Héctor Sifuentes/Zócalo
Acuña.- El
descubrimiento de la comisión de un delito tan grave como el de la pornografía
infantil que se detectó realizaba el norteamericano John Kennedy Charles desde
hace cinco años en Acuña alertó a la Procuraduría de Coahuila, a cargo de
Homero Ramos Gloria, para desenmarañar lo que podría ser una red internacional
dedicada a esta actividad en la zona fronteriza de México.
Según las
investigaciones preliminares que se realizan por parte de la Delegación Norte
II de la PGJE, Charles vive desde hace cinco años en Ciudad Acuña, en donde
enganchaba niñas y jóvenes menores de edad, de las cuales primero se hacía
amigo de sus familias para luego convencerlas y aprovecharse de sus carencias
para convencerlas de dejarse tomar fotografías y videograbarlas mientras
sostenían relaciones sexuales con él.
“Esto es algo muy
delicado, pues es un delito de alto impacto en el que las víctimas son menores
de edad y por ello la instrucción del procurador Homero Ramos Gloria es agotar
todas las investigaciones para que quede un antecedente contundente y al
consignarse el asunto ante un juez éste aplique una sanción ejemplar”, dijo
Alberto Vázquez Figueroa, delegado de la dependencia.
Hace una semana,
John Kennedy Charles fue detenido a bordo de su vehículo, luego de que la madre
de una menor lo denunció por pornografía infantil y al ser interceptado se le
localizaron en su unidad motriz cientos de fotografías, entre ellas las de la
niña cuya familia lo señaló.
Luego del hallazgo,
la PGJE solicitó una orden de cateo al juez para revisar el domicilio del
sujeto, ubicado en la colonia Noblasi Primer Sector, en donde se decomisaron
cientos de fotografías impresas de niñas y jovencitas menores de edad, así como
miles en forma digital en una computadora portátil.
“Se ha solicitado la
colaboración a las autoridades norteamericanas, pues se tiene el antecedente de
que esta persona acusada de pornografía infantil fue detenido en julio del año
2004 cuando retornaba por el Puente Internacional que une a Nuevo Laredo con
Laredo, Texas, en posesión de material de pornografía infantil”, dijo el
delegado.
INVESTIGACIÓN A FONDO
Explicó que por esa
razón se verifica si este personaje tiene relación con alguna red internacional
de pornografía infantil, pues no se le conoce actividad alguna como manutención
y en las investigaciones con autoridades de Texas allá se declara como
“desempleado”.
Vázquez Figueroa
indicó que se ha solicitado un arraigo a la juez penal Rosa María Sena, el cual
ya se otorgó por 20 días, plazo en el que se integrará de forma más sólida la
averiguación, y así consignarla ante la juzgadora para que la sanción sea
ejemplar.
“La PGJE se ha
avocado a detectar si tiene nexos con empresas o personas en otras partes del
mundo, esto mediante la revisión a fondo de sus correos electrónicos, sus
pertenencias y la documentación interceptada en su vivienda luego de que se
otorgó la orden de cateo”, indicó el funcionario.
Aseguró que para la
labor de detectar este problema se ha contado con la colaboración del DIF
estatal y municipal para alertar mediante programas a las jovencitas para
evadir a estos sujetos, pues por el modo de operar es un riesgo constante para
las jóvenes.
“Se ha detectado que
Charles enganchaba a las menores en los antros o discos de la localidad, además
que a otras en la vecindad de su domicilio se hacía amigo de ellas o de sus
familias mediante dádivas en dinero o despensas, así como también con los vehículos
que poseía, pues muchas fotos se las tomó a bordo de un auto tubular que él
mismo fabricó”, afirmó el abogado.
Dentro de sus
primeras declaraciones, el norteamericano aceptó que recaudaba pornografía
infantil e incluso se dijo arrepentido de haberlo hecho.
El acusado vivía en
una casa que rentaba en la colonia Noblas Primer Sector y reconoció que esto no
lo podía hacer en Estados Unidos, porque según él “le salía muy caro”.
“Les tomaba fotos y
les daba de 150 a 200 pesos por cada vez que se dejaban fotografiar y a una de
las víctimas les tomó fotografías hasta en seis ocasiones, además si sostenían
relaciones sexuales con él les pagaba de 300 a 400 pesos”, afirmó Vázquez
Figueroa.
El delito por el que
se le procesa por parte de la PGJE es el de pornografía infantil, con una
sanción máxima de 11 años en caso de que la jueza que conocerá la causa lo
encuentre culpable. Éste es un delito catalogado como grave o de alto impacto y
no alcanzaría fianza aunque la pena promedio sea menor a cinco años.
“La PGJE está atenta
a recibir las denuncias de la población, porque este tipo de sujetos en muchas
ocasiones busca regiones apartadas o la zona fronteriza para operar y por ello
es que la instrucción del señor procurador Homero Ramos Gloria es un combate
permanente a delitos que atenten contra la niñez de Coahuila”, aseveró el
delegado.
Dijo que hay una
estrecha colaboración con autoridades norteamericanas para detectar si
pertenece a una red internacional y dar con otros integrantes en caso de que se
encuentren en México con la colaboración de los tres niveles de gobierno.
(ZOCALO/Héctor Sifuentes/ 28/02/2013 - 12:00 PM)
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