“La pugna entre grupos del narco causa
muerte, dolor y tormento”
El grupo que comanda Dámaso
López Núñez no atacó a Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, conocidos como
Los chapitos o Los Menores, ni ha roto con Ismael Zambada García, el Mayo,
afirmó un integrante de esta organización criminal enviada por el Licenciado
para ser entrevistado por Ríodoce.
Señaló que es falso que esté
enfrentado con Zambada, a quien calificó como una fina persona, respetable y pacificador,
de crucial importancia en el Cártel de Sinaloa, y que no fue invitado a la
reunión celebrada el sábado 4 de febrero, a la que asistieron los hermanos
Guzmán y el Mayo.
De este encuentro se enteró
el domingo y los primeros días de la semana, cuando llegaron versiones de que
gatilleros de López Núñez atacaron a balazos a Los Menores. Versiones
extraoficiales indican que ni Zambada García ni los Chapitos sufrieron
lesiones, tal como lo dijeron éstos en la carta enviada al noticiero de Ciro
Gómez Leyva la semana antepasada.
De acuerdo con versiones
extraoficiales, la reunión se realizaría cerca de la comunidad de Paredones,
perteneciente a la sindicatura de Jesús María, donde habían acordado reunirse
dos de los tres grandes jefes del Cártel de Sinaloa: Ismael Zambada y los
Guzmán, aunque inicialmente se había dicho que también asistiría Dámaso López
Núñez.
La cumbre fue el sábado 4 de
febrero, al norte de esta ciudad capital. Las fuentes señalaron que para llegar
al lugar del encuentro hubo que cruzar en una panga el río Humaya, acompañados
de gente armada que forma parte del grupo del Mayo.
Fue uno de los jefes de
seguridad de Zambada, el Ruso, quien recibió y escoltó en la embarcación a
quienes acudieron. El encuentro fue justo donde hubo un fuerte operativo del
Ejército Mexicano, luego de la emboscada del 30 de septiembre, en que fueron
abatidos cinco soldados que trasladaban a un herido de Badiraguato a Culiacán y
un socorrista de la Cruz Roja fue lesionado de bala.
El comando que emboscó, de cerca
de 70 pistoleros, usó armas de alto poder y granadas, y logró rescatar a Julio
César Ortiz Vega, el Kevin, pistolero de confianza de Aureliano Guzmán Loera,
el Guano, hermano de Joaquín Guzmán y uno de los grupos del grupo delictivo que
integra los familiares del Chapo. Los militares traían herido y detenido a
Ortiz, cuyo paradero ahora se desconoce.
En el operativo realizado por
el Ejército en Paredones, que duró cerca de una semana en al menos una de las
fincas del lugar, los militares y la Subprocuraduría Especializada en
Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), lograron decomisar 41
vehículos, entre ellos cinco remolques, una camioneta tipo camper, 12 caballos,
un león blanco, 278 teléfonos celulares, cinco relojes marca Rolex y 12 mil 220
dólares.
También cuatro ranchos, tres
casas, una variedad de equipo táctico,
tres fusiles AK-47, tres más tipo Barret calibre 50, tres lanzagranadas, 49 cargadores y 66 granadas. La zona es
conocida por el férreo control que tiene el Cartel de Sinaloa, en particular
las fuerzas de los Guzmán.
Antes del encuentro del 4 de
febrero, hubo al menos uno en el que Ismael Zambada insistió en que los grupos
se reconciliaran. Durante el año pasado hubo un primer diálogo y aparentemente
las diferencias se habían hecho a un lado y se logró un acuerdo de paz.
QUERENCIAS
El enviado de Dámaso, cuyo
centro neurálgico de operaciones se ubica en la zona de Eldorado y parte del
Valle de San Lorenzo, en esta ciudad capital —aunque tenía también el mando en
La Paz, Baja California Sur, y Mazatlán— dijo que el Licenciado no se ubica
fuera del Cártel de Sinaloa, debido a que conserva la amistad con Zambada, y
aclaró que no puede ubicar como enemigos a los hijos de Joaquín Guzmán Loera,
el Chapo, a quien quiere y admira.
Señaló que Los Menores no han
respetado los acuerdos y los han provocado violentamente desde hace alrededor
de un año, preparándose con gente y equipo, como parte de un golpe de Estado en
contra de López Núñez, “aprovechándose de mi buena fe, con alevosía y ventaja,
y ellos han corrido la versión de que la DEA me apoya, pero no es cierto. Tengo
orgullo y sé respetar los códigos”.
—¿Rompió Dámaso con el Mayo?
—No, claro que no. El señor
Zambada es una fina persona, a quien se respeta y respetará siempre.
—¿Está Dámaso fuera del
Cártel de Sinaloa?
—Él y el grupo de dirige es
amigo del señor Zambada y la lógica y los hechos hablan más que mil palabras.
—¿Amigo del Mayo y enemigo de
Los Chapitos?
