Inseguridad, enfrentamientos, ilegalidad y muerte alrededor de la pesca furtiva de totoaba, especie marina en veda desde 1975. En 41 años, dice experto, el Alto Golfo se ha repoblado de totoaba, pero los piratas se aprovechan ante la demanda en el mercado asiático. “Los 121 buches de totoaba frescos representan a 121 totoabas que fueron pescadas en los últimos días en el Golfo de Santa Clara y nadie se dio cuenta, ni la Marina con su barco guardacostas anclado en San Felipe, dotado de radar, de un helicóptero y más de 20 embarcaciones rápidas; ni el Ejército con su retén, ni la Judicial, ni la Federal, ni la del Estado, que han estado extorsionando a los bucheros”, argumenta ex alcalde
Golfo de Santa Clara, Sonora.-
“Platiquen con la gente, hablen con la gente”, responde con mirada tensa y el
ceño fruncido Maribel Romero, la viuda de José Isaías Armenta Armenta, quien
fue abatido por agentes municipales en un enfrentamiento la mañana del sábado
23 de marzo, en plena Semana Santa.
En el incidente también murió
el policía municipal, adscrito a San Luis Río Colorado, Armando Arreola Valdez.
En este poblado es vox populi
que José Isaías era uno de los principales totoaberos, involucrado además en la
comercialización del vedado producto.
Al volante de un auto blanco,
compacto y con placas americanas, la mujer viaja con otras dos damas y un
joven.
Atiende al reportero pero
rechaza la entrevista. “Estoy muy ocupada”, argumenta antes de pisar el
acelerador y perderse entre las arenosas calles de este poblado. La casa de
Maribel destaca del resto.
No solo por la gran barda de
block, también por la construcción de dos plantas, pintada de blanco y con
columnas del mismo tono en el cerco.
El lunes 28 de marzo ella
acudió a San Luis Río Colorado -la cabecera municipal- para interponer una
queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, dado que, tras la detención
de su hijo José Arturo, aseguró ante el representante del organismo que éste
había sido golpeado y torturado.
Por la muerte del policía
municipal su hijo José Arturo fue acusado de homicidio calificado con
premeditación, alevosía y ventaja.
El miércoles 30 fue puesto a
disposición del Juez Segundo de Primera Instancia Penal, e internado en el
Centro de Readaptación Social de San Luis Río Colorado.
El mismo día por la noche, el
Cabildo de San Luis aprobó enviar un exhorto a la gobernadora de Sonora,
Claudia Pavlovich, para que explique lo que está pasando con la Policía
Estatal, así como al Presidente de la Republica, Enrique Peña Nieto, para que
se activen mecanismos “y esto deje de suceder en el Golfo”.
Los regidores exigen una
investigación sobre los hechos y las causas que originaron la balacera; ha
trascendido que fueron dos agentes de la Policía Estatal de Seguridad Publica
-Jesús Gurrola León y Juna Ignacio Verdugo Ávila- quienes antes del
enfrentamiento detuvieron a José Isaías Armenta y presuntamente lo
extorsionaron.
ARMANDO ARREOLA VALDEZ, POLICIA ASESINADO
“No es posible que los
agentes del Gobierno del Estado pongan la corrupción y la Policía Municipal
ponga los muertos, no es posible que agentes situados en Tijuana descubran la
pesca de especies marinas protegidas y que el origen sea el poblado del Golfo
de Santa Clara”, sostuvo el regidor panista y ex alcalde de San Luis Rio
Colorado, Jorge Figueroa, quien leyó en el Cabildo el documento que finalmente
fue aprobado pese a los cuatro votos contra del PRI y del PES.
“Platiquen con la gente”,
repitió la viuda del pescador, y en este poblado lo que la gente comenta -ante
el silencio de la Procuraduría- es que el joven detenido no es el que disparó,
que ni siquiera dio positivo en la prueba de rodizonato, que los otros
participantes “ya se abrieron”, pero sobre todo, aseguran que la pesca de
totoaba sigue imparable, que aprovechando el momentáneo levantamiento de la
veda de la curvina -queda una marea, una jornada de pesca- los “totoaberos”
andan desatados, todo por aprovechar al máximo que las pangas pueden salir a altamar, pero no van por curvina; su
objetivo sigue siendo la codiciada totoaba.
