La
policía alemana hizo uso de cañones de agua a presión para dispersar a grupos
de manifestantes identificados como violentos que se mezclaron con una marcha
convocada por la izquierda radical contra la celebración de la cumbre del G20
en Hamburgo, que se abre formalmente mañana.
Los
antidisturbios, presentes en el lugar de la concentración y a lo largo de todo
el recorrido previsto con un fuerte contingente, detuvieron la marcha poco
después de su arranque, al detectar entre los manifestantes a cerca de un
millar de encapuchados, informaron fuentes policiales.
Se
produjeron los primeros altercados y lanzamiento de algunos objetos
contundentes en dirección a los efectivos policiales, tras lo cual las fuerzas
de seguridad bloquearon la calle por la que iba a discurrir la manifestación.
La
marcha llevaba por lema «Bienvenida al infierno» -«Welcome tu hell», en inglés-
y había sido organizada por diversos colectivos, entre ellos el movimiento
«Rote Flora» -«Flora Roja»-, agrupados en torno a una casa ocupada cercana al
centro de congresos donde se celebrará la cumbre.
Las
autoridades alemanas han preparado un dispositivo de cerca de 19.000 agentes en
previsión de altercados y ante la alarma general antiterrorista que rige en
toda Alemania. Para los días precedentes a la cumbre y hasta su final, el
sábado, hay convocadas una veintena de manifestaciones de diversa índole, entre
ellas las de signo radical.
Los
servicios de seguridad estiman que unos 8.000 manifestantes izquierdistas
dispuestos a la violencia podrían concentrarse en Hamburgo para trata de
alterar el discurrir de la cumbre con los líderes de veinte principales
potencias y economías emergentes.
(RIODOCE/
ABC INTERNACIONAL/ 6 JULIO, 2017)
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