viernes, 10 de julio de 2015

REVELAN EXPERTOS CORRUPCIÓN Y TRÁFICO DE INFLUENCIAS EN ESCUELAS NORMALES DEL ESTADO

Y aún hay más…

Un estudio serio de dos investigadores concluye lo que deja de ser sospecha colectiva: El Instituto de Formación Docente del Estado de Sonora esta convertido en un mercader de la educación y obedece más  intereses personales o de grupo que a las demandas de la sociedad por una educación de calidad para los docentes y quienes estarán a cargo de la formación escolar de sus hijos. Esta instancia ha convertido a las Escuelas Normales del Estado en verdaderos palacios del tráfico de influencias.

Con tristeza, padres de familia de aspirante ven que estos otrora recinto insigne de la formación de formadores es ahora un lugar a donde no llegan los mejores aspirantes a maestros, sino los que más han sido favorecidas por altos funcionarios, políticos y otros que administran las bondades del gobierno del malogrado Nuevo Sonora.

No termina de irse este gobierno cuando la acumulación de casos comprobados de corrupción le están llenando a los funcionarios, de un lado, el bolsillo de billetes, y del otro, de amparos de la justicia que portan para no ser detenidos por su afán rapiñero.

Este viernes se repetirá seguramente le mismo escenario en las escuelas normales del estado, cuando cientos de aspirantes con demostrada vocación magisterial queden fuera de la matrícula, para dar paso a el acceso fácil a recomendados, apalancados y tarjeteados por altos funcionarios .

Es que hoy, el Sistema de Formación Docente del Estado de Sonora IFODES, dará a conocer la lista de los aspirantes que demandan matricula y se sometieron desde el 24 de junio pasado a un proceso de selección para que solo los mejores queden en las escuelas normales del Estado.

La vergonzosa realidad es que desde hace seis años, los padres de familia de aspirantes y alumnos de las escuelas de formación de profesores diseminadas en diferentes regiones de Sonora ya no confían en el proceso de selección de matriculados, pues la aceptación de jóvenes que no cumplen con los requisitos académicos o vocacionales ha sido la constante del año 2009 al 2014 y seguramente el proceso de este año dejará el mismo sabor de boca entre se quedan en el camino de sus aspiraciones de convertirse en maestros.

Hoy en día, por inverosímil que parezca, surge, como fragmentos plasmados en una novela de corte surrealista historias negras matizadas por la corrupción, la falta de trasparencia y nula rendición de cuentas, que se vislumbran de versiones bien documentadas de que el Instituto de Formación Docente del Estado de Sonora esta convertido en un mercader de la educación y obedece más  intereses personales o de grupo que a los sociales.

Es que, si algo faltara en el gris escenario sobre el que deja su fallido mandato Guillermo Padrés a su sucesora, al sistema formador de los profesores le ha llovido sobre mojado:

Al ayuno presupuestal al que fue sometido durante todo el sexenio, ya de salida, el padrecismo le ha dado una última estocada muy dolorosa y vergonzante por todos lados, al darse a conocer una investigación que arrojó  numerosos casos de corrupción y tráfico de influencias  en procedimiento de evaluación y certificación para aspirantes a nuevo ingreso a las escuelas normales que existen en el Estado.

El estudio incluye entrevistas personalizadas y cuestionarios a estudiantes, maestros y funcionarios del Instituto de Formación Docente del Estado de Sonora.  Los resultados indican que el ingreso a las normales en Sonora carece de transparencia, ha sido inequitativo, y no permite seleccionar a los mejores perfiles para la formación inicial de docentes, oponiéndose a las políticas internacionales y nacionales actuales en este rubro.

El minucioso trabajo analítico fue ideado y ejecutado por los investigadores y especialistas en docencia, Jesús Enrique Mungarro Matus y Elba Judith Mora. Al analizar las conclusiones de los investigadores docentes, no hay lugar a dudas en quien lo haga para afirmar que la política  impulsada desde la llegada del PAN al Gobierno, no dejó sentido ninguna área del sector público, particularmente la educación, cuyo desprecio se ganó de parte del ejecutivo estatal desde el primer día que asumió el mandato.

En esa vorágine de la rebatiña institucional del padrecismo, irremediablemente las escuelas normales no fueron la excepción. Ahí, en las instituciones por excelencia emblemáticas para la sociedad, donde se forman los profesores que a su vez forman a cientos de miles de niños y jóvenes de Sonora,  fueron salvajemente  infiltradas por vividores y directivos sin escrúpulos que hicieron de esos recintos una verdadera feria de la deshonestidad.