—Iván, Alfredo y su tío están
enfermos de poder, pero es a través del abuso como hacen amigos forzados. Los
apoyan más por miedo que porque sea lo correcto. Él (Dámaso) es amigo del Mayo
pero también amigo del señor Joaquín Guzmán. Y el señor Guzmán lo dejó donde
está ahora y siempre se valora lo poco que le pudo servir a él y a sus hijos.
“No se puede decir que Dámaso
es enemigo de Iván o Alfredo, aunque sabe que están desubicados y en cualquier
momento pueden reflexionar y madurar. Ellos no quieren a Dámaso, pero Dámaso ha
dicho que no puede ser enemigo de los hijos de una persona “a la que quiero y
aprecio”.
—¿Esto se puede resolver?
—Todo se soluciona con una
buena plática. Solo nos hemos defendido, pero jamás los hemos provocado. Ellos
tienen un año provocando al Licenciado. Provocándonos.
Dijo que el conflicto se
puede acabar ahora, conversando. Advirtió que ha sido doloroso que mueran
inocentes y que las familias de las personas involucradas estén sufriendo y se
mantengan en constante “tormento”.
Manifestó que el Mayo tiene
un papel crucial dentro del Cártel de Sinaloa, que para muchos sufre una nueva
fractura con el conflicto entre el grupo de López Núñez y los hermanos Guzmán
Salazar, respaldados por su tío, Aureliano Guzmán Loera, el Guano.
“El señor Zambada es
pacifista y ha luchado para que esto se solucione, pero los muchachos y su tío,
el Guano, no lo obedecen y se sienten que son más que Zambada, y no respetan la
decisión del señor Joaquín Guzmán Loera, de mantener los negocios como estaban,
cada quien en sus regiones, y de tener comunicación y coordinación”.
Si Dámaso fuera traicionero,
agregó, “no tuviera la amistad ni la confianza que tiene con Zambada”.
HUELLAS DE SANGRE
Versiones del gobierno
federal indican que todo empezó porque ambos grupos, el de Dámaso y el de
Guzmán, se fortalecieron en Culiacán, luego de la recaptura del Chapo y su
extradición a Estados Unidos.
“El problema fue que la gente
de los Guzmán se estaban apoderando del mercado en todos los sentidos: el
narcomenudeo, las otras drogas, el robo de gasolina, etcétera, y eso no le
gustó a Dámaso, que también estaba crecido”, manifestó un funcionario del
gobierno federal, quien pidió mantener el anonimato.
Debido al control del mercado
local de la droga por parte de los Chapitos o Menores, agregó, la droga
conocida como cristal escaseó y aumentó su precio, al pasar de 7 a 12 mil pesos
la libra, en esta ciudad capital, durante febrero.
Entre las refriegas están
incluidas las de Villa Juárez, la ciudad de Navolato y El Diez, donde los
Chimalis, una célula de sicarios que opera en el sur de esta ciudad capital y
está al servicio de Los Menores, y un hombre al que apodan Montana del lado del
grupo de Dámaso López.
Entre los enfrentamientos,
cuyo saldo de muertos se desconoce, está el retiro del control que el
Licenciado tenía de las máquinas tragamonedas y minicasinos, en Navolato, el
año pasado. El negocio, a pesar de los balazos y asesinatos, pasó a manos de
Los Chapitos.
PROVOCACIONES
El enviado del Licenciado
sostuvo que durante la madrugada del 4 de febrero ingresaron tres vehículos de
desconocidos a la comunidad de Sánchez Celis, cerca de Eldorado. Como las
células de Dámaso no los ubicaron, los detuvieron para que se identificaran
pero en lugar de hacerlo les dispararon desde los vehículos que iban atrás del
convoy. La agresión, de acuerdo con la versión de ellos, fue repelida.
“Una unidad nuestra le hizo
parada para saber de quién se trataba y salir de dudas, ya que hace un año la
gente de Iván, comandada por Pancho Chimal, agredió a nuestra gente y siempre
ellos estuvieron diciendo que iban a acabar con nosotros”, recordó.
Cuando se detiene el carro
que iba adelante, añadió, los hombres que iban en los dos vehículos restantes
empezaron a disparar y en ese momento se repelió la agresión e inició el
tiroteo.
“Ni el Licenciado ni su gente
fueron avisados que llegaría gente de los Guzmán a Sánchez Celis, que iban a
entrar. Hay una línea de radio para mantener una comunicación directa entre
ellos y el Licenciado, pero nunca la usaron, y cuando se dio esa agresión, ya
iban diez carros de ellos que salieron de El Diez para Eldorado”, manifestó.
LA CARTA
En una carta enviada al
periodista Ciro Gómez Leyva, de Imagen Noticias, los hijos de Guzmán Loera
acusaron a Dámaso López Núñez de haber intentado matarlos, luego de una
supuesta reunión a la que presuntamente habían sido citados por Dámaso. Los
Menores señalan que ellos resultaron heridos y que Ismael Zambada García
también acudió al encuentro.
