sábado, 6 de abril de 2013

PADRÉS: UNA MALA COPIA DE EDUARDO BOURS



Arturo Soto Munguía / El Zancudo.com.mx
En la página 49 de la segunda edición de El Zancudo aparece una crónica titulada “El Estado  soy yo”.

Alude a la tentación que por esos años invadió al entonces gobernador Eduardo Bours Castelo, para asumirse como el poseedor plenipotenciario del poder, avasallando en esa lanzada al Poder Legislativo, comenzando desde luego por la bancada de su partido, el PRI.

“El que gobierna soy yo es una frase por lo menos desafortunada. La monarquía terminó hace mucho. El gobierno plenipotenciario también. Su gobierno está sentado sobre el mayor índice de abstencionismo y en la votación más dividida de la que se tenga memoria”, escribí en aquel entonces, a propósito de los afanes transexenales de Eduardo Bours.

La historia es implacable. Y sin embargo hay quienes no la leen. Los afanes de Guillermo Padrés por reeditar episodios que terminaron en tragedia son obvios.  Asumirse como administrador de 400 mil votos que le dieron la gubernatura y de los cuales a estas alturas quizá le quede la mitad, lo está llevando a correr riesgos peligrosos.

Eduardo Bours tuvo una despedida muy dramática en el trayecto del Congreso a Palacio de Gobierno, el día que entregó el poder.

Años después, a la mitad de su mandato, Guillermo Padrés vive una historia similar. Fuera de sus ‘escenarios controlados’, no hay lugar en el que no lo increpen, le cuestionen, le reclamen.

La diferencia entre Eduardo Bours y Guillermo Padrés (una de tantas) es que a Bours lo rechiflaron al final de su sexenio. A Padrés lo rechiflan apenas a la mitad.

La similitud entre ambos personajes puede ser, en todo caso, la obstinación por asumirse poseedores de la verdad absoluta, del camino correcto, de la divina iluminación que los cubrió con su manto para decirles cuál era el camino.

PARTE II

El gobierno de Sonora parece dispuesto a retar a todos y a pasar por encima de todos. Si el director de la CNA, David Korenfeld dice que no hay solicitud de trasvase de la cuenca del Río Yaqui a la del Río Sonora, Guillermo Padrés dice que eso se resolverá en “las instancias correspondientes” y que lo importante es que “ya llegó el agua a Hermosillo”.

Las ligas de la gobernabilidad están estiradas al máximo, y desde el gobierno estatal se actúa bajo la premisa de que “vamos bien, vamos muy bien”.

En los hechos, lo que ocurre es que la crisis de credibilidad en la que se encuentra el gobierno de Sonora es bien seria.

Pero Padrés parece decidido a todo. Arrastrando la decepción ciudadana hacia un gobierno que se vendió en campaña como el remedio para la corrupción, el nepotismo, el tráfico de influencias, el abuso de poder, hoy está dispuesto a demostrar que puede superar a sus antecesores en todos esos temas.

Las condiciones, sin embargo, han cambiado mucho de 2009 a la fecha. Tres años después del triunfo de la “alternancia” en Sonora, se les agotó el modelo. Tres años después el PRI recuperó la presidencia de la República y en estos días, la estructura del gobierno federal comienza a rearmarse.

En Sonora, quien fuera dirigente del PRI estatal, Rosario Rodríguez Quiñónez asumió la delegación federal de Sedesol; Ulises Cristópulos Ríos levantó la mano como delgado de Semarnat; Javier Hernández Armenta hizo lo propio en la delegación de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte.

Y así seguirá en los días subsecuentes, la ocupación de esa estructura de gobierno que entre otras cosas, le restará al gobierno local los amplísimos márgenes de maniobra para operar programas y recursos federales, así como personal al servicio del proselitismo panista para fines electorales.

Nada de esto parece impresionar al grupo compacto del gobernador sonorense. Ellos siguen viviendo en su universo paralelo.