En tal desventura cayeron desde el 2009 la Escuela Normal del Estado “Profr. Jesús Manuel Bustamante Mungarro”, en Hermosillo; Escuela Normal de Educación Física “Profr. Emilio Miramontes Nájera” en Hermosillo; Escuela Normal Estatal de Especialización, en Cajeme; Centro Regional de Educación Normal “Rafael Ramírez Castañeda” (CREN), en Navojoa; Escuela Normal Rural “Gral. Plutarco Elías Calles”, -El Quinto- de Etchojoa;  y  Escuela Normal Superior de Hermosillo (con subsedes en Navojoa y Cajeme).

El estudio y análisis sobre las eficiencias y deficiencias de los proceso de inscripción de los aspirantes a maestros con una visión histórica y a futuro , donde en los últimos cinco años revela tristemente lo que ya ha dejado de ser una sospecha popular :

Las  “palancas”, favoritismos, intercambio de favores y muchos vicios del viejo sistema político mexicano fueron traídos del pasado por este gobierno que ya se va, pero que deja tras de sí una pestilente estela de corrupción y en  en muchos de los funcionarios un nuevo estatus económico y la conciencia tan podrida que difícilmente puedan cargar con ella el resto de sus vidas.

 De la investigación de Mungarro y Mora se desprende que con la administración estatal (2009-2015), el Instituto de Formación Docente del Estado de Sonora (IFODES), se hizo cargo de la operación del proceso de ingreso a las escuelas normales del estado, experimentando un enorme retroceso respecto a los logros alcanzados en años anteriores.     

         Las prácticas de tráfico de influencias y corrupción se incrementaron de manera exponencial con las nuevas autoridades, identificándose casos de violación a los requisitos publicados en las convocatorias 2011, 2012, 2013 y 2014, beneficiando a decenas de estudiantes que no reunían los requisitos académicos mínimos para ingresar a una escuela normal -tampoco a ninguna otra institución de educación superior-.

El estudio explora la percepción que tienen los estudiantes sobre las variables que afectan la transparencia del proceso de nuevo ingreso a las escuelas normales de Sonora. El proceso investigativo se desarrolló a través de la aplicación de un cuestionario  a 63 estudiantes de la Escuela Normal de Educación Física y entrevistas semi-estructuradas a informantes claves que participaron en la convocatoria 2014.

1.  Antecedentes

Las principales políticas internacionales emitidas por los organismos evaluadores de la calidad educativa, indican que para mejorar los indicadores básicos en México se requiere centrar la  atención en la formación inicial de docentes, ubicando el techo de la calidad educativa en los procesos de selección, reclutamiento y perfeccionamiento de los profesores. En este aspecto en nuestro país no se ha tenido un avance significativo. Prueba de ello es el reciente informe publicado por el INEE (2015: 89-97), el cual da cuenta de la situación en que se encuentran los establecimientos dedicados a la formación inicial de personal docente. Se evidencian carencias en infraestructura, financiamiento, en la profesionalización de los académicos que laboran en dichas instituciones: El citado informe pone el acento en los  deficientes procesos para elegir a los candidatos a insertarse a las escuelas normales. Los hallazgos presentados por el INEE en el rubro de la formación inicial de docentes no es privativo de México, el mismo escenario se puede observar en otros países de América Latina y el Caribe (Vaillant, 2005),  región en donde también los procesos de ingreso a los centros formadores de docentes presentan múltiples aristas, en la mayoría de los casos, negativas.

En el Estado de Sonora, la historia no ha sido diferente. Durante muchos años las escuelas normales estuvieron a merced de diversos grupos de poder. Eran instituciones a las que se accedía únicamente con la recomendación de funcionarios públicos, prominentes políticos y/o líderes sindicales. Es decir, a las escuelas normales lograban ingresar principalmente estudiantes favorecidos con prácticas discrecionales, dejando de lado a quienes presentaban mejores competencias para formarse como docentes (Mungarro, 2009).

El Centro Pedagógico del Estado de Sonora (CEPES), organismo desconcentrado de la Secretaría de Educación y Cultura era encargado de coordinar a las escuelas normales en la entidad desde el proceso de descentralización educativa (1992), y fue la primera instancia  que implementó el examen de conocimientos como una medida para controlar el ingreso a estas instituciones [inicialmente en los estudios de normal básica y posteriormente para el ingreso a las diferentes licenciaturas en 1984]. Dicho examen era diseñado, validado y aplicado por personal del propio centro. La validez y confiabilidad de este proceso fue cuestionada en distintas ocasiones por la Sociedad Civil y por los propios participantes, al parecer los instrumentos presentaban carencias en su diseño y en su evaluación, lo que repercutía en los resultados obtenidos por los aspirantes, y por otro lado, las prácticas de corrupción no se eliminaron totalmente. Se decidió entonces transitar hacia otro mecanismo más confiable.          

