RT | Ciudad de México.- El
hallazgo de explosivos en la cárcel Tacumbú de Asunción, Paraguay, permitió
realizar este martes otro curioso descubrimiento: que el brasileño Jarvis
Chimenes Pavao, considerado uno de los narcotraficantes más peligrosos de
América del Sur, vivía desde 2009 "a cuerpo de rey" en una celda con
todas las comodidades, informa 'El Comercio'.
La celda donde Chimenes Pavao
cumplía una sentencia de 8 años por lavado de dinero, era una verdadera suite
de lujo. Contaba con tres dormitorios y baño privado, una cómoda cama cubierta
de edredones, paredes con baldosas cerámicas, cocina de alta tecnología, TV
plasma, una biblioteca donde entre varias obras resalta la serie completa de
Pablo Escobar y hasta una sala de conferencias.
Se precisa que los explosivos encontrados estaban colocados sobre un muro del predio penitenciario con el fin de abrir un boquete que propiciara una fuga en la que estaría implicado Chimenes Pavao. El narco brasileño debía dejar la cárcel en 2017, pero se alega que temía ser extraditado de nuevo a Brasil, donde enfrentaría cargos adicionales. De ahí su deseo de salir de la cárcel.
Muchos presos lamentaron que
su célebre compañero fuera ahora trasladado al cuartel de la Fuerza de
Operaciones de la Policía Especializada (Fope), donde se encuentran los
internos de máxima seguridad. "No sé qué va a ser de nosotros sin
él", declaró un prisionero que no quiso identificarse, y agregó que
Chimenes Pavao era generoso y aportaba fondos para arreglar la cancha de fútbol
y la capilla de la cárcel. Según otro preso, el capo de la droga "era el
hombre más querido en la prisión".
Se precisa que los explosivos
encontrados estaban colocados sobre un muro del predio penitenciario con el fin
de abrir un boquete que propiciara una fuga en la que estaría implicado
Chimenes Pavao. El narco brasileño debía dejar la cárcel en 2017, pero se alega
que temía ser extraditado de nuevo a Brasil, donde enfrentaría cargos
adicionales. De ahí su deseo de salir de la cárcel.
Muchos presos lamentaron que
su célebre compañero fuera ahora trasladado al cuartel de la Fuerza de
Operaciones de la Policía Especializada (Fope), donde se encuentran los
internos de máxima seguridad. "No sé qué va a ser de nosotros sin
él", declaró un prisionero que no quiso identificarse, y agregó que
Chimenes Pavao era generoso y aportaba fondos para arreglar la cancha de fútbol
y la capilla de la cárcel. Según otro preso, el capo de la droga "era el
hombre más querido en la prisión".
(ZOCALO/ AGENCIAS/ 30/07/2016 - 06:51
PM)
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