SAN DIEGO, Cal. 10
de enero (Excélsior).— Tamales con relleno de cocaína, galletas caseras
horneadas con drogas, muñecas, extinguidores, caballitos de madera y hasta un
acordeón lleno de metanfetaminas son algunos de los recursos que las
autoridades fronterizas han descubierto que se emplean para el tráfico de
estupefacientes.
Esta semana un joven
tijuanense de 20 años cruzaba a California a bordo de un vehículo con un
extinguidor de incendios en el que escondía drogas, informó la Oficina de
Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), pero esa
incautación, el miércoles, es sólo uno de los intentos ingeniosos más recientes
para pasar drogas por la frontera.
Ante la dificultad
de cruzar la frontera por campo abierto, donde vigilan unos 22 mil patrulleros
fronterizos, quienes optan por el narcotráfico hormiga a través de las 42
garitas que separan a Estados Unidos de México y los puertos marinos utilizan a
menudo fórmulas creativas.
CBP ha divulgado
gradualmente en las últimas semanas en su cuenta de Twitter algunos de esos
métodos.
Una de las fórmulas
más llamativas de narcotráfico a pequeña escala estuvo a cargo de un inmigrante
salvadoreño de 46 años, quien en agosto pasado entraba a Texas con unos 200
tamales, presuntamente para una fiesta.
Los inspectores
aduanales encontraron con recursos tecnológicos que media docena de los ricos
tamales tenían relleno de cocaína.
El guatemalteco
Mauricio Isidro Rivera Hernández entraba a Nueva Jersey con un cargamento de
galletas estilo Guatemala, sólo que muchas de las galletitas horneadas “con la
receta de mamá” contenían en conjunto un kilo 730 gramos de cocaína.
Desde Mexicali, en
abril, pasaba la frontera un hombre que dijo que quería vender quesos y varias
de las ruedas de queso escondían un kilogramo de metanfetamina.
Un par de días antes
de ese incidente, las autoridades encontraron también en la garita de Calexico
dos kilos de drogas sintéticas que otro estadunidense, de 62 años, ocultaba
entre botellas y botes que, dijo, llevaba a reciclar.
En septiembre
encontraron opio en 66 barras de jabón procedente de Asia, y en junio los
inspectores fronterizos descubrieron que les resultaba inútil tratar de hacer
sonar un acordeón que pasaba la frontera por Nogales, porque el instrumento
estaba lleno de metanfetaminas.
El músico Eloy
Rentería Ortiz, un estadunidense de 18 años, reconoció que llevaba en su
acordeón para cantar rancheras dos kilogramos de drogas sintéticas.
Las autoridades
publicaron fotografías de al menos una muñeca Barbie que, debajo de un amplio
vestido, escondía 52 mil dólares de heroína, sin precisar la incautación.
(RIODOCE/
REDACCION/ 10 enero, 2015)
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