Desnuda operativo en Culiacán el nivel
de confrontación y desconfianza que existen entre las coporaciones a raíz de la
masacre de militares
CULIACÁN.- El escenario:
elementos del Ejército "sitiando" una corporación. Esta vez, la de la
Policía Ministerial, para revisión de armas y tomar declaraciones, dicen
algunos agentes, como parte de la investigación sobre la emboscada en la que
murieron 5 militares y 10 más resultaron heridos, además de un paramédico. De
manera sorpresiva llegaron los soldados a la sede de la Ministerial.
El hecho de ayer no deja de
traer a memoria 1989, cuando en medio de una desconfianza hacia las
corporaciones se da al llamado "cuartelazo al Gobierno de Labastida",
ocurrido un 8 de abril, cuando el General Jesús Gutiérrez Rebollo, entonces
comandante de la IX Zona Militar, ordenó tomar las oficinas de la Policía
Municipal y elementos castrenses desarmaron a toda la corporación, días en que
Culiacán se quedó sin policías y con las calles llenas de soldados.
Lo ocurrido ayer en la
Policía Ministerial no fue un cuartelazo pero sí un "sitio"; las
fuerzas castrenses arribaron al lugar a las 18:30 horas, cerraron un carril de
la Avenida Emiliano Zapata, donde se ubican las oficinas de la corporación
ministerial.
A diferencia de 1989, en esta
ocasión, según testigos, las unidades del Ejército llegaron de manera pacífica,
pero sin retirar las armas a los agentes ministeriales.
Cerca de las 20:00 horas, los
militares salieron con una persona detenida, y fue trasladada por dos
camionetas del Ejército, sin embargo, esta persona no portaba esposas ni
parecía que estuviese siendo detenida. Más tarde un agente de la Policía
Ministerial señaló que ningún elemento de su corporación había sido detenido.
Ese mismo agente contó que
era un pase de revisión de armas: sin embargo, aceptó que todos los policías
ministeriales estaban siendo interrogados por la emboscada que sucedió el 30 de
septiembre en contra de un convoy militar que trasladaba a un presunto delincuente
desde el municipio de Badiraguato.
En el lugar se respiraba
tensión, y los agentes que salían, lo hacían sin dar declaración y se retiraban
del lugar. El agente que platicó con algunos medios mencionó que todos serían
interrogados, sin excepción.
Los soldados se mantenían
alerta, y sin distracciones, no se incomodaban con la presencia de la prensa,
tampoco con la llegada de las fuerzas ministeriales.
Los elementos del Ejército
permanecerían en el edificio hasta que se entrevistara al último elemento de la
Policía Ministerial.
No es abril de 1989, pero el
interrogatorio a una corporación policiaca por parte del Ejército mexicano no
es algo que suceda muy seguido en el estado.
El jueves pasado el
Gobernador Mario López Valdez declaró "que se investigue a todos, unos por
acción y otros por omisión; en esto, es a todos", el día de ayer quedó
claro que la Policía Ministerial no está exenta.
(NOROESTE/ ANTONIO OLAZÁBAL/ 11/10/2016
| 01:41 AM)
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