Mauricio, de 19 años de edad, se dirigía a
casa para ver a su hija y esposa
Metros antes de llegar a su
casa después de una jornada de trabajo, Mauricio López Ruiz fue asesinado de un
tiro a la cabeza y otro en el cuello mientras la Policía Municipal de Tijuana
perseguía a dos presuntos homicidas en la colonia 3 de Octubre, el viernes 29
de julio.
Cuando ocurrieron los hechos,
a Mauricio López Ruiz, quien trabajaba como albañil en Rosarito, se le
identificó como uno de los presuntos homicidas e incluso se informó que había
muerto por disparos de la Policía Municipal.
Sin embargo, el joven de 19
años de edad no participó en los hechos delictivos y solamente coincidió en el
camino de la persecución, según los hechos expuestos por el Ministerio Público
en la audiencia de vinculación a proceso de Juan Pablo Valdés Gómez “El
Pablito” y Edgar Figueroa García “El Bebo”, celebrada la tarde del viernes 5 de
agosto.
De acuerdo con la PGJE, los
imputados -quienes se presumen inocentes durante el proceso penal- asesinaron
primero a Carlos Valles Borrego y al huir de la Policía Municipal “se
encontraron” a Mauricio López Ruiz, quien caminaba metros delante de los
prófugos. “El Pablito” disparó en su contra y ocasionó su muerte.
La juez Patricia Hernández
Haro determinó la vinculación a proceso de los dos detenidos por los delitos de
homicidio calificado en contra de Mauricio López Ruíz y Carlos Valles Borrego,
así como homicidio en grado de tentativa en contra de Joaquín Amado Navarrete.
La Fiscalía explicó, con base en los reportes
policiacos y entrevistas a testigos, que alrededor de las 5:00 de la tarde del
viernes 29 de julio de 2016, “El Pablito” llegó a una vivienda en la calle
Girasoles número 1704 de la Colonia 3 de Octubre y preguntó por Carlos Valles
Borrego, pero su esposa e hijos menores de edad le respondieron que no se
encontraba ahí porque había ido a la tienda a comprar cerveza.
La esposa de Valles Borrego
dijo a los policías municipales y agentes ministeriales que la entrevistaron,
reconocer a “El Pablito” porque lo conoce desde niño y se trataba de un amigo
de su pareja.
A metros de su hogar, quedó Mauricio muerto.
De igual manera, observó a un
hombre que vestía pantalones cortos blancos y una camiseta negra de tirantes,
ropa que coincide con la que llevaba Edgar Figueroa según la Policía Municipal
y la Procuraduría.
A ambos vio armados. También
dijo que los dos hombres descendieron de un vehículo Taurus dorado en donde se
encontraban entre cinco y seis personas, a quienes no pudo observar a detalle.
Además de la mujer y sus
hijos, en el domicilio se hallaban dos hombres cuando los presuntos
responsables ingresaron.
Uno de ellos, apodado “El
Veneno” y luego identificado como Joaquín Amado Navarrete, resultó lesionado en
boca y espalda aparentemente por Edgar Figueroa.
Una vez en el vehículo, sobre
el bulevar 3 de Octubre, los agresores se encontraron a Carlos Valles Borrego
–quien en 2013 fue detenido por la Policía Estatal Preventiva con tres kilos de
marihuana- y dispararon en su contra. El hombre de 47 años de edad recibió los
impactos de bala en el tórax y cayó en la banqueta.
En el sitio quedaron ocho
casquillos percutidos. A las 5:22 de la tarde, la Policía Municipal recibió el
reporte de detonaciones, por lo que se trasladó hasta el sitio y encontró sin
vida a la víctima, así como su esposa, quien les describió a los atacantes y el
vehículo en el que se trasladaban, por lo que los agentes informaron al resto
de las unidades e iniciaron la búsqueda.
Según el parte policiaco
homologado, los atacantes abandonaron el carro en el cruce de la calle Loma
Bonita con Cañón Palmas y comenzaron a correr. El vehículo quedó con el motor
encendido y las puertas abiertas.
Cuando los agentes
municipales llegaron a ese sitio, aseguran que ya se encontraba un cuerpo sin
vida (el de Mauricio) en la calle de terracería.
El vehículo donde huyeron los
homicidas. Veinte metros delante de la víctima, corría uno de los hombres con
las características brindadas por la esposa de Valles Borrego y quien disparó
contra los agentes, por lo que el oficial Rony Alexander también le disparó y
le ordenó arrojar su arma, lo cual hizo.
Una vez detenido fue
identificado como Juan Pablo Valdés. Después de realizar pruebas de balística
al arma de fuego calibre nueve milímetros que el imputado llevaba consigo,
expuso la representante del Ministerio Público ante la jueza, ésta coincidió no
solo con los proyectiles que acabaron con las vidas de Carlos Valles Borrego y
de Mauricio López Ruíz, sino que está relacionada con otros cinco homicidios
cometidos en Tijuana.
Por su parte, Edgar Figueroa
fue encontrado por la Policía Municipal mientras se escondía en un montículo de
tierra, cerca de donde fue hallada un arma calibre .380, la cual coincide con
los proyectiles que dejaron herido a Joaquín Amado Navarrete.
La Fiscalía también hizo uso
del testimonio de un testigo, quien dijo haber visto y saludado a Mauricio
cuando éste se dirigía a su casa para ver a su hija.
Poco después, escuchó las
detonaciones de arma de fuego, vio a Mauricio en el piso y a “El Pablito”
corriendo.
Tras escuchar la exposición
de hechos de la Fiscalía, la defensa de Edgar Figueroa alegó que no existían
los elementos suficientes para probar que su representado había participado en
los hechos, por lo que la jueza determinó un receso de una hora y media.
La audiencia se reanudó a las
18:59 horas y tras la recapitulación de hechos por parte de la juzgadora,
tiempo en el que Juan Pablo bostezó y Edgar Figueroa se talló los ojos, ésta
determinó “acreditados los elementos de forma” y que los datos de prueba
existentes eran suficientes para vincular a proceso a ambos imputados como
coautores de homicidio calificado, quienes se encontraban en prisión preventiva
desde su detención.
La última publicación de
Mauricio en Facebook, una hora antes de ser asesinado.
La jueza Hernández Haro fijó
un plazo para el cierre de investigación de seis meses, a petición de la
Fiscalía por tratarse de dos homicidios y para concluir las diligencias
periciales, la toma de huellas en armas, los cotejos en criminalística de
campo, la toma genética de manchas de sangre, así como continuar con la
entrevistas de testigos, revisar los antecedentes penales de los involucrados y
realizar más dictámenes de balística forense.
Por lo que a las 19:41 horas,
tres horas después de iniciada la
audiencia, la jueza determinó que la Fiscalía tiene hasta el 5 de febrero de
2017 para concluir la investigación, durante este periodo los detenidos
permanecerán en prisión preventiva.
Los detalles de la
persecución y de la muerte de Mauricio, padre de una bebé de un año con
hidrocefalia, quedaron plasmados en el reportaje “Dudosa acción policiaca”,
publicado en la actual edición de ZETA.
(SEMANARIO ZETA/Inés García Ramos Sábado, 6 agosto,
2016 08:47 AM)
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