El alcalde de East Haven, Joseph Maturo, ofreció
disculpas por la declaración que hizo el martes acerca del arresto por el FBI de
cuatro policías acusados de acosar a la población hispana y pidió a los vecinos
que tengan confianza en él.
Dijo que no piensa renunciar al puesto de
alcalde, que ha ejercido de manera intermitente desde 1997 en esta población
mayoritariamente blanca y obrera en la costa de la bahía de Long Island, donde
la comunidad hispana ha crecido en los últimos años.
La indignación
persistía el jueves entre muchos vecinos de East Haven. José Tapia, un cocinero
ecuatoriano, gritó "¡Tenemos tacos" al salir de una panadería.
"Lo tomé a
risa, pero en el fondo, esa declaración es verdaderamente racista",
acotó.
Según Pedro Gutiérrez, dueño de la panadería Guti'z, la
declaración demuestra que el alcalde no conoce a su gente porque muchos latinos
de East Haven son ecuatorianos. El taco, un alimento envuelto en tortilla de
maíz, es típico de México, pero dijo que es irrespetuoso para todos los
hispanos:
"Evidentemente, piensa que somos gente de tercera
categoría".
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