Noé Hernández Robles y siete personas más fueron
detenidos el 16 de julio de 2009 por su presunta responsabilidad en el plagio y
homicidio del menor Fernando Martí, cuyo cadáver apareció en la cajuela de un
auto en Villa Olímpica, al sur del Distrito Federal, en agosto del año
anterior. Los agentes, subordinados a Genaro García Luna, se apresuraron a implicar a Noé y a
relacionarlo con la banda de los Petriciolet, a la que atribuyeron el
secuestro.
Anabel Hernández
MÉXICO, D.F.
(Proceso).- Presentado como principal testigo de cargo en el caso, Noé expuso
ante el Ministerio Público (MP) y ante el juzgado que lleva la causa penal, que
los cargos que se le imputan son falsos.
Bajo amenazas y
presiones psicológicas, dice, fue obligado a hablar en cuatro ocasiones con
Alejandro Martí, padre de Fernando, para que repitiera que fue él quien mató al
menor y no los presuntos autores que señalaba la Procuraduría General de
Justicia del Distrito Federal (PGJDF). Martí siempre estuvo acompañado por
Isabel Miranda de Wallace, quien era ajena al caso.
Todo fue un montaje, sostiene Noé.
Ese 4 de agosto,
días después de la conferencia de prensa en la cual la Policía Federal (PF) lo
declaró culpable confeso, el detenido compareció ante el MP, según la copia
obtenida por Proceso:
…me empiezan a decir
que voy a declararme confeso y asesino de Fernando Martí, diciéndoles que yo no
iba a decir eso; por qué iba a decir algo que yo no había hecho. Ya no diciendo
nada más me desnudan, me ponen en posición de patito con las manos hacia atrás
y me dan una patada en los güevos y me doblo y caigo hacia un lado, agarrándome
de las greñas y de los brazos volviéndome a poner en posición de patito, pero
ya no puedo mantenerme así…
En los oficios
intercambiados entre el juez que lleva la causa penal y la Subprocuraduría de
Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) –hoy SEIDO–
obtenidos por este semanario, las declaraciones en las cuales Noé se retractó y
denunció la tortura a que fue sometido no se incluyeron en el expediente
entregado al Juzgado Decimocuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en
el Distrito Federal hasta el 10 de marzo de 2011.
Proceso presenta por
primera vez las declaraciones de Noé a partir de los documentos obtenidos.
La versión de Noé,
quien aún no ha recibido condena por su presunta participación en el homicidio
de Fernando Martí, no sólo reabre el caso sino expone una vez más los montajes
orquestados desde la AFI y la PF durante los años del gobierno de Felipe
Calderón.
El caso Martí
El 1 de agosto de
2008 fue localizado el cadáver de Fernando Martí, de 14 años, quien había sido
secuestrado 53 días antes en un retén policiaco junto con su chofer y un
escolta cuando iba a su escuela.
Durante varios días
el padre del joven –el empresario Alejandro Martí, socio de una cadena de
tiendas deportivas y de gimnasios–, negoció con los plagiarios y pagó el
millonario rescate. Fue inútil, nunca volvió a ver con vida a su hijo.
A principios de
septiembre de ese año, el entonces titular de la PGJDF, Miguel Ángel
Mancera, responsabilizó a Sergio Ortiz
Juárez, El Apá, un ex policía de la Dirección de Investigaciones para la
Prevención de la Delincuencia, y a la comandante de la PF Lorena González
Hernández, La Lore –cercana a Facundo Rosas Rosas y Cárdenas Palomino,
colaboradores de García Luna– de haber participado en el retén policiaco en el
que fue secuestrado el menor.
Ese mismo mes la
PGJDF detuvo a La Lore. Rosas y García Luna afirmaron que ella no pertenecía a
la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal. No obstante, la procuraduría
exhibió documentos oficiales según los cuales la detenida había sido
subdirectora de la Dirección de Secuestros y Robos de esa secretaría. Asimismo
el escolta de Fernando Martí, Cristian Salmones, la reconoció como una de las
presuntas autoras del plagio, afirmación que aún sostiene.
De acuerdo con los
expedientes obtenidos por Proceso, El Apá y La Lore estaban implicados en por
lo menos otros ocho secuestros violentos registrados a partir de 2003. Según la
Dirección de Investigación, encabezada en esa época por Cárdenas Palomino, la
AFI era la responsable de indagar dichos secuestros. Lorena trabajaba ahí, a
las órdenes de Cárdenas Palomino.
Pese a ello nunca
aprendieron al Apá, ni despidieron ni encarcelaron a La Lore. Alejandro Martí
tuvo acceso a toda esa información. Su molestia fue creciendo.
Según la información
recabada por la reportera, Lorena comenzó a presionar a sus jefes para que la
ayudaran a salir del problema; de lo contrario, les dijo, comenzaría a hablar.
El 17 de julio de
2009 Cárdenas Palomino, coordinador de Inteligencia para la Prevención del
Delito de la PF, organizó una conferencia de prensa para anunciar la captura de
dos supuestos integrantes de la banda de los Petriciolet, a quienes responsabilizó
del secuestro y homicidio de Fernando Martí y Antonio Equihua: Noé Alejandro
Soto o Noé Robles Hernández, de 31 años, y José Antonio Montiel Cardoso, de 34,
a quienes, dijo, la SSP perseguía desde 2005 por su participación en 14
secuestros y ocho homicidios.
Ambos, dijo, fueron
detenidos ese día en una casa de seguridad en Xochimilco. En ese operativo los
agentes liberaron a dos víctimas. Según el jefe policiaco, en ese lugar
estuvieron presuntamente secuestrados Martí y Equihua.
Para echar por
tierra la investigación de la PGJDF, Cárdenas Palomino exhibió un video con la
declaración de Robles Hernández en la que confesó su participación en el
secuestro de Martí y de haber sido incluso quien lo mató. Con esa “prueba”
intentó deslindar a La Lore y al Apá.
“Esas personas
–dijo– no tuvieron nada que ver en ese secuestro”.
Después de la
presentación del material, Cárdenas Palomino insistió en que ni El Apá ni La
Lore estaban implicado con la banda de los Petriciolet: “…de acuerdo a las
declaraciones que nosotros tenemos, no está vinculado él, hasta este momento,
con las 14 averiguaciones previas que nosotros tenemos”.
Y sobre La Lore,
aseguró: “Según las declaraciones que nos hace el detenido es que Lorena no es
la mujer que participa en el retén (donde fue plagiado Fernando Martí), porque
la mujer que él refiere es una mujer güera”.
No obstante, cuatro
años después del secuestro y homicidio de Fernando Martí los testimonios de Noé
echan por tierra la versión de Cárdenas Palomino.
(Fragmento del reportaje principal que se publica en
Proceso 1890, ya en circulación)
(PROCESO/ Anabel Hernández/ 20 DE ENERO 2013)
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