Posteriormente en el año 2004, se recurrió al Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior (CENEVAL) aplicándose el instrumento EXANI II con la intención de realizar un mejor diagnóstico y selección de aspirantes, de manera paralela se conformó un Comité de Validación, cuyo objetivo era supervisar la transparencia del proceso de ingreso. El Comité estaba integrado por representantes de la Asociación Estatal de Padres de Familia, estudiantes, Comisión de Derechos Humanos, de las Secciones 54 y 28 del SNTE, de la Oficina de Servicios Federales de Apoyo a la Educación en el Estado de Sonora (OSFAES), y la Dirección General de Planeación de la Secretaría de Educación y Cultura, así como por representantes del propio CEPES.

En los años 2004, 2005 y 2006 participaron un promedio de 2000 aspirantes por generación, sumando un total de 6000 estudiantes involucrados en este proceso (CEPES, 2007). Los resultados de esta práctica no fueron satisfactorios por las siguientes cuestiones: a) el tiempo de espera para recibir fichas de ingreso para los aspirantes no se redujo; b) el CENEVAL tardaba demasiado tiempo en entregar resultados; c) los responsables del proceso tenían que ceder cinco lugares para aspirantes recomendados por la SEC, así como cinco lugares a líderes sindicales de las secciones 28 y 54 del SNTE, además de los hijos de trabajadores de la educación normal, quienes ingresaban a la escuela de su elección -aunque hubiesen reprobado el examen- acuerdo establecido en minuta SEC- SNTE.

En el año 2007, atendiendo al Plan Estatal de Desarrollo del Gobierno del Estado de Sonora 2004-2009 en su eje rector 5: “Gobierno eficiente y honesto”, objetivo 2: “impulsar la transparencia y combatir con firmeza la corrupción”, el Ejecutivo estatal instruyó a las dependencias y funcionarios a cargo del proceso de ingreso a las escuelas normales para que no se aceptaran estudiantes recomendados.

La política de transparencia funcionó eficazmente en las convocatorias de ingreso 2007, 2008 y 2009. Para ello el registro de participantes se realizó en línea, se solicitó un promedio mínimo de 8,0 de bachillerato y se recurrió al Examen de Habilidades y Conocimientos Básicos (EXHCOBA), aplicado por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) que ofrecía resultados de manera inmediata a los sustentantes al tratarse de un examen electrónico. Se reforzó la participación del Comité de Validación y se incorporó la figura de un Notario Público. Los resultados del examen se entregaban ante la presencia del Notario y del Comité de Validación, quienes atestiguaban la veracidad de los mismos, de manera paralela los resultados eran publicados en diversos medios de comunicación. Después de tanto tiempo y de los múltiples reclamos sociales, finalmente el proceso se encontraba blindado de interferencias externas.

Con las medidas anteriormente citadas y con la participación de diferentes actores gubernamentales, educativos, sindicales, de la Sociedad Civil y de los medios de comunicación se había transitado hacia otro nivel en el combate a la corrupción y tráfico de influencias para el ingreso a la formación inicial de docentes en las normales de Sonora, hechos que pueden corroborar miles de participantes en los citados procesos. El esquema implementado en Sonora fue innovador y las autoridades de la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE) mostraron a la entidad como un caso de éxito por la transparencia del proceso. El esquema fue replicado en otras entidades del país.

Con la administración estatal (2009-2015), el Instituto de Formación Docente del Estado de Sonora (IFODES), se hizo cargo de la operación del proceso de ingreso a las normales, experimentando un enorme retroceso respecto a los logros alcanzados en años anteriores.     

Las prácticas de tráfico de influencias y corrupción se incrementaron de manera exponencial con las nuevas autoridades, identificándose casos de violación a los requisitos publicados en las convocatorias 2011, 2012, 2013 y 2014, beneficiando a decenas de estudiantes que no reunían los requisitos académicos mínimos para ingresar a una escuela normal -tampoco a ninguna otra institución de educación superior-. Los hechos se describen a continuación: en la convocatoria de ingreso  2011 en la Escuela Normal de Educación Física “Emilio Miramontes Nájera” de Hermosillo, Sonora, se recibieron más de 30 estudiantes sin realizar examen de ingreso.

