Foto: Enrique Botello
Debido a la inseguridad, ciudadanos han
tomado medidas en los suburbios, ya sea bloqueando calles o introduciendo
sistemas de circuito cerrado para proteger su patrimonio sin consentimiento de
las autoridades municipales; parecen no interesarles los patrullajes rutinarios
ni la seguridad privada
Luego del repunte en la
estadística delictiva en el municipio, cada familia del fraccionamiento Villa
Bonita aportó 700 pesos para comprar equipo de seguridad de alta tecnología,
sobre todo porque se sienten más vulnerables que nunca ante las disposiciones
del Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP).
Sin dar aviso a la Dirección
de Seguridad Pública Municipal, se han creado células dentro de las colonias
para autodefenderse, adquiriendo cámaras de video vigilancia, instalando
puertas automatizadas y señalamientos viales.
Al preguntar a vecinos del
lugar sobre el programa “Red Ciudadana por la Seguridad”, implementado por el
alcalde Marco Novelo Osuna para bajar los índices delictivos, todos dijeron
desconocerlo.
La iniciativa de cerrar
calles en Ensenada es de los colonos, quienes desconfían de la eficiencia
policial, por lo que han optado por blindar sus colonias al grado que los
agentes tienen restringido el acceso en cierto horario.
En las colonias Moderna,
Moderna Oeste y San Marino, también cooperaron para comprar cadenas, anclas de
acero y señalamientos viales como “Alto”, “No pase”, “Vecinos vigilando”. Y por
la noche, de manera organizada sellan la colonia con candados.
Vecinos de distintos
asentamientos coinciden con los empresarios, quienes manifiestan que los
agentes no llegan a los llamados de auxilio hechos al 911 o al 089 y alimentan
estadísticas de falsas alarmas.
Y es que, como comentó
Fernanda, una residente de San Marino que ha sido víctima de la delincuencia en
varias ocasiones, “uno de los problemas
era que nunca llegaban (Policía) cuando les llamamos, pasaba hasta media hora
sin que nos atendieran y los rateros a esa hora ya se había ido, o los
detienen, pero al otro día ya están libres y nos vuelven a robar. La verdad no
es necesario, mejor aquí nos cuidamos entre nosotros”, detalló.
ADOPTAN MAÑAS DE GRANDES SUBURBIOS
Este tipo de sistemas de
seguridad que solo se veían en fraccionamientos de lujo como Cíbolas,
Chapultepec o Colinas del Sauzal, ahora comienza a ser común en otros sitios.
Fotos: Enrique Botello.- Cierre de
calles por inseguridad.
Para quienes viven en Vista
Hermosa, fraccionamiento de interés social en la zona sureste de la ciudad, es
preferible pagar por cámaras de seguridad y automatización de puertas de
hierro.
A dos meses de que iniciaron
los trabajos para amurallar su fraccionamiento, no han registrado un solo robo
dentro de sus hogares.
No les interesan los
patrullajes en sus zonas y no han consultado a la corporación a cargo de Emilio
Camarena Castillo.
“Por la seguridad y
tranquilidad de nuestros hogares, tenemos que trabajar”, es el lema que usan
los residentes de la privada de Villa Bonita, donde la mayoría de los
habitantes son gente que trabaja.
La vigilancia con guardias de
seguridad dejó de ser una alternativa, ya que no confían en las empresas
privadas de seguridad.
“Confiamos en uno (guardia),
pero cuando descanse, ¿quién lo va a suplir? ¡No, no! Mejor metemos equipo para
evitar que nos roben”, mencionó Ignacio Muñoz, uno de los tantos representantes
vecinales en Vista Hermosa.
El costo de instalación de un
sistema de seguridad para 40 familias es de 300 pesos cada uno más
mantenimiento. Quienes deseen tener un control remoto pagan 400 pesos
adicionales, de lo contrario, usan la puerta mediante clave. Cada casa puede solicitar el número de
controles que desee.
Aun con este control, entre
vecinos han decidido que la clave de acceso se cambiará con cierta periodicidad
para evitar que se filtre entre otras personas ajenas a la comunidad.
“Lo que queremos es dormir
tranquilos”, argumentó una de las residentes.
El representante de la
privada Bahía de la Paz, Ignacio Muñoz, comentó que hace tiempo comenzaron con
el plan de restringir el acceso, pero hasta hace dos meses se unieron para
aportar el dinero.
“Antes pasaba caminando gente
desconocida, tocaba la puerta o andaban buscando cosas en la basura, eso ahora
se acabó”, dijo el ciudadano, al tiempo que reconoció que ya se siente más
tranquilo dentro su hogar.
