ese año en la inauguración del Bar Juanas. El saldo: ocho muertos
y 19 heridos.
Uno más ocurrió en
Quinta Italia Inn, donde fueron acribillados 17 jóvenes el 19 de julio de 2010.
Esta matanza sólo fue superada por la del 8 de julio de 2011 en el Bar Sabino
Gordo de Monterrey, donde fallecieron 21 personas.
La PGR informó que
en estos tres ataques se utilizaron rifles de asalto pertenecientes a custodios
del Cereso de Gómez Palacio. La directora, Margarita Rojas Rodríguez y otros
tres funcionarios de esa cárcel fueron acusados de permitir a un grupo de reos
del Cártel de Sinaloa salir por la noche y usar el armamento de los custodios
así como vehículos oficiales para realizar “actos de venganza” contra sus
rivales zetas.
Además de atentados
contra bares recientemente ha habido en esta ciudad ataques contra media docena
de gasolineras, presuntamente por pistoleros al servicio de Joaquín El Chapo
Guzmán.
En las narcomantas
que dejaron acusaban al empresario de Matamoros, Manuel Muñoz, El Mono, de que
en sus negocios lava dinero y distribuye gasolina robada por Los Zetas.
El Mono Muñoz tiene
al menos 10 gasolineras en Torreón y otras tantas en Gómez Palacio y Lerdo,
Durango. Cinco de ellas fueron atacadas y ahora siguen cerradas, pues aunque
las ponían en funcionamiento de un día para otro, las volvían a incendiar.
Este empresario de
La Laguna, afirma la fuente, es considerado el principal enlace entre Los Zetas
y personajes como Humberto Torres Charles, hermano del exprocurador coahuilense
Jesús Torres Charles, prófugo presuntamente por proteger a ese grupo criminal a
cambio de 300 mil pesos mensuales.
El Cártel de Sinaloa
también atenta contra la Policía Municipal –cuya sede ha sufrido en los últimos
meses 12 ataques– así como contra la Policía Federal (PF) pues acusa a varios
comandantes regionales de proteger al Pinky. En una serie de narcomantas
mencionan a tres comandantes a quienes identifican como “Efraín, Castorena y El
G1”.
(Fragmento del reportaje que se publica esta semana en
Proceso 1890, ya en circulación)
(PROCESO/ Redacción/ 19 de enero de 2013)
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