TORTURADO
De acuerdo con el titular de
la oficina de derechos humanos en San Luis Rio Colorado, Sonora, Sergio Carmona
Cruz, el lunes 28 de marzo se presentó ante esa instancia la señora Maribel
Romero en representación de su hijo, José Arturo Armenta Romero.
La denuncia fue porque el
muchacho estaba incomunicado y había sido torturado por los agentes que lo
detuvieron.
“Yo tuve conocimiento desde
el domingo en la noche, los cita para el día lunes, ese día se apersona quien
dice llamarse Maribel Romero y viene a interponer la queja en representación de
su hijo”, explica Carmona Cruz, quien además refiere que posterior a eso él
visitó la oficina del Ministerio Publico -sector II, le llaman- y se entrevistó
con el joven detenido, quien ratificó la queja interpuesta por su madre.
“Manifiesta que sí fue objeto
de tortura por agentes de ambas corporaciones”, indica el ombudsman sanluisino
en alusión tanto a policías estatales como municipales.
“Del motivo por el cual se
originó el atentado que culminó con la muerte de un agente de la Policía
Municipal y un ciudadano, en este caso el padre del quejoso, no entró mucho en
detalles.
Refiere que fue detenido por
elementos de la Policía Estatal en el poblado Golfo de Santa Clara, que ahí fue
golpeado hasta perder el conocimiento y que posteriormente, en las mismas
instalaciones del poblado fue torturado, como a las cuatro de la tarde lo
llevaron a San Luis”.
Según Carmona Cruz, ya en las
instalaciones del CERESO le detectó que tenía golpes en el rostro, en la
mandíbula, oídos, pecho y manos, con hematomas por todos lados.
Carmona dijo que por parte de
la CEDH ya se pidió información a las autoridades involucradas -PESP, Policía
Municipal- y están a la espera que el Ministerio Publico rinda también su
informe sobre el caso para luego turnarlos al visitador general en la sede en
Hermosillo.
De acuerdo a datos del mismo
funcionario, hasta la fecha de la entrevista solo la Policía Municipal había
entregado el informe solicitado por la CEDH.
PESCA TERRIBLE, VIGILANCIA SIMULADA
El doctor Jorge Figueroa ya
fue alcalde de San Luis Rio Colorado y actualmente es regidor, coordinador de
la bancada azul en el Cabildo local. La tarde-noche del jueves 30 de marzo
presentó un documento relacionado con lo que está sucediendo en la zona del
Golfo de Santa Clara, sobre todo en la coyuntura del enfrentamiento entre
policías y un grupo local dedicado a la pesca furtiva de totoaba, del cual
resultaron dos muertos, policía uno, civil el otro.
VAQUITA MUERTA
De entrada, en el documento
el médico ginecólogo hizo públicos los nombres de los dos agentes de la PESP
que presuntamente extorsionaron a José Isaías Armenta, el hombre que fue
acribillado por los policías.
Se trata de Jesús Gurrola León y Juan Ignacio
Verdugo Ávila, quienes aparecen en el parte oficial del Ministerio Publico.
En el documento se propuso
enviar un extrañamiento público a la gobernadora sonorense para que “responda,
informe y gire instrucciones al Ayuntamiento sobre el actuar de la Policía Estatal,
específicamente sobre el actuar de estos elementos en el poblado del Golfo de
Santa Clara”.
También se pidió enviar otro
documento al Presidente Enrique Peña Nieto para solicitar que “de manera
inmediata exista cobertura de autoridades federales que protejan al medio
ambiente en aquel poblado playero.
Son ya múltiples reportes que
señalan que en El Golfo de Santa Clara existe a todas luces actividades de
pesca prohibido de especies protegidas y en peligro de extinción,
específicamente la totoaba”.
Como ejemplo ponen lo sucedido la semana
pasada, cuando una persona fue detenida en la carretera Mexicali-Tijuana
mientras transportaba en su camioneta 121 buches de totoaba frescos, con
procedencia del Golfo de Santa Clara.
