Ante
el abandono que los peritos oficiales hicieron de más de la mitad de los restos
óseos de una persona, un grupo ciudadano de rastreadores de cuerpos exige apoyo
de expertos independientes.
Peritos
Morelia
Los
peritos de la Fiscalía de Morelía acudieron a un levantamiento que rastreadores
les notificaron, en Coahuayana. Foto: PGJE Michoacán
El
padre Carlos Aurelio Ramírez busca restos humanos por todo el país, con un
grupo de voluntarios. El pasado 21 de junio, notificaron a la Fiscalía de
Michoacán sobre el hallazgo de restos en Coahuayana; a pesar de que acordaron
con las autoridades hacer el levantamiento al día siguiente, porque la zona era
de difícil acceso y con mucha maleza, los peritos llegaron cuando era de noche
y se llevaron solo una parte de los huesos encontrados.
Según
el padre Carlos Aurelio, los funcionarios no quisieron esperar hasta que
amaneciera, cuando hubiera luz, para hacer su trabajo con mejores condiciones.
Tras una hora y 20 minutos se fueron, y dejaron la mayor parte de los restos
olvidados en la zona.
“Lo
hicieron de mala gana, molestos. Tuvieron que mantener la ética”, reclamó el
sacerdote.
A
pesar que desde el 2013 la PGR publicó un protocolo para respetar la cadena de
custodia de la evidencia en los crímenes, en donde se señala que los restos
humanos deben ser guardados en recipientes herméticos, el padre Carlos Aurelio
y los demás rastreadores dicen que los restos encontrados en Coahuayana fueron
puestos en bolsas de plástico.
“Se
les insistió y se les dijo que por favor esperarán hasta el día de mañana.
Porque ese había sido el acuerdo con la fiscalía”, dice el sacerdote y explica
que la instancia se comprometió a enviar a los peritos más capacitados para el
trabajo.
“Les
dijimos que no podían dejar, prácticamente, la mitad de un ser humano ahí. Ellos son los que están mapeando, rastreando,
haciendo el trabajo profesional”, relató el padre.
Los
rastreadores, como el padre Carlos Aurelio y las personas que lo acompañan, son
ciudadanos que por su propia voluntad y con sus propios recursos, buscan los
restos de sus familiares y de otras personas desaparecidas.
Molesto
por la negligencia que ante sus ojos cometían los peritos de la Fiscalía de
Michoacán, el sacerdote grabó videos de los restos olvidados y los publicó en
sus redes sociales.
Ese
mismo 21 de junio, Animal Político se comunicó con el coordinador de Servicios
Periciales de la PGJE de Michoacán, Pedro Gutiérrez, quien explicó que los
peritos habían hecho el levantamiento “correctamente”, y aseguró que los restos
que el padre Carlos Aurelio en redes sociales, estaban en otra zona distinta a
la que habían señalado inicialmente.
El
22 de junio, sin embargo, los peritos regresaron a Coahuayana, donde los
rastreadores permanecieron, gracias al apoyo de la policía comunitaria, y se
llevaron los restos que un día antes habían dejado. Estaban en la misma zona
que los rastreadores habían señalado inicialmente.
Peritos
de la Fiscalía de Morelía
Los
peritos de la Fiscalía de Morelía acudieron a un levantamiento que rastreadores
les notificaron.
“Se
realizó el día 22 una segunda búsqueda para encontrar restos óseos.
Efectivamente sí se encontraron esos restos, con el apoyo de los señores
(rastreadores). Eso es lo que hicieron nuestros peritos en el lugar del
hallazgos”, reconoció el coordinador de Servicios Periciales, en entrevista con
Animal Político.
La única justificación que el funcionario
ofreció, tras el abandono de los restos óseos, es que la maleza no permitió a
sus peritos ver los restos. Aunque los rastreadores voluntarios, que no tienen
el equipo profesional con el que la fiscalía cuenta, sí lograron resguardarlos.
“Nos dijeron que habían mandado al mejor
personal de Michoacán, para hacer este levantamiento. Y lo que les dijimos fue:
si esos son los mejores no queremos saber cómo están los otros”, recordó el
padre, quien relató que tuvieron una reunión con la autoridad ministerial en
Coahuayana.
Voto
de confianza para peritos oficiales, piden autoridades
En
Michoacán, según el coordinador de Servicios Periciales tienen a 80 peritos,
incluidos médicos legistas, y químicos de laboratorio, para el reconocimiento
de los restos humanos. Para el sacerdote Carlos Aurelio, y los demás
rastreadores que por el momento trabajan en ese estado, el personal no es
confiable, por lo que anunciaron que no trabajarán en coordinación con
ellos.
Peritos
Fiscalía de Morelía
Los
rastreadores voluntarios recuperaron los restos que habían sido abandonados por
la Fiscalía de Morelía.
“Lo que andamos solicitando son peritos
independientes, que nos ayuden a mejorar la búsqueda, porque no confiamos en la
Fiscalía y sus peritos. No confiamos en las autoridades. Y también estamos
pidiendo que las muestras de los restos de las personas que estamos
encontrando, las lleven a laboratorios particulares”, explicó el sacerdote
sobre sus solicitudes.
Sin embargo, las autoridades estatales piden
un voto de confianza y que se continué con el trabajo coordinado con los
rastreadores.
“Sabemos que esa actividad es de una gran
sensibilidad humana, y viene a contribuir a las instituciones. Coordinados con
las instituciones los resultados siempre serán favorables”, reconoció el
coordinador de Servicios Periciales, respecto al trabajo de los rastreadores
voluntarios.
Según el último informe de Violencia y Terror,
Hallazgos de las Fosas Clandestinas en México, publicado por la Universidad
Iberoamericana, en el estado de Michoacán el hallazgo de fosas clandestinas se
concentra en algunos puntos, y ha ido en aumento.
De
2009 a 2014 se encontraron 23 fosas clandestinas en ese estado, con 73 restos
humanos. Según el informe, el trabajo para los servicios periciales en este
estado, se multiplicó intensamente en 2014, cuando fueron la segunda entidad
con más cuerpos exhumados, con 53. Mientras que en 2009 se exhumaron cuatro
cuerpos, para 2010 no tuvieron ni un caso, en 2011 exhumaron tres, para 2012
fueron ocho y en 2013 cinco cuerpos.
PERITOS
FISCALÍA DE MICHOCÁN
Los
peritos recolectaron los restos el 21 y 22 de junio.
El
trabajo no ha parado de incrementarse, y las autoridades no tienen la confianza
de los rastreadores ciudadanos. “No vamos a permitir que desaparezcan
nuevamente a un desaparecido, que no hagan bien las cosas. Que echen a perder un cuerpo. Porque la verdad
es que estas personas no saben, no quieren y no pueden hacer bien su trabajo”,
dijo el padre Carlos Aurelio.
(ANIMAL
POLÍTICO/ ALBA CALDERÓN (@SOLDEALBA)/ JUNIO 26 2017, 06:00)
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