domingo, 4 de junio de 2017

CUSTODIOS DE “EL HONGO” SE DICEN EN PELIGRO, AMENAZADOS Y ABANDONADOS


FOTO: archivo

Los oficiales del penal más importante en el Estado se lamentan del peligro que corren en cada jornada y las malas condiciones laborales. Refieren la falta de personal y agresiones por parte de reos de alta peligrosidad, hecho al que atribuyen la reciente revuelta. El subsecretario del sistema penitenciario, David Limón Grijalva, asegura que trabaja en el incremento al sueldo de los guardias y en cambiar la situación que estos padecen

alta de personal, arrestos injustos, mandos autoritarios, un sueldo bajo, amenazas por parte de reos, equipo de trabajo deficiente y falta de atención, son las denuncias de los oficiales de custodia en el penal de “El Hongo”.

“Observamos lo rápido que las autoridades reaccionaron a las exigencias de los internos en días pasados (en la huelga de hambre), respondiendo de inmediato a sus peticiones; en cambio a nosotros, que estamos a veces más vulnerables que los propios reos, se nos ignora”, coincide un grupo de custodios del centro penitenciario entrevistado por ZETA.

Los oficiales de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Baja California, adscritos al sistema de Custodia Penitenciaria, pretenden que sus peticiones también sean atendidas, pues alegan que desde hace algunos años el sistema ha decaído al grado que predicen perder el control de la prisión si el Gobierno del Estado no corrige varias situaciones.

La principal inquietud de los policías es su integridad física; consideran que requieren de más personal para hacer frente a los protocolos de seguridad. “Desde hace cuatro años, decenas de compañeros han renunciado y otros son movidos, pero no se contratan más, somos menos cada vez”, explica uno de los llamados policías estatales de Seguridad y Custodia Penitenciaria.

“Los directivos sofocaron temporalmente las inconformidades de los privados de su libertad, pero no han buscado en nuestra integridad física, el intento de motín fue con base de negligencias, falta de coordinación, falta de supervisión, falta de interés y falta de administración, lo que se vivió en ‘El Hongo’ no son cosas nuevas”, aseguran.

Según los agentes, ellos son los únicos que tienen contacto con los internos y quienes dan la cara por las órdenes del comandante o del director del Centro de Readaptación Social (CERESO), “los directivos ya tenían conocimiento de que los privados de la libertad organizarían una revuelta de esta índole, no existe personal suficiente para cubrir las necesidades”.

Además, exponen que constantemente los internos de alto perfil criminal “rompen las normas de seguridad o hacen actividades que ponen en riesgo a los internos, al personal y a las instalaciones”.

Los custodios se preguntan cómo solventar en su totalidad la tranquilidad del penal, “si ellos (autoridades) no proporcionan el personal suficiente para cubrir cada uno de los puestos establecidos dentro de un centro, dejando sin seguridad varios lugares y a merced de los privados de la libertad”.

Uno de ellos agregó: “El interno tiene una actitud antisocial, es incapaz de seguir las normas de convivencia, lo canalizan en apatía y se desquitan contra quienes ellos piensan que los marginan, es decir, nosotros”.

“Prácticamente todos los días nos amenazan los internos con manifestaciones verbales, que nos van a matar, que ellos pronto van a tener el control del CERESO, o que van a ponernos una putiza, ese riesgo aumenta cuando el estado de fuerza no se puede ejercer con 45 oficiales por turno y sin el respaldo de los comandantes”, complementó otro oficial.

El sueldo de los custodios es otro de sus reclamos, en promedio se les pagan 11 mil pesos al mes, a diferencia de un agente de la Policía Preventiva, que percibe entre 18 mil y 24 mil pesos.

Además se quejan de “arrestos” y castigos que les aplican cuando “actividades nos salen bien” aunque aseguran que si algo sale mal, “es por la escasez de personal y porque los mandos solo buscan la forma que se lleve a cabo una actividad sin ver el riesgo, prevenir accidentes entre internos o hacia nosotros”.

Temerosos de ser castigados -son varios casos a quienes los reprimen por solicitar cambios-, piden al subsecretario del sistema penitenciario, David Limón Grijalva y al director de Centros Penitenciarios, vigilar el desempeño de sus mandos; por ejemplo el de Francisco Benavides, comandante de los CERESOs, de Eduardo Montero y Ángel Esteban Fernández, director y subdirector de “El Hongo”, respectivamente; así como a José Ismael Ramírez, comandante del mismo penal.

Entrevistado por ZETA, Limón Grijalva dijo que no es ajeno a la problemática de los oficiales. Aseguró que recientemente realizó la petición -por cuarta ocasión- para que a los custodios se les mejore su salario, “cuando menos al nivel de los policías estatales operativos, pues los custodios tienen el mismo riesgo o hasta más”, y espera “ahora sí” le autoricen los aumentos.

A decir del subsecretario, desde que llegó ha hecho movimientos de mandos y ha establecido políticas de mejores tratos para los oficiales que incluso jura, su número de teléfono celular está a disposición de cualquier agente para levantar quejas o reportar irregularidades para que no sufran alguna represalia.

Sobre la falta del personal, confesó que el Centro de Control y Confianza (C3) es “muy duro”, y los interesados no logran pasar los exámenes. Por ello ha buscado alternativas como los reingresos de custodios que han salido por motivos ajenos a su desempeño, medida que estuvo prohibida durante los últimos ocho años.

“Es cierto, hay problemáticas serias, pero lo estamos trabajando, a los muchachos les pido paciencia, poco a poco todo lo que ellos mencionan va a cambiar”, concluyó.


(SEMANARIO ZETA/ EDICIÓN IMPRESA / ISAÍ LARA BERMÚDEZ/LUNES, 29 MAYO, 2017 12:00 PM)

No hay comentarios:

Publicar un comentario