Ciudad de México.- Un día de perros puede cambiar de signo por algo tan sencillo como cruzar miradas en el metro con la persona adecuada. Fuente: PG
Hablamos de uno de esos seres magnéticos, con uno de esos rostros o cuerpos o sonrisas o simples posturas que, por los caprichos del gusto y de la química, hacen imposible el no mirar.
Sabes de que no va a pasar nada entre tú y esa persona, porque no es ni el momento ni el lugar para intentar que pase nada, pero eso no te impide imaginar.
¿Cómo sería estrujar los labios de esa persona? ¿Cómo sería deslizar esa prenda hasta dejar su piel al raso? Es algo que no podemos evitar, y que no hay razón para evitar: sin fantasías, la vida del hombre sería un continuo enfermar de realidad.
Vea el video en el siguiente link:
Hace unos meses, Tatia Pilieva conquistaba internet con un hermoso vídeo en el que diez parejas anónimas materializaban una de nuestras fantasías sensuales recurrentes: besar a un extraño, enredarnos en los labios de un desconocido con el que apenas hemos llegado a intercambiar palabra alguna.
Pronto supimos que se trataba de una campaña promocional orquestada por una marca de ropa, que los supuestos desconocidos elegidos al azar eran en realidad actores y modelos. Nos la habían colado a todos, y el impacto del vídeo fue tremendo, como demuestran las múltiples parodias que surgieron en su estela. Pilieva vuelve ahora a las andadas exprimiendo la misma fórmula pero elevando el nivel de tensión sexual con Undress Me.
La premisa es igual de simple que en el caso de First Kiss: “Le pedí a unos extraños que se desnudaran el uno al otro y se metieran en la cama. Nada más. Sin reglas”. Esto es lo que pasó.
Esta vez la finalidad publicitaria no se esconde. El vídeo surge de una colaboración con Showtime con el fin de promocionar la segunda temporada de Masters of Sex, una exitosa serie basada en el trabajo de investigación de William H. Masters y Virginia E. Johnson, conocidos por sus estudios alrededor de la sexualidad humana. Más apropiado, imposible.
Hablamos de uno de esos seres magnéticos, con uno de esos rostros o cuerpos o sonrisas o simples posturas que, por los caprichos del gusto y de la química, hacen imposible el no mirar.
Sabes de que no va a pasar nada entre tú y esa persona, porque no es ni el momento ni el lugar para intentar que pase nada, pero eso no te impide imaginar.
¿Cómo sería estrujar los labios de esa persona? ¿Cómo sería deslizar esa prenda hasta dejar su piel al raso? Es algo que no podemos evitar, y que no hay razón para evitar: sin fantasías, la vida del hombre sería un continuo enfermar de realidad.
Vea el video en el siguiente link:
Hace unos meses, Tatia Pilieva conquistaba internet con un hermoso vídeo en el que diez parejas anónimas materializaban una de nuestras fantasías sensuales recurrentes: besar a un extraño, enredarnos en los labios de un desconocido con el que apenas hemos llegado a intercambiar palabra alguna.
Pronto supimos que se trataba de una campaña promocional orquestada por una marca de ropa, que los supuestos desconocidos elegidos al azar eran en realidad actores y modelos. Nos la habían colado a todos, y el impacto del vídeo fue tremendo, como demuestran las múltiples parodias que surgieron en su estela. Pilieva vuelve ahora a las andadas exprimiendo la misma fórmula pero elevando el nivel de tensión sexual con Undress Me.
La premisa es igual de simple que en el caso de First Kiss: “Le pedí a unos extraños que se desnudaran el uno al otro y se metieran en la cama. Nada más. Sin reglas”. Esto es lo que pasó.
Esta vez la finalidad publicitaria no se esconde. El vídeo surge de una colaboración con Showtime con el fin de promocionar la segunda temporada de Masters of Sex, una exitosa serie basada en el trabajo de investigación de William H. Masters y Virginia E. Johnson, conocidos por sus estudios alrededor de la sexualidad humana. Más apropiado, imposible.
(ZOCALO/ Mundo Extraordinario /14/07/2014 - 10:58 PM)
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