NO ADMINISTRAN BONANZA, SINO ESCASEZ
El coordinador de la Comisión
de Seguridad Tránsito y Transporte, Iván Duarte Córdova, lamentó que Seguridad
Pública sea una institución rebasada para brindar el servicio para lo que fue
diseñada, “por eso es de elogiar la manera en que las comunidades se organizan
para enfrentar la inseguridad”, evaluó.
Para el edil, la corporación
en Ensenada sufre el embate natural de un gobierno en crisis.
“Empezamos a tener un
pensamiento estratégico de ‘tenemos poquito, qué hacemos con eso’, y es que han
sido tantos despilfarros, ineptitud y corrupción, donde el inepto -el que no
sabe- como el malvado, son igual de peligrosos”, criticó.
Desde hace algunos años, los
gobiernos han buscado la manera de cómo “patear” la deuda, dejando como
resultado instituciones sobrepasadas en las que el presupuesto no alcanza para
seguridad, educación y deporte.
Agregó que el director de
Seguridad, Emilio Camarena, acumula los llamados a comparecer en el pleno del
Cabildo, porque quiere saber las acciones que realiza la dirección en materia
de incidencia delictiva “cotidiana”, la cual va en aumento y, aunque se trata
de robos a menor escala, inhiben la sensación de paz entre los habitantes.
“No perdamos de vista que la
inseguridad es una sensación, pueden ocurrir delitos violentos, pero depende de
la ciudad y de las autoridades el que los habitantes se sientan en calma”,
argumentó Duarte.
Otro factor es la
presentación de un plan de seguridad para el municipio, lo cual es una
obligación por parte del director de Seguridad Pública Municipal y del alcalde,
sin embargo, a siete meses de que inició su gobierno, Marco Novelo no ha mostrado nada.
“No se trata de tener más
Policía, ni un agente en cada esquina, mucho menos un ejército completo para
nosotros, sino de saber estratégicamente dónde los vamos a colocar y a qué
horas”, agregó.
LA ESTADÍSTICA
Los delitos de bajo y alto
impacto en Ensenada han alcanzado cifras históricas, principalmente en
homicidios (sumaban 85 personas asesinadas hasta el 20 de junio).
Ignacio Muñoz, representante de 40
vecinos en privada Bahía de La Paz.
En días pasados, el
Ayuntamiento de Ensenada lanzó un programa de red ciudadana o Policía de
proximidad, el cual busca reducir la incidencia delictiva a través de comités
vecinales en 500 colonias.
La estadística del Consejo
Ciudadano de Seguridad Pública de Baja California, registra hasta mayo que mil
091 vehículos han sido robados en 2017, es decir, 411 más en comparación con
los primeros cinco meses de 2016.
Con relación a homicidios, el
incremento en el mismo mes, pero de 2014, era de apenas 21 asesinatos; la misma
fecha de 2015, sumaban 24; en 2016
también 24; y en 2017 se triplicó, con 69 muertes violentas. Hasta el
transcurso de julio, supera los 90 asesinatos.
Los hurtos en casa habitación
bajaron de mil 025 que se denunciaron hasta mayo de 2016, a 731 en lo que van
del presente año; sin embargo, la sensación de inseguridad en este tipo de
robos se mantiene. En comercio, aumentó de 228 a 309 robos respecto del año
pasado.
Juan Manuel Hernández Niebla,
presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, citó como ejemplo los
gobiernos en Estados Unidos, donde, a pesar del alcalde que esté a cargo, los
jefes de Policía y los procuradores de justicia no son destituidos cada
gobierno.
En su opinión, la seguridad
se tiene que ciudadanizar con un plan sustentable de políticas a largo plazo,
donde no sean los alcaldes ni los gobiernos quienes solucionen el problema cada
periodo.
“Sí, allá en Estados Unidos
gobernadores vienen, gobernadores van, y por qué los bajacalifornianos no
podemos apostarle a un modelo de sustentabilidad a largo plazo; la única manera
en que lo vamos a lograr es al ciudadanizar la seguridad”, apostó el dirigente
de seguridad pública ciudadana en Baja California.
Para concluir, consideró que
el hecho de que los ciudadanos se hagan cargo de la seguridad en las colonias
es una ventaja, siempre y cuando la autoridad resuelva un problema delictivo.
(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA /LORENA LAMAS/ LUNES, 24 JULIO, 2017 12:00
PM)
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