En 2012 la misma situación se presentó en el CREN de Navojoa, se recibieron 9 estudiantes sin el promedio mínimo de bachillerato solicitado en las reglas de operación del programa.

En la convocatoria 2014 en la Escuela Normal Estatal de Especialización (ENEE) de Providencia, Sonora, se convocaron 180 lugares, 40 estudiantes fueron recomendados. Se aceptaron sin realizar examen de ingreso, sin el promedio mínimo de bachillerato, edad, etc. En las Normales Superiores de Hermosillo, Obregón y Navojoa también se aceptaron candidatos sin cumplir con los requisitos marcados por el  IFODES.

Este trabajo recupera las voces de los estudiantes involucrados directamente en el proceso de ingreso 2014 en una escuela normal del Estado de Sonora. La pertinencia de la investigación radica en las recomendaciones emitidas por organismos nacionales e internacionales: “Los docentes en México” (INEE, 2015); Profesores Excelentes (Banco Mundial,2014);“Estrategias para la Acción México”(OCDE, 2011); Informe Mc. Kinsey (Moushrand & Barber, 2010), documentos todos, que coinciden en la necesidad de aplicar estándares estrictos para la selección y reclutamiento de aspirantes a la profesión docente en su etapa inicial, como una vía para mejorar la calidad de los sistemas educativos.

II. Objetivos:

1.        Documentar las opiniones de los participantes en la convocatoria 2014 sobre los procesos de transparencia implementados por las autoridades del IFODES para el ingreso a las escuelas normales de Sonora.

2.        Describir la percepción que tienen los estudiantes sobre el proceso de ingreso a la Escuela Normal de Educación Física de Sonora.

III. Metodología:

Escenario: el estudio se desarrolló en la Escuela Normal de Educación Física “Emilio Miramontes Nájera, ubicada en Hermosillo, Sonora.  Los participantes  fueron 63 estudiantes del segundo semestre de la Licenciatura en Educación Física (Generación 2014-2018), además de cinco informantes clave de los mismos grupos.  El tipo de estudio y diseño: fue con enfoque mixto, descriptivo de diseño concurrente por triangulación (Creswell, 2007). Se aplicó un cuestionario y de manera paralela se obtuvieron testimonios de los participantes a través de entrevistas, triangulando al final con teoría.

IV. Resultados:

4.1. Caracterización  de los participantes: la composición de los participantes muestran que la edad mínima es de 17 años y la máxima de 21. Predomina el género masculino (83%) y solo 17% son mujeres. La mayor parte de los estudiantes proviene del Colegio de Bachilleres (36%); CECyTES (20%); CEBETA (15%); CETyS (9%); CBTyS (10%); CONALEP (10%). El 80% son foráneos proceden de distintos municipios de la entidad.

4.2. Requisitos administrativos y académicos del proceso de ingreso: En este rubro 86% de los participantes externaron total acuerdo con la fase de registro (se  realizó de manera ágil); 13.3% mencionó dificultades al momento del registro. Por su parte, 68% manifestaron estar de acuerdo con el examen psicométrico para seleccionar alumnos con mejor perfil para estudiar una carrera relacionada con educación; 32% manifestó desacuerdo e indiferencia en este rubro. Respecto a la utilidad del examen físico para valorar la aptitud de los aspirantes a la Licenciatura en Educación Física 87% mostraron acuerdo; 13% manifestó total desacuerdo con el formato en que fue realizado. 76% opinó que el examen de conocimientos de CENEVAL permite seleccionar a los estudiantes más aptos; el 24% restante mencionó que el examen no resultó suficiente para tal fin.

De acuerdo con las respuestas del cuestionario, se infiere que en el aspecto administrativo y académico del proceso aparentemente se respetaron los puntos marcados en la convocatoria, sin embargo, las entrevistas realizadas a informantes clave revelaron que: “Existen estudiantes que fueron admitidos sin tener el promedio de bachillerato…” (Estudiante-3).

Aunque el cuestionario muestra una percepción positiva de los estudiantes sobre los exámenes psicométrico, físico, y el examen de conocimientos de CENEVAL, estos resultados contrastan con los testimonios recabados en las entrevistas a estudiantes clave: “El examen  psicométrico no resultó útil para identificar los mejores perfiles, hay compañeros que no tienen vocación docente…” (Estudiante-1); “Las pruebas de aptitud física son demasiado sencillas, cualquier persona común las puede pasar sin dificultad…” (Estudiante-4); “El CENEVAL es un tanto complicado, no todos dieron el puntaje, ¿pero de qué sirvió? hubo quien no lo hizo y de todas  formas ingresó a la escuela…” (Estudiante-5).

