Tras las elecciones legislativas en
Estados Unidos, los republicanos incrementaron su mayoría en Senado, con el
respaldo de la misma coalición de votantes que llevó a Trump a la Casa Blanca
hace dos años: blancos sin formación universitaria, especialmente hombres, en
estados más conservadores y rurales. Los candidatos del Partido Republicano
derrotaron a senadores demócratas en Dakota del Norte, Indiana y Missouri.
Mientras tanto, en la Cámara de
Representantes consiguieron arrebatar el control al partido del Presidente;
tendrán mayoría, al arrebatar distritos suburbanos con un mayor nivel educativo
y económico. Los votantes de los suburbios optaron por los demócratas con un
margen de casi 10 puntos porcentuales, según AP VoteCast, una encuesta nacional
al electorado.
Washington, 7 de noviembre
(AP).— Estados Unidos, una nación polarizada, tiene ahora divisiones más
profundas.
En los comicios legislativos
del martes, los demócratas tomaron el control de la Cámara de Representantes.
Los republicanos, por su parte, mantuvieron su poder en el Senado. Y la brecha
que divide a los estadounidenses -a urbanos de rurales, blancos de negros,
conservadores de liberales – se acentuó aún más.
Los resultados de los
comicios de mitad de legislatura resaltaron el orden político del país, que se
ha acelerado durante la presidencia de Donald Trump. La raza, la clase social y
la geografía separan a los dos bandos tanto como la ideología, con el
presidente como línea divisoria.
Los demócratas consiguieron
su nueva mayoría en la cámara baja tras arrebatar escaños a sus rivales en
distritos suburbanos con un mayor nivel educativo y económico. Los votantes de
los suburbios optaron por los demócratas
con un margen de casi 10 puntos porcentuales, según AP VoteCast, una
encuesta nacional al electorado.
En Florida podría haber un recuento de
los votos. Foto: AP.
Las mujeres con educación
universitaria, en particular, ayudaron a los candidatos demócratas, motivadas
en parte por una profunda oposición a la agenda nacionalista de Trump y a su
retórica con motivaciones raciales.
“Esta brecha de género se ha
ido incrementado ciclo tras ciclo”, apuntó Stephanie Schriock, presidenta de
Emily’s List, un grupo que apoya a candidatas demócratas. “Especialmente
durante este gobierno de Trump, y seguirá avanzando”.
Pero las victorias demócratas
se limitaron a la Cámara. El panorama en el Senado contó una historia
diferente, la de una parte del país totalmente distinta.
Los republicanos
incrementaron su mayoría en la cámara alta con el respaldo de la misma
coalición de votantes que llevó a Trump a la Casa Blanca hace dos años: blancos
sin formación universitaria, especialmente hombres, en estados más
conservadores y rurales. Los candidatos del Partido Republicano derrotaron a
senadores demócratas en Dakota del Norte, Indiana y Missouri.
Los éxitos republicanos
parecían reforzar la política que se esconde tras el mensaje de cierre de
campaña de Trump, una mezcla de sombrías e inexactas advertencias sobre una
“invasión” de migrantes a través de la frontera con México. Este miedo, al
parecer, motiva a los republicanos. Y pocos pueden reunir esa ansiedad mejor
que Trump.
“Él es absolutamente el único
republicano que pudo generar ese tipo de entusiasmo en la base, que era
necesario para competir en unas elecciones de mitad de periodo realmente
complicadas”, apuntó Josh Holmes, un veterano asesor político del líder de la mayoría
en el Senado, Mitch McConnell.
Con cada uno de los partidos
al frente de una de las cámaras del Congreso y una nueva elección presidencial
cada vez más cerca, esta divisiones serán una característica definitoria de la
política estadounidense hasta 2020. Cada formación tiene ahora una plantilla
para el éxito en la época de Trump, y pasarán los dos próximos años intentando
replicarla.
Los resultados de las
legislativas son una promesa a largo plazo para los demócratas, una formación
que quedó desterrada al ostracismo político en 2016.
Analistas ven un EU más polarizado tras
elecciones. Foto: AP.
Algunos estados de tendencia
demócrata que se rindieron ante Trump hace dos años _ Michigan, Wisconsin y
Pennsylvania _ volvieron a dar un giro a la izquierda el martes, eligiendo a
demócratas como gobernadores y para escaños clave en el Senado. Esto sugiere
que las victorias del presidente en el Medio Oeste podrían haber sido una
anomalía, no una tendencia permanente.
El mandatario puede
consolarse sin embargo con los triunfos republicanos en Ohio y Florida, dos de
los campos de batalla más importantes del país. En Florida, el acólito de Trump
Ron DeSantis se impuso al demócrata Andrew Gillum, el joven alcalde
afroestadounidense de Tallahassee que parecía encaminado a convertirse en una
estrella del partido a nivel nacional.
La demografía sigue siendo un
problema para los republicanos en un país cada vez más diverso. A menos que la
formación pueda hacer crecer su interés entre las minorías y los jóvenes, el partido
podría quedarse sin electores que lleven a sus candidatos a la victoria.
Pero lo que es bueno para el
partido en el largo plano no es necesariamente del interés de Trump.
Durante este año electoral,
el presidente pasó poco tiempo intentando convencer a sus críticos o atrayendo
a los votantes con alto nivel de educativo de vuelta a la órbita republicana.
Por el contrario, se centró en los asuntos que le ayudaron a ganar en 2016,
mostrándose especialmente duro en cuestiones de política migratoria.
Pero esas mismas maniobras
políticas le costaron la Cámara a los republicanos, ya que la batalla por su
control se libró en distritos suburbanos moderados en los que Trump perdió hace
dos años. Tanto la fortaleza de la economía como el plan fiscal pro empresarial
que los republicanos creyeron que calarían entre los electores adinerados y con
más formación de esas zonas quedaron eclipsados por el dirigente.
Trump enfrenta ahora a una
encrucijada mientras se adentra en su propia campaña de reelección. Puede
moderar sus políticas y tácticas para intentar ganarse a los votantes que se
alejaron de los republicanos este año. O podría concluir que la misma coalición
de votantes que lo llevó a la Casa Blanca hace dos años volverá a respaldarlo
en masa cuando vea su nombre en la boleta.
Uno de los saldos de las elecciones será
la presencia de más mujeres en el Congreso, entre ellas, la representa más
joven en la historia de EU . Foto: EFE
(SIN EMBARGO/ AP/ 07 DE NOVIEMBRE 2018)
No hay comentarios:
Publicar un comentario