Ayer el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó la expulsión de Manuel Espino como militante panista, con tres votos en su contra, una mayoría apabullante para sus pretensiones de seguir en el PAN y echarle pleito al presidente Felipe Calderón.
Lo sacaron definitivamente del partido por indisciplina, deslealtad y por haber incurrido en un "exceso de libertad de expresión" o al menos así lo consideraron los magistrados.
El expresidente nacional del PAN, al enterarse de la decisión tomada por la Sala Superior, escribió rápidamente en su Twitter para irse con todo en contra de sus "verdugos".
"Tres magistrados del Tepjf ratificaron mi expulsión atribuyéndome faltas que ni están en el expediente. Se desacreditan al mentir", les dijo a sus más de 32 mil seguidores.
Y bueno, ahora sí ya el punto final está puesto sobre el caso de Manuel Espino, que duró más de 110 días en el Supremo Tribunal. ¿Qué le queda? ¿Fundar su propio partido? ¿Intentar posicionarse con su movimiento Volver a Empezar? ¿Aceptar alguna candidatura de algún otro partido? Eso, como las paletas Tutsi Pop, tal vez el mundo nunca lo sabrá. ¿O sí?
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