Además del incidente donde
murió el agente Armando Arreola “a manos de personas que comercian con la
totoaba, quienes según informes, acababan de ser extorsionados por los agentes
estatales para permitirles seguir laborando”.
El doctor Figueroa consideró
que no es posible que exista simulación en el cuidado del medio ambiente, ya
que por un lado se establece un retén militar -que causa molestia a los
visitantes del poblado-, y no haya una sola investigación dentro del poblado
donde ocurre la pesca furtiva.
“Los 121 buches de totoaba
frescos representan a 121 totoabas que fueron pescadas en los últimos días en
el Golfo de Santa Clara y nadie se dio cuenta, ni la Marina con su barco
guardacostas anclado en San Felipe, dotado de radar, de un helicóptero y más de
20 embarcaciones rápidas; ni el Ejército con su retén, ni la Judicial, Federal
ni la del Estado, que han estado extorsionando a los bucheros”.
¿Cuántos buches de totoaba
pasaron antes?, se pregunta Figueroa, o cuántos buches están siguiendo la ruta
San Felipe-Valle de la Trinidad-Ensenada, o cuantos salen por Puerto Peñasco
vía Sonoyta y hacia Estados Unidos.
Para dimensionar el problema,
el médico considera que si se juntan y estiban las 121 totobas ocuparon más de
la mitad de la Sala del Cabildo.
“De ese tamaño es la
corrupción y la simulación del Gobierno Federal de Peña Nieto y el gobierno
estatal de Claudia Pavlovich”, comenta el edil panista.
Para Figueroa es muy
importante que se detenga esta pesca furtiva, pues de no hacerlo, se puede
decretar por los organismos internacionales un boicot al camarón mexicano,
similar a lo que pasó con el atún a mediados de los 80s y que podría incluir
hasta el producto criado en granjas camaroníferas.
“Nuestra autoridad federal se
comprometió ante las organizaciones ecologistas extranjeras a poner orden, dado
que no se había respetado los mecanismos de captura para proteger a la totoaba,
por eso fue la veda y ellos no se andan con miramientos”, afirma el regidor
panista en advertencia a un posible boicot internacional.
Figueroa insiste en que hay
que proteger de ese crimen que se está haciendo con la totoaba, ya que se
calcula que son miles las que han sacado.
Refiere que la totoaba entró
en veda desde 1975 y que en estos 41 años se repobló toda la zona del Alto
Golfo, pero ahora en estos últimos tres, cuatro años que se descubrió el alto
valor que tiene para el mercado asiático, entraron los depredadores, los que
están comerciando.
“Le están dando un exterminio
triste”, sintetiza.
Comparte la versión aportada
por varios pobladores del Golfo, quienes le aseguraron que en Semana Santa, en
la zona playera conocida como El Borrascoso, o en la Salina, aparecieron
cuerpos de totoaba que arrojó el mar.
“La pesca furtiva es por la
noche, extraen el buche en altamar, sueltan la totoaba en el agua y luego el
mar lo expulsa a la playa. La pesca está siendo terrible”, asegura.
“El delito se ha
diversificado y a través de la corrupción y la simulación se está dando todo
esto, los gobiernos simulan que la están cuidando, pero los mismos gobiernos
autorizan la corrupción”, advierte.
MORTIFICADOS
Ante la versión que el
programa federal podría durar solo un año, el líder de la Federación de
Pescadores de la Reserva de la Biosfera, Carlos Alberto Tirado Pineda, opina
que el acuerdo publicado en el Diario Oficial estipula dos años como mínimo
para el funcionamiento del Plan de Protección.
“Es un presupuesto que el
Gobierno Federal debe de buscar para poder cumplir con uno de los cuatro
componentes de la suspensión de pesca, que es el pago a los pescadores. El
compromiso es que si me pagan, me salgo”.
Tirado expone que en cuanto
al pago de las compensaciones en El Golfo solo han tenido -en una ocasión- el
retraso en el pago por unos cuantos días debido a problemas administrativos.