El ataque habría sido el 4 de
febrero y las versiones de los Guzmán Salazar señalan que fue en la zona
serrana del municipio de Badiraguato.
“El día 4 de febrero del año
2017, el licenciado Dámaso López organiza una junta, citando al Sr. Ismael
Zambada y a la familia de Joaquín Guzmán, por el tema de haber pruebas de que
Dámaso López ordenó el secuestro de los hijos de ‘El Chapo’”, se lee en la
misiva.
Una vez en el lugar, agregan
en la carta, “se dan cuenta que no se encuentra Dámaso López (y) comienzan las
confusiones, al poco instante comienzan a disparar en contra de la escolta
personal de la familia, quedando muertos al instante en el lugar, al darse
cuenta que fueron traicionados por el licenciado Dámaso López al intentar
asesinarlos, para así terminar con todo de raíz”.
Señala también: “Al lograr
salir ilesos del atentado, el Sr. Zambada y la familia de Joaquín Guzmán se van
del lugar, encontrándose por todo el camino (a) gente armada a las órdenes de
Dámaso López, intentando nuevamente atentar contra sus vidas, así perdiéndose
entre el monte, sin tener noción de dónde se encontraban, al recorrer varios
kilómetros encontrándose con un pueblito y así siendo auxiliados por gente del
lugar, ya que se encontraban heridos”.
HOSTIGAMIENTO Y ENTIERRO
Versiones cercanas al
gobierno federal señalan que pocos días bastaron para que Dámaso buscara de
nuevo al Mayo. A través del teléfono, le dijo que ya era hora que se definiera:
“Me va a apoyar o no”, le habría dicho el jefe del grupo criminal que opera en
Eldorado y parte del Valle de San Lorenzo. Antes, Zambada les habría dicho a
los grupos antagónicos que no eran sus intereses, que tenían que arreglarse
pero que él no estaba metido en narcomenudeo ni en robo de gasolina.
“Esos no son mis negocios,
así que ustedes tienen que arreglarse”, les habría advertido.
Casi paralelamente, Aureliano
Guzmán Loera, hermano del Chapo, le cayó a Rafael Caro Quintero, en la zona
serrana del municipio de Badiraguato, donde ambos mantienen operaciones. Guzmán
se acercó con otro pretexto, pero ya estando frente al gran capo lo emplazó
para que se definiera. Caro habría respondido que él no quiere problemas.
También el Ruso, jefe de
pistoleros de Zambada, habría recibido una llamada telefónica de Dámaso,
después del frustrado encuentro. El licenciado le pidió apoyo en la guerra qua
ya libra contra los Guzmán, a lo que le respondió que debía consultarlo con su
jefe.
El odio creció cuando fue
asesinada en Guadalajara Idalia Romelia Salazar, tía de Iván Archivaldo y
Alfredo Guzmán. La mujer fue asesinada cuando conducía un vehículo, el 9 de
febrero, luego de salir de un consultorio odontológico. Este asesinato fue
acreditado por los Guzmán al Licenciado, como parte de las pugnas entre ambos
grupos, ya que la hoy occisa era muy querida por Los Menores, a quienes les
financiaba sus actividades, ya que resguardaba el dinero de ambos.
“Esto no tiene remedio. No
hay vuelta atrás: mataron a mi tía”, habría dicho Iván Archivaldo.
TODOS SE FUERON
Un par de días después del
enfrentamiento en Villa Juárez, que tuvo un saldo oficial de cinco muertos
—aunque versiones de testigos indican que ambos grupos delictivos se llevaron
varios cadáveres—, los jefes del Cártel de Sinaloa en la entidad empezaron a
migrar. Lo hicieron en avionetas, a través de vuelos comerciales o por tierra
en vehículos particulares.
El objetivo: perderse a como
dé lugar, pero no quedar en medio de las pugnas entre estos dos grandes grupos
criminales, con quienes muchos dentro del cártel tienen negocios, parentescos,
compadrazgos y amistades.
“Si se pueden meter debajo de
la tierra, métanse. Si sabemos que se ladean, hacen paros, apoyos… si los
tuercen armados o peleando, es bronca de ustedes. Se las arreglan”, les habría
dicho Zambada al Ruso y su gente, para evitar que Dámaso o los Guzmán los
involucren en esta nueva etapa bélica.
“Los están hostigando mucho,
de parte de los dos grupos, y vienen operativos muy cabrones de parte del
gobierno, por eso decidieron abrirse del terreno, irse a otros estados”,
sostuvo una fuente gubernamental.
El Mayo, aseguró, no quiere
broncas, y todo parece indicar que no va a meterse en este pleito.
(RIODOCE/ Javier Valdez/ 20 febrero,
2017)
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