PARTE III

En el Congreso del Estado los diputados no sesionan. En el Distrito Federal el director de la Comisión Nacional del Agua sostiene que no existe solicitud alguna para el trasvase del agua de la cuenca del Río Yaqui a la del Río Sonora, pero las autoridades locales del ramo sostienen que esa solicitud existe desde 2010.

Y entre que son peras o son manzanas el gobernador Guillermo Padrés aparece muy sonriente en imágenes que documentan un caudal de agua llenando el reservorio construido en la zona rural oriente de la capital, presuntamente proveniente de la Presa Plutarco Elías Calles, mejor conocida como El Novillo.

La noticia levantó todas las antenas, sobre todo en el sur del estado y concretamente en Cajeme, donde la oposición al acueducto independencia -una obra cuyo costo roza los 4 mil millones de pesos y que serviría para llevar agua desde la presa El Novillo hasta la capital del estado- ha llevado a confrontar gravemente a un sector importante de los sonorenses, contra el gobierno del estado.

La confrontación no es menor. El indicador más claro de que en Cajeme, el municipio más importante después de Hermosillo, el rechazo a esa obra alcanza dimensiones mayúsculas, es el resultado electoral del año pasado. Allí el PAN perdió la alcaldía por una histórica derrota de casi 3 a 1; perdió los tres distritos locales, los dos federales y perdió también su fórmula al Senado de la República.

Aun así, el gobierno panista decidió seguir con su proyecto, que ayer fue publicitado profusamente como concluido.

Al igual que en otros temas, la tónica gubernamental es la de cero negociación. Las cosas se hacen porque se hacen. Porque “es lo correcto”.

En esos mismos términos se ha abordado el asunto de la tenencia disfrazada. El gobierno estatal se vio obligado a prorrogar hasta el último día de junio el plazo para que los propietarios de automóviles paguen los impuestos relativos a la tenencia de vehículos, especialmente la llamada Contribución Municipal, eufemismo con el que se rebautizó el impuesto sobre tenencia.

Ese plazo se venció el pasado 31 de marzo, pero la recaudación fue tan precaria que tuvieron que establecer una prórroga de tres meses más. En el universo paralelo en el que viven los gobernantes de Sonora, la explicación para esta prórroga es atribuida a la ‘buena respuesta’ de los contribuyentes.

Lo cierto es que las proyecciones están muy lejos de alcanzarse debido a una huelga de pagos que de facto se registra en Sonora, rechazando la voracidad recaudatoria y sobre todo, la falta de transparencia en el ejercicio presupuestal.

El movimiento contra los incrementos abusivos a los impuestos se mantiene, a pesar de los sistemáticos embates mediáticos para desacreditar a sus voceros, y el desprecio gubernamental hacia propuestas ciudadanas que plantean rutas alternas para salir del atolladero.

En el Congreso del Estado, donde hay un par de dictámenes con propuestas para destrabar el tema, lo que persiste es la parálisis legislativa.

Ahora son los panistas quienes después de más de cien días en que se opusieron a debatir el tema en sesión extraordinaria, presionan a su contraparte para sesionar en el periodo ordinario, llevando como primer punto en el orden del día, el tema del COMUN.

Pero el Congreso no sesiona. La alianza PRI-PVEM sostiene que la bancada del PAN lo que busca es asumir la presidencia de la mesa directiva, para operar en contra de los amparos que ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se han interpuesto contra el COMUN.

El coordinador parlamentario del PAN, Javier Neblina Vega sostiene que eso no ocurrirá, pero por lo visto sus homólogos de otros partidos no le creen. Y mientras tanto, el Poder Legislativo no camina.

Todos hablan del diálogo como la ruta para alcanzar acuerdos, pero en los hechos lo que existe es un diálogo de sordos y una ausencia de acuerdos.

(DOSSIER POLITICO/ Arturo Soto Munguía / El Zancudo.com.mx/ 2013-04-05)

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