“¡Perdónennos, perdónennos, no vuelve a pasar”, fue la súplica de los jóvenes que fueron levantados el pasado lunes; cuatro de ellos aparecieron muertos en un paraje desértico junto al panteón San Rafael la tarde del siguiente día.
De acuerdo con versiones de vecinos del sector, alrededor de las 2 de la tarde del lunes un grupo de hombres armados llegó a bordo de dos camionetas y cerró las calles Toronja Roja y Pacheco Parra, en Infonavit Solidaridad.
Después de varios minutos, los sometieron y los subieron a las unidades para luego huir del lugar.
El martes los cuerpos de cuatro de ellos fueron localizados sin vida a un costado del panteón municipal; una mujer herida que fingió estar muerta logró sobrevivir para contar lo sucedido.
El reporte oficial señala que por este hecho no hubo reporte de desaparición en la Fiscalía General del Estado (FGE).
De ellos se pudo saber hasta que una adolescente de 16 años que quedó viva logró pedir auxilio a agentes federales, dijo Arturo Sandoval Figón, vocero de la dependencia.
La versión oficial refiere que ella estaba junto con cuatro personas, tres hombres y otra mujer, que aparentemente eran las que habían ‘levantado’ desde el lunes pasado.
En el paraje desértico, la menor logró caminar herida hasta la garita del kilómetro 30, donde antiguamente se encontraban las instalaciones de la Aduana Fronteriza.
Ahí avisó a agentes federales que por la mañana las acababan de atacar y que ella simuló estar muerta con una herida en la cabeza.
Los oficiales dieron aviso a la Fiscalía para que iniciara desde temprana hora del martes un operativo, pero no encontraron los cuerpos.
Fue hasta las 4 de la tarde cuando localizaron los cadáveres.
La adolescente quedó protegida en un hospital para ser atendida por las lesiones que presentaba en el cráneo.
Sandoval Figón dijo que una vez que se recupere podrá ser escuchada en declaración.
El protocolo de comunicación establece que los agentes de la Policía Estatal Investigadora acudieron al kilómetro 30 de la carretera Panamericana, sobre una brecha que conduce al panteón San Rafael, donde hallaron a cuatro personas sin vida.
Se encontraban sobre un paraje desértico con balazos en la cabeza.
En la escena del crimen localizaron 10 elementos balísticos de calibre 9 milímetros.
El primero de los cuerpos correspondía a una persona de tez morena, complexión regular, 1.65 metros de estatura, cabello largo oscuro; vestía blusa azul y pantalonera azul con franjas blancas.
El otro tenía piel morena, complexión regular, 1.70 metros de estatura, cabello oscuro; vestía playera azul y pantalón de mezclilla negro.
El tercero, también de tez morena, complexión regular, 1.70 metros de estatura, bigote poblado y cabello oscuro; traía puesta una playera negra y pantalón de mezclilla negro.
El último era de piel morena, complexión regular, 1.70 metros de estatura, bigote poblado y cabello oscuro, con playera roja y pantalón de mezclilla azul.
Familiares y amigos de las cuatro personas asesinadas denunciaron que los responsables de los homicidios y las lesiones a la mujer que sobrevivió, son agentes de la Policía Federal (PF).
Los denunciantes -quienes pidieron la reserva de su identidad por temor a ser asesinados- dijeron que las víctimas se encontraban en un parque cuando federales encapuchados los privaron de la libertad y horas más tarde los llevaron a la brecha ubicada a unos 2.5 kilómetros de la carretera Panamericana, en donde atacaron sexualmente a las mujeres y torturaron a uno de los hombres para luego disparar contra todos.
“Los federales son quienes les hicieron eso. Lo que queremos es que esto no quede impune, porque los chavos eran de bien, dos de ellos trabajaban en la obra y las muchachas en unas segunda de la calle Paseo de Mitla.
“La que sobrevivió dice que los levantaron a la brava; asegura que vio a los federales cuando los levantaron y los mataron. A ella le dieron un disparo en la cabeza y como pudo se fue arrastrándose hasta la carretera y pidió auxilio”, dijo un pariente de las víctimas.
El entrevistado mencionó que tres de las víctimas son menores y la mujer ultimada tenía 20 años.
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