Es pertinente la iniciativa
del ejecutivo estatal para reducir el gasto público, como lo plantea entre sus
motivos centrales, pero no deja de llamar la atención que el gobernador vea la paja
en el ojo ajeno, pretendiendo que la población no se fije en la viga que hay en
el propio.
El diputado Juan Pablo
Yamuni, quien ya había presentado una iniciativa similar recién llegado a la
legislatura, dice que está bien, que se discuta, pero que una medida para
achicar la burocracia estatal, que correspondería al Poder Ejecutivo,
permitiría ahorrar alrededor de mil millones de pesos. La diferencia, entonces,
sería abismal y, una medida así, de verdadero fondo. Y no lo dice cualquier
diputado y esto no es un halago: Yamuni fue parte de la administración anterior
y conoce el monstruo porque comió y se benefició abyectamente de sus entrañas.
En una ocasión, Mario López
Valdez me comentó que al llegar al Gobierno había encontrado siete nóminas
distintas. Le pregunté qué había hecho y solo arrugó la cara como chancleta de
beis. No es un secreto la fuerza de los poderes enquistados en el gobierno
estatal a través de cacicazgos que nadie quiere tocar y de los cuales los
gobernantes terminan siendo cómplices. Las secciones sindicales de maestros son
un ejemplo claro de ello. Gran parte de las aviadurías están asentadas en la
nómina —o las nóminas— del sector educativo. Hermanos, primos, compadres,
amantes de funcionarios sindicales que aparecen como maestros o supervisores
pero que en realidad solo pasan a cobrar su cheque.
Luego del derrocamiento de la
maestra Elba Esther Gordillo, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía
en Informática (INEGI), realizó un censo
en la Secretaría de Educación Pública en todo el país y encontró 40 mil
aviadores, y, además, la existencia 113 mil personas ubicadas en “otro centro
de trabajo” y otros 114 mil 998 que ya se jubilaron, se retiraron o fallecieron
pero que seguían registrados en la nómina.
Presentado el informe en
abril de 2014 —fue virtualmente una auditoría a la nómina—, el INEGI informó
que al menos el 13 por ciento de las plazas magisteriales no tenía ningún
sustento en los centros de trabajo.
Luego fueron apareciendo por
estados las anomalías. Cuatro meses después de este informe, la organización
México Evalúa dio a conocer un estudio en el que detectó irregularidades en las
nóminas magisteriales por estado. De las 32 entidades estudiadas, Sinaloa
aparece en el octavo lugar con más vicios.
De acuerdo con lo publicado
por Ríodoce en febrero de 2015, “en la nómina del sistema educativo en Sinaloa
se pagaban 2 mil 384 plazas que no estaban autorizadas en el presupuesto, hay
13 mil 401 docentes o trabajadores de la educación a quienes se les paga en
exceso y cuatro mil 957 plazas que no corresponden al nivel en el que se ubican.
“La nómina irregular fue
detectada por la Auditoría Superior del Estado (ASE) en una revisión realizada
sólo a la primera y segunda quincena de junio de 2014…”.
Pero Malova no hizo el menor
esfuerzo por desarrugar la cara, dar un manotazo a los cacicazgos y alivianar
el gasto público para que los dineros ahorrados se fueran a obras de interés
social. Y, si el ex gobernador no lo hizo, la pregunta es si el nuevo jefe del
ejecutivo está dispuesto a hacerlo. ¿Quiere Quirino Ordaz Coppel hacer un
gobierno distinto? ¿De verdad está en contra de la corrupción, de la
simulación, del despilfarro y a favor de la eficiencia y la austeridad? Pues
aquí tiene mucha tela para cortar.
La iniciativa enviada al
congreso local para reducir en 25 por ciento el número de diputados y regidores
hay que discutirla y, sin duda, con algunos cambios será aprobada. Pero es hora
ya de exigir que también en el Poder Ejecutivo se tomen medidas de fondo. No es
solo en el sector educativo donde la nómina está inflada, también en salud se
han detectado estas anomalías. Y si en las secretarías reducen el personal nada
va a pasar, van a seguir operando y tal vez con más eficiencia. Pero hay que
pelearse con los amigos y quién sabe si Quirino esté dispuesto a ello.
BOLA Y CADENA
HABLANDO DE AVIADORES, están
las complicidades, las cuotas, los cuates, pero también hay un problema
estructural del Gobierno para dar de baja a personal que podría ser
prescindible sin afectar el buen funcionamiento de la administración estatal.
Hay mucho personal con años acumulados de trabajo que tendrían que ser
liquidados conforme a derecho y es ahí donde la puerca tuerce el rabo.
Incluidos los fondos de ahorro, que en muchos casos suelen ser millones.
SENTIDO CONTRARIO
ÓSCAR LARA ARÉCHIGA ES UNA DE
las joyitas que Juan Millán Lizárraga nos puso en el camino al llegar a la
gubernatura, en 1999. Ya era un hombre adinerado, pero su riqueza creció
exponencialmente a partir de ser secretario de Finanzas del gobierno estatal.
¿De dónde provienen los 6 millones de dólares que tiene escondidos en un banco
de Andorra? Eso es un misterio ahora. Pero de su esfuerzo honrado, no.
HUMO NEGRO
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
ES un político que igual sube en las preferencias electorales que baja con la
misma rapidez. Ahora le ayuda la debacle del PRI, sus desaciertos y los del
Gobierno, la crisis económica y hasta las desmesuras del presidente de los
Estados Unidos, Donald Trump. Pero no aprende. Estuvo a punto de ganarle a
Felipe Calderón en el 2006, pero sus propios errores lo hundieron. Hace días,
con motivo del operativo de la Marina donde murieron 12 presuntos delincuentes
en Tepic, Nayarit, dijo que la mayoría eran unos niños. Y que el narcotráfico
se combate con empleos, etcétera. Y es verdad, mucho hay que cuestionar los
operativos de exterminio del Gobierno contra la delincuencia y sus estrategias
contra el narco. Pero criticarlos desde el error, puede costar mucho, y AMLO lo
sabe bien.
(RIODOCE/ ALTARES Y SÓTANOS” COLUMNA DE
ISMAEL BOJÓRQUEZ/20 FEBRERO, 2017)
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