domingo, 13 de diciembre de 2015

NUÑO DESACREDITÓ A CASTILLO Y SALVÓ RÍO 2016


Al desconocer a dirigentes y federaciones deportivas, el director de la Conade, Alfredo Castillo, puso en riesgo la participación de México en los Juegos Olímpicos.

El secretario de Educación, Aurelio Nuño, tuvo que implicarse en el caos ocasionado por su subalterno, y mediante una carta desautorizó buena parte de las acciones del ex procurador mexiquense.

Así, ante las máximas instancias del olimpismo, el gobierno mexicano tuvo que admitir que las federaciones son autónomas y comprometerse a no intervenir en sus asuntos internos.

Con esto queda anulada la principal línea de acción de Castillo.

La carta que el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, envió al Comité Olímpico Internacional (COI) descalifica las acciones y los dichos del director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Alfredo Castillo, respecto de su poder para remover y designar por dedazo a los presidentes de federaciones deportivas nacionales que han abusado de sus funciones.

Nuño tuvo que apagar el incendio que desató Castillo para evitar que el COI sancionara a México expulsándolo de los Juegos Olímpicos del próximo año, luego de que el mexiquense pidiera a senadores y diputados que aprobaran una nueva ley del deporte que le permita al gobierno federal controlar el movimiento olímpico “para cambiar el deporte mexicano”.

El documento de Nuño, enviado el pasado martes 1, abrió la puerta para que el COI determinara que, por el momento, el conflicto que priva entre las federaciones deportivas y el Comité Olímpico Mexicano (COM) no pone en riesgo la participación de México en los Olímpicos de Río 2016, pues no hay evidencias de que exista interferencia gubernamental en la autonomía de las federaciones –como éstas denunciaron.

Un día después, el miércoles 2, Castillo y el presidente del COM, Carlos Padilla Becerra, firmaron un acuerdo de voluntades –del cual posee copia Proceso– en el cual el director de la Conade se comprometió a respetar el movimiento olímpico, a las federaciones deportivas y a sus asociaciones afiliadas.

“Por tal motivo, las federaciones podrán determinar su propia estructura y gobierno de sus organizaciones, ejercer el derecho de realizar elecciones, libres de cualquier influencia externa, en términos de lo dispuesto por la Ley General de Cultura Física y Deporte (LGCD) y su reglamento”, indica la Declaración de Principios contenida en cinco puntos.

(Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2041, ya en circulación)


(PROCESO/ BEATRIZ PEREYRA/ 12 DE DICIEMBRE DE 2015)

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