En cuanto a quienes se
quejaron por no haber sido incluidos en la lista de beneficiarios, asume:
“Inconformes van a seguir
estando, mucha gente no creyó y al momento que se dieron cuenta que sí era
cierto acudió de forma tardía”, expone Tirado, quien aclara que los listados se
han modificado en dos ocasiones y ya van por la tercera.
Calcula que tan solo en El
Golfo hay alrededor de mil 600 beneficiarios entre cooperativas, permisionarios
y la cadena productiva. Sobre el enfrentamiento con saldo de dos muertos,
argumenta:
“Son muy lamentables los
últimos acontecimientos, tanto para el sector pesquero como para el Gobierno
Federal, le pega de alguna forma. Nosotros como sector pesquero trabajamos muy
directamente con el padrón, y en este caso la SEMAR es la encargada del
operativo de vigilancia, es la responsable de que estemos cumpliendo tanto los
beneficiarios como los no beneficiarios. Ahí la responsabilidad es de la
autoridad de que este fallando…”.
De la continuidad de la pesca
furtiva, el líder de los pescadores asegura es evidente, que ahí están los
hechos, sobre todo el último que tiene que ver con los 121 buches decomisados.
“La misma autoridad ha estado
recopilando chinchorros. Ahí la estrategia de inspección y vigilancia, no ha
sido provechosa a como el Gobierno Federal se la pensó”, plantea Tirado, quien
no descarta la corrupción y que “algún tipo de información se está filtrando.
La autoridad federal debe cambiar de estrategia, usar mejor la inteligencia
para tener mejores resultados…”.
Según lo estipulado en el
programa, los pescadores inscritos en el padrón de beneficiarios y que sean
sorprendidos en pesca furtiva serán dados de baja.
Al momento van 32 pescadores
de San Felipe y seis del Golfo de Santa Clara. Por último, el líder pesquero
declara que en El Golfo el sector está mortificado, ya que la mayoría de
pescadores respetan el acuerdo, pero los dedicados a la pesca ilegal son ajenos
a las comunidades.
TOTOABAS POR
TODOS LADOS
El lunes 4 de abril, la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente informó sobre el decomiso de
siete embarcaciones, redes de pesca, un vehículo y tres personas detenidas
-turnadas al Ministerio Público federal- por realizar actividades de pesca
ilegal.
De acuerdo con el comunicado
-que incluye labores coordinadas de SEMAR, SEDENA, CONAPESCA y Policía Federal-
fueron varias acciones, en una de estas operaciones nocturnas detectaron una
embarcación que huyó hacia la playa del campo El Pescador, donde dejaron
abandonada la panga “Reyna del Mar”; en otra, detuvieron a tres personas con
cimbras para totoaba y producto -camarón-.
Además, informan que con el
apoyo de sobrevuelos de un avión y un helicóptero han asegurado siete pangas
abandonadas, dos cimbras, dos redes camaroneras, una curvinera y nueve redes
totoaberas.
De igual manera se han
encontrado 34 totoabas en estado de putrefacción y han decomisado tres kilos de
camarón azul, actualmente en veda.
En el documento se hace
referencia que la Organización No Gubernamental Sea Shepard -que tiene semanas
vigilando el Alto Golfo- entregó una red totoabera y 12 ejemplares de totoaba
en estado de putrefacción.
A su vez, en el portal de
esta ONG informaron que la pesca ilegal de totoaba ha repercutido en la vida de
la vaquita marina, ya que en tres semanas han encontrado tres restos de
vaquitas muertas, el último el pasado 24 de marzo.
“Las playas de San Felipe
están llenas con cientos de totoabas muertas, solo con la vejiga natatoria (el
buche) removido.
El 27 de marzo retiramos una
red con 15 totoabas muertas atrapadas en ella”, se informó. La pesca furtiva
continúa incrementándose.
Calculan que en el Alto Golfo
-la zona restringida- existen cerca de 30 especies de vaquita y, de continuar
con ese ritmo de muertes, en diciembre de este año estaría extinguida.
(SEMANARIO ZETA/ FOTO: SERGIO HARO/ SERGIO HARO CORDERO/ LUNES, 11 ABRIL, 2016 01:00 PM)
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