
Mariana Otero-Briz
Las Margaritas, Chiapas • Las miradas de complicidad se
tropiezan con las carcajadas de cuatro policías que toman un receso en la
comandancia de Las Margaritas, después de que uno de ellos bromea: “No, ahora
no van a venir los zapatistas”, y presume que los 120 elementos del municipio
participan en el dispositivo de seguridad previo al arranque de la Cruzada
Nacional contra el Hambre que encabezará hoy el presidente Enrique Peña Nieto y
el gobernador Manuel Velasco.
Los cuatro orgullosos uniformados sonríen, y mientras
comparten un plato de frijoles con carne y una docena de tortillas, cuentan que
no esperan ninguna manifestación o protesta durante la ceremonia que llevará a
la zona, por primera vez desde el levantamiento del EZLN, en 1994, a elementos
del Ejército y del Estado Mayor Presidencial.
“Le digo: ahora los zapatistas no van a venir”, dice uno y
los demás repiten la carcajada. En la puerta de la oficina de dos por tres
metros, donde solo hay un escritorio y dos sillas, Homero, de oficio taxista,
recibe las instrucciones para llegar al centro deportivo donde se llevará a
cabo el acto.
Minutos después, mientras caminamos para abordar el vehículo,
del que se jacta es modelo 2009 y tiene 379 mil kilómetros recorridos (“y
todavía aguanta”), Homero, en tono burlón, comenta: “Se ríen porque aquí todos
son zapatistas. Todos son simpatizantes y si viene el sub Marcos todos saldrían
a saludarlo”.
A un día de que Peña Nieto lance un programa con el que
pretende combatir la pobreza en 400 municipios del país, las calles de esta
cabecera municipal están tranquilas. Algunos policías colocan conos en las
principales avenidas para instalar dispositivos de supervisión y solo un
vehículo militar patrulla los alrededores del centro deportivo, en cuya entrada
aparece el lema “Trabajo y Progreso”.
Mientras avanzamos, el conductor dice que todos los días,
después de las seis, en el lugar “solo corre el silencio” y las calles se
vacían.
Una carpa blanca y un escenario ocupan la principal cancha de
futbol del complejo. A un costado, el alcalde, Manuel Culebro Gordillo,
encabeza un recorrido en el que, junto con personal de la Presidencia y del
gobierno del estado, supervisa la colocación de otras dos carpas y la
funcionalidad de las salidas.
Mide poco más de metro y medio, es regordete y tiene una amplia
sonrisa. Culebro Gordillo se siente un hombre con suerte, pues a menos de
cuatro meses de haber tomado posesión ya ha recibido la visita del gobernador y
ahora viene la del Presidente.
“Me ha tocado la suerte, y aparte de eso, es un acto al que
viene nuestro Presidente, nuestro gobernador y muchos otros mandatarios
estatales, jefes de Estado (sic); es un acto sumamente importante para Las
Margaritas.”
Al igual que los elementos bajo su mando, calcula que el
arranque de la Cruzada Nacional contra el Hambre se llevará a cabo en
tranquilidad, pues según sus propias investigaciones en las comunidades, no hay
indicios de manifestaciones.
“Todo está muy tranquilo, hemos estado monitoreando cómo
están en las comunidades y todo está tranquilo”, subraya, y calcula que del
total de comunidades, solo unas 40 se declararon autónomas y son administradas
por el EZLN.
En Las Margaritas hay 420 comunidades y 120 mil personas; 70
por ciento vive en pobreza extrema, lo que ubica a la región como la segunda
más pobre del estado. Ello porque Chiapas, Oaxaca y Guerrero cuentan con el
mayor porcentaje de gente en esa situación.
Cerca de las 20 horas la estrecha calle sin pavimentar que
está frente al deportivo se satura con una veintena de camionetas que
transportan a decenas de integrantes del Estado Mayor Presidencial. Faltan 17
horas para que Peña Nieto arribe al lugar y los encargados de su seguridad
comienzan a colocarse en sus puestos sin alterar la tranquilidad.
Gordillo Culebro acepta que la presencia del EZLN en el
municipio fue determinante para que se le eligiera para el arranque del
programa federal y lo considera un buen mensaje, pero adelanta que los
zapatistas responderán.
“Los hermanos zapatistas salieron a los municipios en que
iniciaron su hazaña de 1994 y ellos vinieron a Las Margaritas (en diciembre).
Hubo un buen contingente, pero con una tranquilidad y respeto. Están
tranquilos, terminando la ceremonia van a dar su versión de cómo les parecen
las cosas.”
(MILENIO/ MARIANO
OTERO-BRIZ/ 21 DE ENERO 2013)
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