Los reiterados testimonios sobre el bajo perfil académico de los aspirantes a ingresar a la Escuela Normal de Educación Física, coinciden con los hallazgos del INEE (2015: 102), y en general con el bajo perfil vocacional y académico identificado en los aspirantes a estudiar para profesores en América Latina y el Caribe (BM, 2014: 24).

4.3. Transparencia del proceso de ingreso: al cuestionar ¿solo los estudiantes que aprobaron el proceso de ingreso obtuvieron un espacio en la escuela normal? se encontró que más de la mitad (52%) mostraron desacuerdo al respecto; 48% manifestaron acuerdo. Llama la atención que 90% de los alumnos considera que el proceso de ingreso debe ser muy riguroso para seleccionar a los mejores estudiantes, 10% manifestó indiferencia o desacuerdo sobre este rubro. Los testimonios de las entrevistas versan en sentido paralelo a estos resultados: “Se deben aceptar solo a los mejores perfiles, de no hacerlo, en un futuro se perjudicará el desarrollo de los niños…” (Estudiante-2).

Para 53% de los participantes el Comité de Validación no fue suficiente para evitar el tráfico de influencias y el ingreso de estudiantes recomendados. Dichos resultados concuerdan con los testimonios recabados en las entrevistas: “Es necesario que intervengan más personas externas como observadores a la hora de llevar a cabo el proceso de selección, para evitar los recomendados…” (Estudiante-1).

Menos de la mitad de los estudiantes (49%) evaluó la transparencia del proceso de ingreso como buena, en tanto que  39.6% de regular a mala; el porcentaje restante no opinó.

Los resultados positivos difieren significativamente de los testimonios obtenidos en las entrevistas: “No, no existe transparencia, entraron alumnos por palancas…” (Estudiante-5); “No hay transparencia, porque entró gente sin pasar por el proceso de selección y se encuentran en los grupos tomando clases… sin haberse ganado su lugar, eso es tramposo”… (Estudiante-1).

Los resultados de la dimensión que aborda la transparencia del proceso de ingreso evidentemente no son halagadores, coinciden con los planteamientos de Mendieta (1999:16) al mencionar que históricamente las escuelas normales mexicanas se han considerado cotos de poder de diversos actores, situación que ha dado forma a su configuración actual, resguardando tradiciones (como el ingreso de estudiantes con bajo perfil académico) que no les han permitido transitar hacia mejores niveles de desarrollo, derivando de ahí la baja calidad de sus egresados, y  del desempeño profesional al insertarse en el campo laboral (nivel de educación básica).

De igual manera concuerdan con los resultados de Alarcón (2012:162) en  las reiteradas críticas por la escasa vocación de quienes ingresaban a las escuelas normales en Colombia con la intención de acceder posteriormente a un contrato laboral de base de manera directa.

V. Conclusiones:

1. De acuerdo con los estudiantes la fase administrativa del proceso parece ser efectiva, cumple en tiempo con la publicación de la convocatoria, aunque no a través de los medios suficientes.  El registro en línea y obtención de fichas de inscripción es ágil, no presenta mayores contratiempos, sin embargo consideran que los requisitos académicos son laxos y sugieren incrementar el rigor en los exámenes físicos y del examen de conocimientos de CENEVAL. Proponen transitar del examen psicométrico hacia otro procedimiento que permita identificar rasgos de la vocación docente.

2. Se observó desconfianza de los estudiantes hacia el trabajo desempeñado por las autoridades educativas estatales encargadas de operar las  distintas etapas del ingreso a las escuelas normales y ponen en tela de juicio las funciones realizadas por los miembros del Comité de Validación  para asegurar la transparencia del proceso desarrollado en 2014.

3. En la institución estudiada se muestra un claro ejemplo de la situación real que priva en el sistema formador de docentes en Sonora, en donde prevalece la opacidad en los resultados obtenidos por los aspirantes de nuevo ingreso a estas instituciones. Los datos recabados tanto en cuestionarios y entrevistas indican que  en la convocatoria 2011 no se eligieron a los mejores perfiles para formarse como docentes, lo que seguramente tendrá efectos negativos en la educación de las futuras generaciones de niños y jóvenes sonorenses.


(DOSSIER POLITICO/ Fernando Gutiérrez R. / 2015-07-10)

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