miércoles, 22 de junio de 2011

BRONCA DEL PRI GUAYMAS, AL CEN

Lunes 20 de junio de 2011
Fernando Villa Escárciga


En la tierra que vio nacer a Plutarco Elías Calles pasan cosas tan retorcidas que el mismo tricolor se confronta entre el pasado y el presente, entre el cochambre y la legalidad.


Es la lucha de poderes entre los cacicazgos perniciosos y el espíritu de la ley contenida en los estatutos del partido, los mismos que consagran los derechos de la militancia.


Por eso y por mucho más en Guaymas el PRI está en barandilla, a expensas del máximo tribunal partidista. Y puede complicarse más.


El proceso de renovación de la dirigencia municipal está judicializado en un expediente que analiza el Comité Ejecutivo Nacional.


Es una situación que supera los caprichos, los intereses, los acuerdos bajo la mesa, la necedad de imponer órdenes a costa del sentir y los derechos de los tricolores.


Eso fiscaliza Pedro Joaquín Coldwell, presidente de la Comisión de Procesos Internos del CEN y en consecuencia deberá resolver.


Es una historia plagada de chuecuras que nacieron desde que Antonio Astiazarán Gutiérrez inventó un Consejo Político Municipal a su modo.

Hoy en esa representación tricolor abundan personas sin trayectoria, ni militancia ni compromiso en evidente violación a los estatutos.


El ex alcalde, pues, para controlar al partido hizo consejeros a decenas de sus funcionarios cuando presidió el Ayuntamiento.


Claudia Pavlovich Arellano, la dirigente estatal, desde siempre ha hecho mutis en posible connivencia de comadrazgos de llamar la atención.

Sometida a las órdenes de los caciques del estado, la presidenta del PRI sigue la línea en Guaymas pero aquí se están estrellando las imposiciones.


El abogado Edgar Alán Jaramillo Pérez, priísta con 23 años de militancia puso a todo mundo en jaque con una serie de recursos legales que traspasaron las fronteras de Sonora.


Y es que el presidente de la Comisión de Procesos Internos del PRI estatal, Virgilio Ríos Aguilera, adoptó la actitud del avestruz ante el primer recurso.


Al efecto, Jaramillo instó a revisar la conformación del Consejo Político en términos del artículo 51 estatutario pero el directivo priísta desdeñó tal requerimiento.


Posteriormente, al mismo Virgilio se le exigió considerar los artículos 72 y 147 de los estatutos, entre otros fundamentos, para renovar un Consejo Político a todas luces ilegal.


Con vista al delegado de membrete para Guaymas, Rolando Tavares Ibarra, los recursos fueron arrojados al cesto de la basura con la complacencia de la Pavlovich.

Todavía más, cebados los dirigentes estatales en sus cuchupos con los caciques del puerto, convocaron a una sesión de consejeros el 30 de mayo.


Cebados en su chapoteo sobre el fango, la sesión se convirtió en un carnaval de barbajanadas, con cambios sobre la marcha en el orden del día al gusto de Astiazarán.

Sin convocatoria pública ni declaración de quórum, inventando una secretaría general y otras ilegalidades, también esa asamblea se cuestionó.


Todo en la casa de Plutarco, en el edificio sede donde el delegado Julio César Rodríguez asumió una burda actitud de lacayo al servicio de los señores del dinero.


La consigna, sea como sea, valiendo gorro los estatutos, es sentar en la silla Susana Corella Platt, la distinguida comadre de la dirigente tricolor en la entidad.

En ese empecinamiento, además de Astiazarán, participan el diputado Otto Claussen, delfín de los Ricardos (Mazón y Bours) y prospecto para hacerla de virrey en Guaymas a través de la alcaldía.


En la otra esquina también busca la dirigencia Pedro Romano Terrazas, apoyado por la militancia de a de veras, como Julia Astrid Tapia, Alma Campos y Manuelita Ojeda.

A Romano Terrazas, empresario de conducta social y partidista intachable, soldado del PRI en todas las trincheras, se le “acusa” de ser amigo de Germán Uribe Corona.

Por otra parte, se cuestiona que la gente del Toño y de Susana pretendan utilizar al PRI como defensoría de oficio contra las más de 15 denuncias que les encauzaron por presuntos manoteos al erario.


En esas condiciones, pisoteando las formas políticas y estatutarias con un consejo político más amañado que un mono cilindrero, el proceso de renovación dirigencial está en una encrucijada.

Ante el vacío legal provocado por el Comité Estatal, Alán Jaramillo recurrió a las instancias superiores de procesos internos que encabeza Pedro Joaquín Coldwell.

Todas las irregularidades expuestas ante máximo tribunal del tricolor podrían derivar en la cancelación de todo el proceso y en un quemadón para Claudia.


De proceder el recurso la Comisión de Procesos Internos determinaría ordenar la renovación del Consejo Político de Guaymas, echando abajo el proceso en marcha.

Así, para empezar, quedarían en el limbo Pedro y Susana que el 14 de junio se registraron como candidatos a dirigir al PRI con miras a las elecciones del 8 de julio venidero.
Pero el consejo, considerado por estatutos “la fuerza más significativa del partido”, incumple con los principios de equidad y representatividad con la chiruza de Astiazarán, incluyendo a su chofer.


A eso agréguese la violación a los artículos 73 y 129 donde los “electos” (por el Toño, operando al modo de Eduardo Bours), superan con mucho a los verdaderos cuadros y representantes de sectores.


El aberrante modus operandi, además de la normatividad interna del partido, violenta los principios de participación política contenidos en el 41 de la Constitución de la República.

Cualquier abogado medianamente ducho entiende que los partidos son entidades de interés público y sus leyes y códigos reglamentarios emanan de la Constitución.
Considerando que las irregularidades expuestas ponen en riesgo la unidad partidista y socavan los derechos de la militancia la resolución del CEN será crucial.


Todavía más, las derivaciones de la causa podrían llegar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife), el mismo que le acaba dar tremendo palo al Consejo Estatal Electoral de Sonora.


Jaramillo advierte que sí hay plazos fatales, pues el código federal establece que en octubre se abren los procesos y, en consecuencia, los partidos deben estar listos para el arranque.


De no resolver el CEN del PRI esta controversia –se esperan noticias la próxima semana --, el partido en Guaymas quedaría muy vulnerable en términos de legalidad.
Y sí, sería un manjar para los afanes de denuncias de los opositores con riesgo de volver a perder… En la tierra de Plutarco.
Salud como siempre. A todos.


fdovilles@hotmail.com

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