MÉXICO, D.F.
(apro-cimac).- Absuelta ya de cualquier delito, la veracruzana Claudia Medina
Tamariz iniciará una nueva batalla jurídica para que la Procuraduría General de
la República (PGR) la reconozca como víctima y sobreviviente de tortura sexual,
y castigue a los elementos de la Secretaría de Marina (Semar) responsables de
los hechos.
El pasado viernes 6
de febrero el Tercer Tribunal Unitario del Poder Judicial de la Federación, en
Xalapa, Veracruz, exoneró a Claudia Medina del delito de posesión de arma de
fuego de uso exclusivo del Ejército, una de las 12 acusaciones que la Marina le
imputó desde agosto de 2012 cuando fue detenida de forma arbitraria.
En entrevista en la
sede de Amnistía Internacional (AI) en esta capital, Claudia asegura que esta
resolución significa un descanso, pero sólo para tomar aliento y continuar su
lucha. Ahora, dice, hay que buscar que los culpables sean juzgados.
Y tras revelar que
se convertirá en defensora de derechos humanos, rememora los dos años que
estuvo sujeta a proceso:
“Al principio
pensamos, decíamos, ‘es luchar contra un monstruo, cómo luchar contra eso’; yo
decía no, no podemos quedarnos callados porque yo tengo la verdad, no soy
responsable, lo tengo que demostrar”.
El 7 de agosto de
2012 Claudia y su esposo fueron detenidos en su domicilio. Luego de 36 horas de
tortura física, sexual y psicológica fue obligada a firmar una declaración
autoinculpatoria para después ser presentada ante los medios de comunicación
como integrante del cártel Jalisco Nueva Generación y culpable de delincuencia
organizada en diversas modalidades.
Su esposo fue
recluido en Matamoros, Tamaulipas; ella llevada al penal de Cieneguillas,
Zacatecas; mientras que sus hijos tuvieron que quedarse con diferentes familiares,
se trató de una separación –explica– que aún hoy no termina de borrarse.
Aunque parte de su
proceso lo vivió en libertad, advierte que no podía salir de casa por miedo a
que hubiera otra orden de aprehensión y fuera detenida, pero al mismo tiempo la
sensibilizó con las mujeres que conoció en prisión y que vivieron situaciones parecidas,
además de que se identificó con las asociaciones que defienden causas sociales.
Estos meses de
diligencias para demostrar su inocencia, apunta, significaron mucho dolor:
“Cuando te practican un Protocolo de Estambul es volver a recordar, a vivir,
sentir (la tortura). Y cuando íbamos al juzgado y ver negativas, te cuesta
trabajo”.
En este recorrido se
encontró con autoridades que nunca creyeron en su dicho, por ejemplo en
diciembre de 2014 la juez Tercero de Distrito con sede en Boca del Río, Veracruz,
Cándida Ojeda Hernández, negó concederle la libertad por un recurso de
desvanecimiento de datos que interpuso al asegurar que no había pruebas en su
contra.
La juez no sólo le
negó la libertad, incluso le dijo que “la justicia era ella y que los Derechos
Humanos no servían para nada”, esa declaración la dejó perpleja. “Cuando ella
dice eso yo digo: ‘Cómo le hago, qué más hago’. Siempre grité a voz fuerte y
ver que ellos no te creen y dicen que eres culpable y no hay más culpable que
tú”, refiere.
Claudia, quien nunca
creyó en la justicia, apenas encontró un halo de esperanza y por eso buscará
que las personas que la vejaron estén en la cárcel y continuará acompañando a
las mujeres que son parte de la campaña “Rompiendo el Silencio. Todas juntas contra
la tortura sexual”, y quienes también exigen justicia.
En tanto, la mujer
aguarda a que su esposo, acusado al igual que ella, pueda salir de prisión.
En agosto de 2012
ante un juzgado, cuando todavía la procesaban por delincuencia organizada, dice
que fue víctima de tortura, fue así como la PGR tuvo conocimiento del caso y en
2013 abrió una averiguación previa de la que no hay nada avanzado hasta ahora.
“Esa denuncia es un
delito que se tiene que seguir de oficio, no puede quedar parada. En la PGR sigo
siendo lo mismo pero la lucha sigue”, subraya.
Al final, Medina
Tamariz dijo que ser víctima de tortura no fue su culpa y por eso ahora no
agacha la cabeza para decirlo.
(PROCESO/
ANAYELI GARCÍA MARTÍNEZ/10 DE FEBRERO DE 2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario