En el siglo XIX los inmigrantes chinos
sufrieron una epidemia de ataques racistas violentos, una campaña de
persecución y asesinatos en EU.
Llegaron a Estados Unidos
para enviar dinero a las familias que dejaron en su país y, además, tienen que
pagar los préstamos que contrajeron con los comerciantes que les ayudaron a
materializar el tan anhelado viaje.
Estamos en las décadas de
1840 y 1850 y estos inmigrantes son los chinos.
Dibujo de un trabajador chino
THINKSTOCK
Un trabajador chino de una
mina en Estados Unidos. Muchos chinos llegaron a ese país en embarcaciones
cuyas condiciones eran comparables con las de la época de la esclavitud.
“Al tiempo que luchaban por
encontrar trabajo, los inmigrantes chinos también peleaban por sus vidas.
Durante las primeras décadas en Estados Unidos, los chinos sufrieron una
epidemia de ataques racistas violentos, una campaña de persecución y asesinatos
que hoy en día se ven con estremecimiento”, señala el reportaje “Inmigration”
del sitio en internet de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
“Desde Seattle hasta Los
Ángeles, desde Wyoming hasta los pequeños pueblos de California, los
inmigrantes chinos fueron obligados a dejar negocios, abandonar ciudades,
fueron golpeados, torturados, linchados y masacrados, generalmente con la
mínima esperanza de recibir ayuda de la ley”.
“El odio racial, una economía
incierta y un gobierno débil en los nuevos territorios contribuyeron a este
clima de terror y derramamiento de sangre”, indica la institución.
Y es que para muchos
historiadores, los chinos fueron el chivo expiatorio de la clase política
estadounidense de la época.
“MENOS CIVILIZADOS”
De acuerdo con el estudio de
la Biblioteca del Congreso, “los perpetradores de estos crímenes, que incluían
estadounidenses de muchos segmentos de la sociedad, quedaron, en gran medida,
sin castigo”.
Una mina
THINKSTOCK
Historiadores señalan que a
los inmigrantes chinos generalmente se les deban los trabajos más duros y
peligrosos en las minas.
“Las estadísticas exactas de
este periodo son difíciles de obtener, pero se puede afirmar que los
inmigrantes chinos sufrieron el peor tratamiento que haya tenido cualquier otro
grupo que vino voluntariamente a Estados Unidos“.
Un viajero que provenía de la
costa este de Estados Unidos contó lo que vio en California: “Abusar de un
chino, robarle, patearle y esposarle; incluso matarlo, son cosas que se han
hecho no sólo con impunidad por hombres malvados y retorcidos, sino hasta con
vanagloria“.
Una mina
THINKSTOCK
Los mineros estadounidenses
blancos recibían mejores salarios y trabajaban menos horas que los chinos,
indican fuentes históricas.
Y es que, según la
investigación “Inmigration to the United States, 1789-1930” (“Inmigración a
Estados Unidos, 1789-1930”) de la Biblioteca de la Universidad de Harvard,
algunos estadounidenses veían a los chinos como “racialmente inferiores”.
“Cuando los chinos fueron
discriminados en el siglo XIX, el argumento era que les estaban quitando los
trabajos a los estadounidenses y que los chinos eran menos civilizados que los
estadounidenses blancos“, señala, en conversación con BBC Mundo, el profesor Xu
Guoqi, autor de “Chinese and Americans. A shared history” (“Los chinos y los
estadounidenses. Una historia compartida”).
DESDE MINAS HASTA FERROCARRILES
Las noticias sobre el
descubrimiento de minas de oro en Estados Unidos no tardaron en llegar a otros
continentes y en atraer a inmigrantes.
En 1848, se desató el
fenómeno conocido como “California Gold Rush“, “La fiebre del oro en
California“.
Estampilla que dice Fiebre del oro
CaliforniaTHINKSTOCK
Una estampilla conmemorativa
de “La fiebre del oro” en Estados Unidos, la cual comenzó a finales de la
década de 1840.
En la década de 1850, los
chinos llegaron a trabajar en las minas de oro. Pero también se les empleó en
el sector agrícola, en fábricas, restaurantes, lavanderías.
“Los inmigrantes chinos
fueron particularmente fundamentales en la construcción de ferrocarriles en el
oeste de Estados Unidos y a medida de que los trabajadores chinos prosperaban
en Estados Unidos, algunos de ellos se convirtieron en empresarios gracias a su
propio esfuerzo”, indica la unidad de Historia del Departamento de Estado de
Estados Unidos, en el artículo “Chinese Immigration and the Chinese Exclusion
Acts” (“Inmigración china y las Leyes de Exclusión de Chinos”).
De hecho, entre 1864 y 1869,
los chinos ayudaron a construir el primer ferrocarril transcontinental en la
red Central Pacific.
Como la mayoría de las
comunidades de inmigrantes, los chinos establecieron sus propios vecindarios e
historias sobre lo que supuestamente sucedía en las llamadas Chinatowns,
“Ciudades Chinas”, exacerbaron los prejuicios.
Un dibujo del ferrocarril
THINKSTOCK
Este dibujo muestra el paso
de un tren por la Sierra Nevada de California en medio del regocijo de los
obreros, varios de ellos chinos.
“Cuentos sobre Chinatowns
como lugares donde grandes números de chinos se reunían para visitar
prostitutas, fumar opio o apostar se propagaron”, señala el análisis del
Departamento de Estado.
Fue así como se comenzaron a
escuchar voces que pedían una legislación contra la inmigración china.
Trabajadores
GETTY IMAGES
Image captionEsta foto de
abril de 1869 muestra un campamento en Utah durante los trabajos de
construcción del primer ferrocarril transcontinental de EE.UU.
Algunos decían que “admitir a
los chinos en Estados Unidos degradaba los estándares culturales y morales de
la sociedad estadounidense”, indica el Departamento de Estado.
“Otros usaron un argumento
más claramente racista para limitar la inmigración procedente del este de Asia
y expresaron preocupación por la integridad de la composición racial
estadounidense“.
LOS ETERNOS EXTRANJEROS
Y esas voces fueron
escuchadas.
En 1882, el Congreso aprobó
la Ley de Exclusión de los Chinos, la cual fue firmada por el entonces
presidente de Estados Unidos, Chester A. Arthur.
La ley suspendió la
inmigración de trabajadores chinos (calificados y no calificados y los
empleados en la minería) por un periodo de 10 años.
Presidente de Estados Unidos, Chester A.
Arthur
ARCHIVOS NACIONALES DE EE.UU./GETTY
IMAGES
El presidente Chester A.
Arthur aprobó la legislación hasta 1892, pero su alcance llegó a 1943.
Esa legislación fue la
primera en la historia de Estados Unidos que impuso amplias restricciones a la
inmigración.
De esa forma, dice el estudio
de la Biblioteca del Congreso, “la puerta del sueño americano de los chinos se
cerró de un solo golpe“.
LEY DE EXCLUSION DE LOS CHINOS
ARCHIVOS NACIONALES DEL GOBIERNO DE
EE.UU.
La Ley de Exclusión de Chinos se aprobó
el 6 de mayo de 1882.
Ley de Exclusión de Chinos
ARCHIVOS NACIONALES DEL GOBIERNO DE
EE.UU.
Y, al mismo tiempo, un
compromiso contraído por Estados Unidos fue ignorado.
“En 1868, inmediatamente
después de la Guerra Civil estadounidense, China y Estados Unidos firmaron el
Tratado de Burlingame, el cual permitía la libre inmigración entre ciudadanos
de ambos países. Pero 14 años después, Estados Unidos olvidó lo que había acordado
con los chinos”, dice Xu, quien es profesor de Historia de la Universidad de
Hong Kong.
Un carnicero y un niño
ARNOLD GENTHE, OPEN COLLECTIONS, HARVARD
LIBRARY
De acuerdo con la Biblioteca
del Congreso, esa ley “hizo que los inmigrantes chinos fueran unos extranjeros
permanentes”, pues también se les negó el derecho a solicitar la ciudadanía
estadounidense.
La medida tuvo un impacto
social dramático ya que impidió la reunificación de muchas familias, no sólo
por los chinos que no pudieron entrar.
“Los chinos que ya estaban en
Estados Unidos no se atrevían a salir del país porque temían que al regresar,
las autoridades migratorias no les fueran a permitir el ingreso”, indica Xu.
Chinos en un mercado
ARNOLD GENTHE, OPEN COLLECTIONS, HARVARD
LIBRARY
Y, en términos prácticos, “la
Ley de Exclusión así como las restricciones que le siguieron congelaron a la
comunidad china en 1882 y le impidieron progresar y asimilarse en la sociedad
estadounidense como sí lo pudieron hacer los grupos de inmigrantes europeos“,
indica la investigación de la Biblioteca del Congreso.
En 1892, la ley se extendió
otros 10 años y en 1902 se hizo permanente.
Es por eso que, como le
explica a BBC Mundo el profesor de Historia Estadounidense de la Universidad de
Stanford, Gordon Chang ,”lo que se conoce como la Ley de Exclusión de Chinos
es, de hecho, una serie de leyes que buscaban mantener a los chinos fuera de
Estados Unidos o hacerles la vida tan difícil que no tenían otra opción que
irse”.
“ILEGAL HASTA DEMOSTRAR LO CONTRARIO”
La Ley de Exclusión creó
tensión entre los gobiernos de China y Estados Unidos.
Se trató de la primera vez
que una política migratoria se interponía en la relación de Estados Unidos con
otro país.
Chinos en una calle
ARNOLD GENTHE, OPEN COLLECTIONS, HARVARD
LIBRARY
El capítulo “Inmigración” de
la Encyclopedia of American Foreign Policy (Enciclopedia de la política
exterior estadounidense), escrito por el historiador Roger Daniels, señala que
con la extensión de la ley (en 1892) se les exigió a los chinos en Estados
Unidos tramitar, ante las autoridades y en el plazo de un año, un certificado
de residencia.
“El estatuto también invirtió
la habitual presunción de inocencia y planteaba que se consideraba que
‘cualquier persona china o persona de ascendencia china’ estaba en el país
ilegalmente al menos de que él o ella pudiera demostrar lo contrario”, señala
Daniels.
Y demostrarlo no era algo
fácil, como lo explica la profesora Deborah Samuel en su investigación “Chinese
Immigration, Exclusion and the Chinese-American Experience” (“Inmigración
china, exclusión y la experiencia chino estadounidense”), publicado por la
Universidad de Yale.
Michael Lin, presidente Proyecto de 1882
AFP
En 2011, una coalición de
grupos de DD.HH., llamada Proyecto de 1882, presentó una propuesta para que
EE.UU. declarara que lamentaba la Ley de Exclusión de Chinos. En esta foto, el
presidente de la iniciativa, Michael Lin, tenía detrás la reproducción de un
cartel de 1892 que decía: “¿Chinos? NO!, NO!, NO! ¿Deberíamos tener chinos? NO!
NO! NO!”
“No tener el certificado
después de un año dejaba a cualquier inmigrante chino sujeto a una deportación
inmediata al menos de que pudiera presentar ‘un testigo blanco’ que testificara
que su residencia era legal antes del 17 de noviembre de 1880″.
Esa medida desató una campaña
de desobediencia civil convocada por organizaciones que agrupaban a la
comunidad chino estadounidense.
Un vendedor de juguetes
ARNOLD GENTHE, OPEN COLLECTIONS, HARVARD
LIBRARY
“Se instó a los chinos
estadounidenses a que no se registraran (para obtener el certificado) y se
contrató a un destacado trío de abogados constitucionalistas para desafiar ese
estatuto. Su demanda, Fong Yue Ting v. United States (1893), fue enviada a la
Corte Suprema, la cual falló rápidamente: cinco-tres contra Fong y los otros
dos litigantes”, indica Daniels.
A LA ESPERA
La puesta en vigencia de la
Ley de Exclusión hizo que se introdujeran nuevos procedimientos para desalentar
a los inmigrantes chinos en su intento por entrar a Estados Unidos.
Una madre con un bebé
ARNOLD GENTHE, OPEN COLLECTIONS, HARVARD
LIBRARY
Se trataba, entre otros
procedimientos, de una revisión exhaustiva de documentos, exámenes médicos e
interrogatorios exhaustivos.
“La espera por los
interrogatorios podía tomar semanas, meses y, cuando las decisiones terminaban
en los tribunales, incluso años”, indica Samuel.
Una caricatura
GEORGE YOST COFFIN/BIBLIOTECA DEL
CONGRESO EE.UU.
Esta caricatura del artista
George Yost Coffin, que fue publicada entre 1880 y 1900, refleja el “cruel
suspenso” en que se encontraban muchos chinos. El texto dice: “¿Yo irme o yo
quedarme? Yo no saber”. La bota que le apunta tiene el nombre de la
legislación.
La profesora extrae un
párrafo del libro de Ericka Lee: “At America’s Gates: Chinese Immigration
During the Exclusion Era, 1882-1943” (“A las puertas de Estados Unidos: la
inmigración china durante la era de la exclusión, 1882-1943”) para ejemplificar
el tipo de procedimientos que se practicaban:
“Se creía que los inmigrantes
chinos estaban contaminados con enfermedades parasitarias y otros males
considerados peligrosos y contagiosos. Un abuelo fue sometido a un examen
físico particularmente humillante como parte de los intentos de las autoridades
gubernamentales para comprobar o refutar que tenía la edad que decía tener. Lo
desnudaron y los médicos meticulosamente le examinaron los dientes, la piel, el
cabello, los órganos sexuales y los huesos y anotaron sus hallazgos en su
expediente migratorio“.
Un hombre mayor sonriendo
ARNOLD GENTHE, OPEN COLLECTIONS, HARVARD
LIBRARY
En 1909, señala Samuel,
debido a las malas condiciones en las que vivían los inmigrantes chinos que
eran retenidos a su llegada, se abrió un establecimiento para albergarlos en la
Isla de los Ángeles en la Bahía de San Francisco.
La investigación de Samuel
indica que en ocasiones a los inmigrantes se les pedía esperar sin ropaen un
cuarto “y las mujeres, que no estaban acostumbradas a desvestirse ni siquiera
en frente de sus propios doctores en China, encontraron esto particularmente
humillante”.
Mujeres chinas
ARNOLD GENTHE, OPEN COLLECTIONS, HARVARD
LIBRARY
Fuentes históricas
consultadas por Samuel coinciden en que con los años este centro se convirtió
en un lugar “no apto para seres humanos” por razones de insalubridad.
Sin embargo, aún así siguió
funcionando.
EL LEGADO
Expertos señalan que, al
verse con los ojos del siglo XXI, la Ley de Exclusión de Chinos es el punto de
partida para entender muchos aspectos de la política migratoria estadounidense
a lo largo de la historia.
¿Cómo eligió Donald Trump los
7 países en su polémica prohibición de entrada a Estados Unidos?
“El legado (de estas leyes)
es que fueron las primeras dirigidas a una etnia específica y confirmó la idea
de que Estados Unidos era una tierra en las que unas razas son preferidas y
otras no”, señala Chang.
Niños en la calle
ARNOLD GENTHE, OPEN COLLECTIONS, HARVARD
LIBRARY
“La idea de que Estados
Unidos es una tierra para todos los inmigrantes siempre ha sido una ficción,
aunque muy popular y afectuosa”, indica el autor de varios libros, entre ellos
“Chinese Railroad Workers” (“Los trabajadores ferroviarios chinos”).
Algunos autores creen que
otro de los legados es el fenómeno de la inmigración ilegal. Muchos chinos
buscaron no sólo rutas alternativas para entrar (como por ejemplo las fronteras
mexicana y canadiense) sino otros métodos.
Un hombre caminando con unos niños
ARNOLD GENTHE, OPEN COLLECTIONS, HARVARD
LIBRARY
De acuerdo con la
investigación de la Universidad de Harvard, la extensión de esa legislación de
1892 auguró las leyes de restricción migratoria que se aprobarían en los años 20.
La Ley de Inmigración de
1924, indica el estudio de la Biblioteca del Congreso, fue aún más rigurosa “al
excluir a todas las clases de inmigrantes chinos“.
Y la Ley Nacional de Orígenes
de 1929, señala la Biblioteca de Harvard, “limitó la inmigración en general a
Estados Unidos a 150.000 (personas) al año y prohibió la migración asiática”.
Un niño con un atuendo tradicional
ARNOLD GENTHE, OPEN COLLECTIONS, HARVARD
LIBRARY
“La Ley de Exclusión de
Chinos es un capítulo extremadamente vergonzoso de la historia de Estados
Unidos”, dice Xu, quien también ha sido profesor en residencia de la
Universidad de Harvard.
En 2012, el Congreso aprobó
una resolución en la que “lamentaba que se hubiesen aprobado leyes que
afectaron negativamente a los chinos en Estados Unidos, incluida la Ley de
Exclusión de Chinos”.
Y es que las restricciones
duraron 60 años.
“105 INMIGRANTES CHINOS POR AÑO”
“La Ley de Exclusión de
Chinos estuvo vigente hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando China y Estados
Unidos se volvieron aliados militares cercanos, ambos peleaban del mismo lado”,
indica Xu, y contra el mismo enemigo: Japón.
Un vendedor
ARNOLD GENTHE, OPEN COLLECTIONS, HARVARD
LIBRARY
En 1943, el presidente de
Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, pidió al Congreso la eliminación de
“esos anacronismos en nuestras leyes que prohíben la inmigración de chinos”.
“Actualmente está pendiente
en el Congreso la legislación para permitir la inmigración de ciudadanos chinos
a este país y para que los residentes chinos aquí puedan convertirse en
ciudadanos estadounidenses. Considero esta legislación como muy importante para
la causa de ganar la guerra y de establecer una paz segura”.
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Winston Churchill (izquierda), con
Franklin D. Roosevelt y Joseph Stalin (derecha)AP
Winston Churchill
(izquierda), con Franklin D. Roosevelt y Joseph Stalin (derecha) en 1945. La
Segunda Guerra Mundial vio el final de la Ley de Exclusión de Chinos por pedido
de Roosevelt.
“Las naciones, como los
individuos, se equivocan. Debemos ser lo suficientemente grandes para reconocer
nuestros errores del pasado y corregirlos”, afirmó el mandatario.
Sin embargo, la Ley de
Magnuson de 1943, con la que se hizo efectiva la derogación de la Ley de
Exclusión, “sólo permitía 105 inmigrantes chinos por año, reflejando el
persistente prejuicio contra los chinos en la política migratoria
estadounidense“, indica la investigación de la Biblioteca de la Universidad de
Harvard.
LA ODISEA DE LOS CENTENARES DE CHINOS QUE INTENTAN
CRUZAR A EE.UU. POR LA FRONTERA CON MÉXICO
De acuerdo con Xu, no fue
hasta 1965 que a los chinos finalmente se les dieron las mismas oportunidades
que tenían los inmigrantes de otras nacionalidades para inmigrar a Estados
Unidos.
“Fue una muy larga espera“,
reflexiona el académico chino.
Chinas bailando con trajes típicos EPA
El 5 de febrero de 2017, la
comunidad china en Nueva York celebró el tradicional desfile del año nuevo
chino. Pese al tiempo transcurrido desde que se aprobó la Ley de Exclusión,
muchos chinos aún sienten prejuicios en su contra.
Desfile EPA
En pleno siglo XXI, los
festejos que atraen a estadounidenses de diferentes orígenes y a turistas se
celebra en la emblemática Chinatown.
La tendencia de las
autoridades estadounidenses a restringir la inmigración se relajó un poco en
décadas recientes y eso hizo que la inmigración empezara a aumentar en ese
país, explica Chang.
Sin embargo, advierte el
académico, “la reacción contra inmigrantes, tanto legales como indocumentados,
es un resurgimiento del sentimiento antiinmigrante que se ha visto de forma
persistente en la historia de Estados Unidos”.
“Estados Unidos es una tierra
sólo para ciertos inmigrantes“, dice el profesor de la Universidad de Stanford.
"LA LEY QUE ME HIZO SENTIR COMO SI NO PERTENECIERA A ESTE PAÍS"
Cynthia Guo (a la izquierda) junto a su
amiga, Emily Choi.ASOCIACIÓN ASIÁTICO-EE.UU. HARVARD-RADCLIFFE
BBC Mundo le pidió que nos
contara cómo se sintió la primera vez que escuchó hablar de la Ley de Exclusión
de Chinos y esto fue lo que nos escribió:
“Pertenezco a la primera
generación de estadounidenses chinos. La primera vez que escuché sobre la Ley
de Exclusión de Chinos, sólo tenía 12 o 13 años, y quedé absolutamente en
shock.
Al haber crecido en Estados
Unidos, este país siempre fue -a través de mis ojos- un faro para los que
tenían la esperanza de empezar una nueva vida, una nación fundada en el
principio de darle la bienvenida a los inmigrantes y a las personas de
diferentes nacionalidades.
Fue duro reconciliar el
Estados Unidos en el que crecí, conociendo y amando, con el país que excluyó a
personas que decidieron venir aquí, como lo hicieron mis propios padres; haber
vivido en un país donde me enseñaron a respetar a todo el mundo y a no juzgar a
la gente por su color de piel sino por su carácter y, después, enterarme de que
Estados Unidos había despiadadamente excluido a toda una nación, la nación de
mi familia, de entrar en su territorio, fue difícil.
Incluso a una edad muy corta,
me hizo sentir como si no perteneciera a este país. ¿Cómo pudo todo un país
apuntar tan fácilmente contra una nación entera?Me avergoncé de que mi propio
país pudiera haber hecho algo tan cruel e injustificado contra las personas de
mi etnia.
La historia debería servirnos
para recordar que no podemos cometer los mismos errores y que el legado de la
Ley de Exclusión de Chinos no debería ser olvidado.
Todavía, hoy en día, los
chinoestadounidenses son vistos como extranjeros, son caricaturizados y se
hacen generalizaciones sobre ellos para hacerlos entrar en un estereotipo que
tuvo sus raíces en la Ley de Exclusión de Chinos. El impacto de esta
legislación trascendió más allá de su derogación“.
Las fotografías de Arnold Genthe forman
parte de “Pictures of old Chinatown”. New York: Moffat, Yard, 1908 y son
cortesía del Open Collections Program, Harvard Library, al cual se puede
acceder a través del siguiente link.
(ANIMAL POLITICO/ BBC Mundo (@bbcmundo)/
febrero 26 2017 11:22)
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